Plum cake de calabaza: la receta perfecta para acompañar las tardes de otoño

Con textura húmeda y unos sabores de lo más originales gracias a los frutos secos y frutas confitadas, se convierte en un postre único

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Plum cake de calabaza -
Plum cake de calabaza - VisualesIA

Descubre cómo el suave dulzor de la calabaza transforma el clásico plum cake en un postre irresistible y perfecto para los días más frescos. El plum cake de calabaza ofrece una miga jugosa y un aroma especiado, logrando una combinación ideal entre tradición y novedad. La integración de la calabaza aporta humedad, sabor y un sutil color, convirtiéndolo en una opción especial tanto para desayunos como meriendas.

La receta tiene raíces británicas por el concepto de “plum cake”, aunque en España se popularizó la versión enriquecida con frutas variadas. Adaptar la receta tradicional para incluir calabaza permite lograr un bizcocho más tierno y con personalidad propia. Es habitual acompañarlo de frutos secos, frutas confitadas y especias, y marida muy bien con café, infusiones aromáticas o una copa de moscatel.

Receta de plum cake de calabaza

El plum cake de calabaza destaca por su miga densa y húmeda, resultado de la combinación de mantequilla, huevos y calabaza rallada. Se caracteriza por una textura suave y un toque especiado, especialmente cuando se acompaña de frutas confitadas o frutos secos, creando un equilibrio perfecto entre dulzor y sabor tostado.

Tiempo de preparación

  • Preparación: 20 minutos
  • Horneado: 50-60 minutos
  • Enfriado: 15 minutos
  • Tiempo total estimado: 1 hora y 35 minutos

Ingredientes

  • 150 g de mantequilla sin sal (temperatura ambiente)
  • 200 g de azúcar blanco
  • 3 huevos M
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta
  • 200 g de harina de trigo
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • 50 g de leche entera
  • 200 g de calabaza cruda rallada
  • 100 g de frutas confitadas o frutos secos al gusto
  • Azúcar glas para decorar (opcional)

Cómo hacer plum cake de calabaza, paso a paso

Calabaza (AdobeStock)
Calabaza (AdobeStock)
  1. Precalienta el horno a 170 °C con calor arriba y abajo. Engrasa y forra un molde rectangular de unos 23 x 10 cm.
  2. Bate la mantequilla y el azúcar hasta lograr una mezcla cremosa y homogénea.
  3. Incorpora los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición.
  4. Agrega la vainilla y la mezcla, asegurando que quede bien integrada.
  5. Añade la calabaza rallada y remueve suavemente hasta conseguir una distribución uniforme.
  6. Tamiza la harina junto con la sal y la levadura química. Vierte sobre la mezcla anterior, alternando con la leche. Mezcla solo lo justo para evitar que el bizcocho quede duro.
  7. Incorpora las frutas confitadas o los frutos secos, mezclando suavemente.
  8. Vierte la masa en el molde y alisa la superficie con una espátula.
  9. Hornea durante 50-60 minutos. Utiliza un palillo para comprobar el punto: debe salir limpio si el bizcocho está listo.
  10. Deja enfriar en el molde durante 15 minutos, desmolda y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
  11. Espolvorea azúcar glas antes de servir, si lo deseas.

Consejos clave:

  • Utiliza huevos a temperatura ambiente para una textura más esponjosa
  • No mezcles en exceso al añadir la harina, así evitarás un bizcocho denso

¿Cuántas porciones rinde esta receta?

La receta está pensada para un molde estándar de 23 x 10 cm, rinde aproximadamente entre 8 y 10 porciones.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?

  • Energía: 310 kcal por porción
  • Grasas: 15 g
  • Proteínas: 5 g
  • Hidratos de carbono: 40 g
  • Azúcares: 23 g
  • Fibra: 2 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

El plum cake de calabaza se conserva fresco hasta cuatro días a temperatura ambiente, bien envuelto en film o en recipiente hermético. Para una mayor duración, puede almacenarse en la nevera durante una semana o congelarse hasta tres meses.