Sofía Atienza, experta en vino: “Es una pena que haya personas que no se tomen una copa porque sientan que están haciéndolo mal”

La experta en vino, una de las dos patas que conforman Lacrima Terrae, defiende que lo importante no es tanto seguir las reglas al pie de la letra, sino disfrutar del vino sin prejuicios

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Los consejos de una experta
Los consejos de una experta en vinos para disfrutar sin miedos (Montaje Infobae)

El mundo del vino genera respeto, y no siempre en el mejor de los sentidos. Su profundidad, complejidad, variedad de tipos, uvas, denominaciones, formas de beberlo, sabores... Son solo algunas de las razones que alejan a un sector de la población de atreverse a conocer más sobre esta bebida, sumado, quizá, a la prepotencia que en ocasiones se asocia a este conocimiento.

Es por ello que muchos jóvenes se animan, cada vez más, a introducirse en el universo vitivinícola con el objetivo de democratizar y modernizar una bebida que muchos consideran lejana. Es el caso de las hermanas Alba y Sofía Atienza, creadoras de Lacrima Terrae, un proyecto que nació con la misión de acercar el mundo del vino a la gente común, a base de información comprensible y cercana. Su filosofía es animar a disfrutar de una copa sin temor a “hacerlo mal”, algo que se refleja a la perfección en una de sus últimas publicaciones.

En este vídeo, Sofía Atienza defiende que lo importante no es tanto seguir las reglas al pie de la letra, sino disfrutar del vino sin prejuicios. Para hablar del tema, coge un ejemplo muy concreto, un gesto que a muchos hace echarse las manos a la cabeza pero que cada vez es más frecuente: añadirle hielo al vino.

El viticultor Vincent Dampt sirve
El viticultor Vincent Dampt sirve una copa de vino de Chablis en su oficina, en Chablis, región de Borgoña, este de Francia, el jueves 3 de abril de 2025. (AP foto/Thibault Camus)

“Nosotras pensamos que el vino está para disfrutarlo y que está muy bien que haya recomendaciones de cómo tomártelo para apreciar mejor los aromas, pero son eso: recomendaciones. Al final, quien te lo vas a tomar eres tú y tienes que tomártelo como te guste. Da igual lo que diga la policía del vino”, explica la experta en el vídeo. “Es una pena que muchas personas no se animen a tomar una copa de vino con hielo porque creen que están haciendo algo mal, cuando en realidad lo correcto es disfrutarlo de la manera que a cada uno le guste”.

Razones por las que no beber vino con hielo y soluciones

A pesar de que no sea un acto tan blasfémico como a veces hacen creer, existen algunos motivos para preferir no añadir cubitos de hielo a nuestra copa. La razón principal es que el vino se agua, perdiendo así parte de su sabor y su densidad original. Además, con el hielo la temperatura baja drásticamente, y el vino pierde parte de su capacidad de mostrar aromas y sabores. El resultado poco deseable es alterar la experiencia de degustación, resultando imposible encontrar los detalles sensitivos que hacen especial a ese vino.

En este sentido, cabe recordar que cada tipo de vino tiene su temperatura de consumo ideal. La bodega y museo Enate nos indica que los vinos blancos y rosados deben estar entre los 6 y los 8 °C, mientras que un tinto joven se presentará en su mejor versión entre los 10 y los 14 °C. Más calientes habrá que beber los tintos con crianza (12 a 16 °C) y de reserva (16 a 18 °C).

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Pero, ¿y si hace mucho calor y nos apetece un vino bien frío? ¿O si nuestra copa está por encima de la temperatura óptima para disfrutarlo? Hay algunas soluciones que son igual de sencillas y evitan los problemas generados por este polémico gesto. Si hace mucho calor, podemos optar por una de las soluciones que proponen desde la web de Masaveu Bodegas: “hace mucho calor y necesitamos refrescarnos de manera rápida. En este caso, quizás lo mejor sea beber un vaso de agua fría antes de empezar con una bebida alcohólica, en especial si se tiene sed”, dicen en esta página.

Puede que nuestra copa de vino haya sido lavada en un lavavajillas y aún esté caliente. Si esto ocurre, lo ideal es pedir un hielo y removerlo en la copa para poder enfriarla, y luego deshacernos del hielo. Si nuestro vino no se ha conseguido enfriar lo suficiente en el frigorífico o en la cava, hay diferentes formas de enfriar la botella rápidamente, algunas con más y otras con menos éxito. Como última opción, siempre queda añadir el hielo y sacarlo de la copa en cuanto el vino se haya enfriado a nuestro gusto, evitando así que el caldo llegue a aguarse.