Las personas con poca inteligencia emocional suelen utilizar estas frases, según Harvard

Nuestra forma de comunicarnos es clave para determinar cuál es nuestra capacidad emocional y cómo gestionamos los conflictos

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(IStock)
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La forma en que nos comunicamos, en especial a través de las palabras que elegimos, tiene un impacto directo en cómo gestionamos nuestras emociones y cómo nos relacionamos con los demás. Según la Universidad de Harvard, nuestro lenguaje refleja profundamente nuestra capacidad para reconocer, entender y manejar nuestras emociones, así como las de quienes nos rodean. De esta forma, ciertas frases cotidianas pueden ofrecer pistas sobre una baja inteligencia emocional, un indicador de dificultades para manejar los sentimientos propios y ajenos.

La inteligencia emocional, esa habilidad crucial que nos permite identificar, controlar y comunicar nuestras emociones de manera efectiva, es fundamental tanto para el éxito profesional como para el cultivo de relaciones saludables. No obstante, muchas personas luchan por desarrollarla. Y, sorprendentemente, es en las interacciones diarias, a través de frases aparentemente inofensivas, donde se revelan deficiencias emocionales. Estas señales sutiles pueden sugerir una falta de empatía, rigidez emocional o la incapacidad de reflexionar sobre nuestras propias actitudes.

Frases comunes que revelan baja inteligencia emocional

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  • “Soy así, y punto”: Las palabras que usamos no solo reflejan lo que sentimos, sino que también pueden indicar cómo nos relacionamos con los demás. Las personas con baja inteligencia emocional a menudo recurren a frases que desestiman o invalidan los sentimientos de los demás. Frases como esta, aunque aparentemente simples, demuestran una falta de disposición para la introspección y el crecimiento personal. Esta actitud rígida impide la apertura al cambio y al diálogo genuino.
  • “Estás exagerando, no es para tanto”: Esta expresión no solo minimiza las emociones de la otra persona, sino que también crea una desconexión emocional, al desvalorizar el dolor o la frustración que esa persona está experimentando. La empatía se ve anulada, y la persona que recibe la respuesta se siente invalidada y aislada, lo que erosiona la confianza.
  • “Si estás enfadado/a, es tu problema”: Con esta expresión, se rechaza toda responsabilidad en el conflicto, ignorando el impacto que las propias acciones o palabras puedan haber tenido en la otra persona. Este tipo de actitud defensiva no solo intensifica el malestar, sino que bloquea cualquier posibilidad de resolución, alimentando resentimientos y tensiones.
  • Si te importa, bien; si no, me da igual: Esta muestra de indiferencia es una señal alarmante de una desconexión emocional profunda. El rechazo explícito a lo que siente el otro corta cualquier vínculo auténtico, limitando la compasión y la posibilidad de establecer una relación significativa.

Otros signos de baja inteligencia emocional

Existen cuatro tipos de apego:
Existen cuatro tipos de apego: seguro, ansioso, evitativo y desorganizado (Freepik)

Las señales de baja inteligencia emocional no se limitan solo a lo que decimos; también se reflejan en nuestras acciones y reacciones. Las personas con dificultades para gestionar sus emociones tienden a reaccionar de manera impulsiva, mostrando una ira desmedida o una incapacidad para regular sus sentimientos. Por ejemplo, una persona que estalla frecuentemente ante situaciones de estrés o que tiene problemas para perdonar, demuestra signos de inmadurez emocional.

En ocasiones, esta falta de control puede derivar en ansiedad constante, aislamiento social o disputas recurrentes. Reconocer estos patrones de comportamiento es fundamental para identificar las deficiencias emocionales y comenzar a trabajar en su mejora.

Señales de alta inteligencia emocional

Por otro lado, las personas con alta inteligencia emocional se caracterizan por un estilo de comunicación que fomenta la comprensión, la empatía y la cooperación. En lugar de invalidar los sentimientos de los demás, buscan validar y entender las emociones ajenas. Expresiones como “no estoy de acuerdo, pero respeto tu punto de vista” o “me alegro por ti, felicidades”, demuestran una disposición a aceptar la diferencia sin juicio, promoviendo el respeto mutuo.

Además, preguntas como “¿Cómo te sentiste?" muestran un interés genuino por conocer y comprender las emociones del otro, creando un espacio de apoyo emocional que fortalece la relación y construye confianza.