Silvia Severino, psicóloga: “Estas señales indican que creciste con padres emocionalmente inestables”

La experta explica cómo la infancia influye en la forma de relacionarse y gestionar las emociones en la vida adulta

Guardar
Discusión entre unos padres. (Freepik)
Discusión entre unos padres. (Freepik)

La conducta y la salud mental de los padres son facetas que marcan el comportamiento de los hijos. Las normas, enseñanzas y costumbres que se inculcan son esenciales para el desarrollo emocional e intelectual.

Aunque lo normal es que las figuras paternales busquen lo mejor para su educación, no siempre se consigue. Esto es algo que conoce a la perfección Silvia Severino, una psicóloga que publica contenido en redes sociales.

En uno de los últimos vídeos que ha subido a TikTok (@silviaseverinopsico) ha sido muy tajante. “Estas señales indican que creciste con padres emocionalmente inestables”, afirma al inicio del vídeo.

Cinco señales que demuestran la inestabilidad emocional de tus padres

Según explica la experta, crecer con padres emocionalmente inestables puede marcar la forma de relacionarse y gestionar las emociones en la edad adulta. Estas experiencias suelen moldear la manera en la que una persona confía, se comunica y establece vínculos afectivos.

La primera señal reside en la dificultad para confiar. Las personas que han crecido en un entorno impredecible o crítico suelen desarrollar desconfianza hacia los demás. Esto se debe a que asociaron el volverse vulnerables a consecuencias negativas.

Otra de las consecuencias más comunes es el miedo al enfrentamiento. Esto ocurre porque en la infancia asociaban las discusiones al peligro o al descontrol, por lo que cualquier enfrentamiento puede generar ansiedad o malestar. Por ello, estas personas suelen evitar los conflictos a toda costa, incluso si eso implica callar lo que piensan o ceder ante los demás.

En hogares donde expresar emociones no era seguro, muchos niños han aprendido a ocultar sus sentimientos. De adultos, adoptan una actitud aparentemente calmada y repiten frases como “no pasa nada” o “estoy bien”, aunque internamente experimenten tristeza, enfado o frustración. Esta represión emocional puede llevar a un desgaste psicológico importante.

Algunas actitudes que tenemos, pueden ser señales de lo que somos según los psicólogos

Ante situaciones dolorosas, las personas que crecieron con figuras parentales inestables suelen optar por distanciarse. Guardar silencio, mentir por omisión o desconectarse emocionalmente son estrategias que aprendieron para protegerse del daño. Sin embargo, ese aislamiento también les impide establecer relaciones sanas y profundas, ya que tienen miedo a volver ser heridos.

Cuando el cariño o la aprobación eran impredecibles en la infancia, en la vida adulta aparece una desconfianza hacia el afecto. Según explica Severino, muchas de estas personas desarrollan un apego ansioso o evitativo. Aunque buscan relaciones estables, sienten que acercarse demasiado es peligroso.

Romper con los patrones aprendidos en la infancia

Identificar las consecuencias de haber crecido con padres emocionalmente inestables es solo el primer paso. Muchas personas no son conscientes de que repiten en sus relaciones adultas las mismas dinámicas que vivieron de niños.

Estos comportamientos suelen surgir de manera automática, sin que exista una verdadera intención de hacerlo. La clave está en reconocer el origen de estas respuestas emocionales y trabajar en su gestión.

La terapia psicológica, el desarrollo de la inteligencia emocional y la introspección permiten reconstruir una relación más sana con uno mismo y con los demás. Aprender a expresar emociones, poner límites y confiar nuevamente son pasos esenciales para romper con las conductas del pasado.