Una entrenadora explica los errores más típicos al comenzar en el gimnasio: esto puedes hacer para mejorar

La rutina de entrenamiento bien planificada es clave para la obtención de resultados

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Rosa Arranz
Rosa Arranz

Septiembre es un mes de nuevos comienzos, y uno de los más habituales es apuntarse al gimnasio con ganas renovadas. Sin embargo, cuando llega octubre, muchas personas se sienten tentadas a abandonar. La falta de constancia, la ausencia de resultados visibles o simplemente no haber encontrado una rutina que motive lo suficiente, pueden hacer que esa buena intención se diluya rápidamente.

Rosa Arranz (@rooroutines), graduada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, comparte en su cuenta de TikTok consejos prácticos y rutinas para entrenar de forma más efectiva. Su contenido está enfocado en ayudar a quienes están empezando o necesitan un empujón para mantenerse firmes en sus objetivos fitness.

En uno de sus vídeos más recientes, Rosa habla desde su propia experiencia: comenta los errores que cometió al apuntarse al gimnasio por primera vez y ofrece claves para corregirlos.

Ir al gimnasio sin una rutina estructurada

Sentadilla. (Freepik)
Sentadilla. (Freepik)

Uno de los errores más comunes al empezar en el gimnasio es no tener un plan o una rutina adaptada a los objetivos personales. Ir “al tuntún”, utilizando las máquinas que estén libres sin una estructura clara, y abandonar el entrenamiento en cuanto se siente fatiga muscular, es una estrategia poco efectiva. Como incide la entrenadora Rosa Arranz: “Estás apuntada al gimnasio, lo pagas todos los meses y no ves resultados”. Esa falta de dirección es, muchas veces, la razón detrás de la frustración y el abandono.

Establecer una rutina y cumplirla marca una gran diferencia y es crucial para ir los días que uno se propone. No solo refuerza la disciplina, sino que también genera una sensación de avance. Por eso, planificar el entrenamiento ayudará a mantener el compromiso con el gimnasio.

Hacer ejercicios distintos cada semana

Chica haciendo abdominales. (Freepik)
Chica haciendo abdominales. (Freepik)

Otro error frecuente, estrechamente ligado a la falta de una planificación adecuada, es cambiar de ejercicios constantemente. Rosa Arranz reconoce que, al principio, ella misma caía en esta práctica: “Cambiaba mi rutina de entrenamiento continuamente. Una semana entrenaba espalda con ciertos ejercicios y, a la siguiente, hacía otros completamente distintos”. Lo hacía, dice, por aburrimiento, por querer probar cosas nuevas o simplemente por falta de tiempo.

Pero este enfoque no es efectivo. “Pues no, chicas, eso no puede ser”, advierte la entrenadora. Explica que para que el cuerpo genere adaptaciones y se logren progresos reales, es fundamental mantener una misma rutina durante un periodo mínimo de tiempo. Cambiar los ejercicios cada semana impide que el cuerpo se acostumbre al estímulo necesario para mejorar.

Arranz recomienda mantener la misma rutina durante al menos seis a ocho semanas —aproximadamente mes y medio— antes de hacer modificaciones. Cambiarla cada dos semanas solo por evitar la monotonía es un error común. Para avanzar, es esencial repetir ciertos movimientos durante un tiempo, ya que el progreso depende de la consistencia, no de la variedad sin propósito. Lo importante no es cambiar por cambiar, sino ajustar la rutina cuando realmente deje de ser efectiva.

Ahora bien, en lugar de reemplazar por completo una rutina, en muchos casos es suficiente con realizar pequeños ajustes: aumentar la carga, incrementar las repeticiones, reducir los tiempos de descanso o modificar el orden de los ejercicios. Mientras haya progreso, no es necesario hacer cambios. Sin embargo, si se detecta un estancamiento, entonces sí conviene introducir variaciones para continuar avanzando.