El cocinero Andrés Robayo desmiente el truco de echarle aceite al agua de la pasta: “Solo conseguirás que la salsa no se adhiera bien”

Son muchos los métodos que se aplican en la cocina y sirven para mejorar el plato final, pero existen otros consejos que pueden empeorar la receta, por lo que conviene conocerlos para evitarlos

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Las recetas de pasta pueden parecer de lo más sencillas, pero lo cierto es que cocerla y que quede perfecta no siempre es del todo fácil. De ahí que cobren especial importancia los trucos de cocina que ayudan a mejorar los platos. Por ejemplo, aunque parece estar extendida la creencia de que hay que echarle aceite al agua de la cocción, algunos expertos lo rechazan, como es el caso del cocinero Andrés Robayo, quien afirma que, de esta forma, “solo conseguirás que la salsa no se adhiera bien”.

Entre los métodos culinarios más extendidos figura el recurso de añadir patata para suavizar un guiso con exceso de sal, o incorporar mantequilla al arroz en situaciones similares. Estas prácticas cuentan, en ocasiones, con una base científica relacionada con la capacidad de algunas grasas para reducir la salinidad, aunque muchas se aplican de forma mecánica sin un conocimiento preciso de su funcionamiento en el alimento.

Con el tiempo, surgen nuevos consejos y recomendaciones que ganan popularidad y son repetidos por aficionados y algunos profesionales. Sin embargo, la efectividad de estos métodos no siempre está comprobada. El chef Andrés Robayo ha abordado en un video publicado en la cuenta de Instagram del restaurante Galenos varios de los trucos culinarios que no ofrecen resultados y explica cómo afectan en realidad a las preparaciones, además de los motivos por los que algunas de estas prácticas deberían evitarse.

¿Para qué sirve echar aceite en la pasta?

Pasta alla Norma con berenjena.
Pasta alla Norma con berenjena. (ShutterStock)

El hábito de añadir aceite al agua al cocer pasta es frecuente, aunque no aporta beneficios y, según los expertos, puede afectar al resultado final del plato. Robayo señala que esta práctica no evita que la pasta se pegue, sino que dificulta la correcta adhesión de la salsa después.

Este consejo, muy extendido en la cocina doméstica, carece de eficacia comprobada. Para una cocción adecuada, se recomienda usar abundante agua y remover la pasta regularmente. Al finalizar la cocción, lo idóneo es incorporar la pasta directamente a la salsa elegida. Agua suficiente y sal representan los únicos elementos imprescindibles para obtener una pasta bien preparada tras el tiempo de cocción indicado.

Cómo acertar con la cantidad de pasta por persona

Por qué no deberíamos lavar
Por qué no deberíamos lavar la pasta cocida. (Pexels)

Diversos trucos ayudan a calcular las proporciones de pasta en la cocina, considerando la cantidad de comensales sin necesidad de equipos de medición. La cuenta de Instagram Vibrantelatino recoge uno de estos métodos, que emplea solo las manos para determinar la ración adecuada.

En los vídeos publicados en el perfil se muestra cómo, para medir una porción individual de espagueti, basta con unir el índice y el pulgar, formando un círculo; la cantidad que cabe en ese espacio corresponde a una ración. Si se colocan juntos ambos dedos de las dos manos, la cantidad obtenida equivale a dos raciones.

Para las pastas cortas, como los macarrones, el consejo es utilizar un plato hondo: la cantidad de pasta cruda que cabe en él equivale a dos raciones tras la cocción, según explica el mismo perfil. Las recomendaciones de nutricionistas indican que la cantidad ideal para adultos oscila entre 80 y 100 gramos de pasta seca, mientras que para niños se sugiere entre 50 y 70 gramos.