Ni agua ni vinagre: esta es la forma de limpiar la carne

Evita estos errores para tener una cocina segura y libre de bacterias

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Una persona cortando un filete
Una persona cortando un filete crudo. (Freepik)

La carne es uno de los alimentos más consumidos en el mundo y probablemente también uno de los protagonistas de tu dieta. Muchas personas, antes de cocinarla, tienen la costumbre de lavarla.

Los métodos más habituales suelen ser el agua y, en algunos casos, el vinagre. Aunque pueda parecer que hacer esto es bueno, lo cierto es que, según explica una cuenta de TikTok especializada en el cocinado de la carne (@theroasterbarriles), podría ser contraproducente.

Cómo limpiar la carne correctamente

Al abrir una pieza de carne, como pollo, ternera o cerdo, es común percibir un olor intenso. Esta reacción suele estar relacionada con la presencia de oxígeno atrapado en el envase durante el proceso de almacenamiento. El olor característico desaparece después de que la carne permanezca a temperatura ambiente durante unos minutos.

La forma más segura y recomendada de limpiar la carne no implica el uso de agua ni de soluciones ácidas como el vinagre. De hecho, lavar la carne supone diferentes riesgos, ya que el agua facilita la dispersión de bacterias presentes en la superficie hacia la cocina, los utensilios y otras superficies, lo que incrementa el riesgo de contaminación cruzada.

Por otra parte, ningún enjuague superficial puede eliminar los microorganismos patógenos potencialmente presentes en el interior de la carne. El calor es el único método efectivo para eliminarlos.

Muchas veces al cocinar la carne pierde jugos y textura. Un experto ofrece un consejo esencial para mejorar su preparación (Podcast generado con IA)

Al recibir la carne, es aconsejable sacarla del envase y colocarla sobre un recipiente limpio o una superficie dedicada exclusivamente a este fin. Lo siguiente es dejarla reposar a temperatura ambiente durante quince minutos. Este tiempo permite que el oxígeno residual abandone la superficie y que posibles olores se disipen de manera natural.

Durante este periodo, las bacterias no se eliminan, pero tampoco se expanden, siempre y cuando la carne no permanezca fuera del frigorífico más tiempo del necesario. Después del reposo, se deben retirar posibles zonas con exceso de líquidos o sangre con un papel absorbente.

Para manipular la carne de manera segura, es fundamental lavarse las manos antes y después de tocarla. También es importante lavar todo tipo de herramientas y superficies con las que ha estado en contacto. Si se sigue este procedimiento, la limpieza física y microbiológica de la carne sólo dependerá del cocinado a la temperatura adecuada.

Consejos para evitar la contaminación cruzada en la cocina

La contaminación cruzada ocurre cuando las bacterias de la carne cruda pasan a otros alimentos, utensilios o superficies, aumentando el riesgo de intoxicaciones alimentarias. Para evitarlo, es recomendable separar la carne de otros productos, especialmente los que se comen crudos, como pueden ser ensaladas, frutas o pan.

Utilizar tablas y cuchillos exclusivos para cortar la carne ayuda a reducir este riesgo. Tras manipular carne cruda, se deben lavar cuidadosamente las manos con agua y jabón, junto con todos los utensilios y superficies que hayan estado en contacto.

Es importante recordar que no solo las tablas o cuchillos requieren atención, sino también otros materiales que suelen utilizarse durante la preparación. Cambiarlos con frecuencia y mantenerlos limpios contribuye a una cocina más segura.