El presidente de una empresa despide a la jefa de recursos humanos, su amante, después de que la directora, su mujer, descubriera el romance

Una sentencia obliga a un supermercado a indemnizar con 20.000 euros a una empleada despedida por su relación con el presidente, en un caso que destapa un patrón de conflictos en la compañía

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Muchos trabajadores, al ser despedidos, se enfrentan a diversas complicaciones. Los despidos improcedentes son una práctica frecuente y aquí te explicamos los que es.

Un tribunal francés ha dado un golpe de autoridad en materia laboral al condenar a un supermercado de Yvelines a indemnizar con 20.000 euros a su exdirectora de recursos humanos, forzada a dimitir en 2019 tras descubrirse su relación con el presidente de la compañía. Este último caos se suma a recientes escándolos en varias multinacionales por asuntos sentimentales similares, como el del director ejecutivo de Astronomer y su directora de recursos humanos sorprendidos en público de un concierto de Coldplay, ambos obligados posteriormente a abandonar sus puestos, o el del director general de Nestlé destituido por ocultar su relación con una subordinada.

Lo que comenzó como una relación profesional entre el presidente de un supermercado y su directora de recursos humanos derivó, año y medio después de la entrada en la empresa de la segunda, en un romance discreto que se prolongó durante más de doce meses, según relata el diario Le Figaro. Sin embargo, la situación cambió radicalmente cuando la esposa del directivo, que además ocupaba el cargo de directora general de la empresa, descubrió el vínculo en 2019. Todo parecía estable hasta abril de ese año, cuando recibió en plena madrugada una serie de mensajes de texto: “Ella sabe todo”, “He tenido que confesar”, “Me amenaza con divorciarse y quitarme a mis hijos” y, finalmente, “Mañana vienes y firmas tu carta de despido”.

La trabajadora lleva el caso a los tribunales

Al presentarse en su puesto, la trabajadora pidió una salida pactada, pero el presidente se negó a firmarla y le exigió que ella misma redactara su propia carta de despido. Finalmente fue cesada por “falta grave”, un argumento que más tarde los tribunales consideraron carente de base.

Tras su despido, la exdirectora de recursos humanos decidió acudir a los tribunales laborales. El primer fallo le dio la razón, al considerar que la ruptura obedecía a motivos personales y no profesionales. El empresario recurrió sin éxito: tanto el juez de ejecución de sentencias como la Corte de Apelación confirmaron que el despido había sido irregular y que correspondía indemnizar a la trabajadora.

Dos trabajadores en una oficina.
Dos trabajadores en una oficina. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Lejos de aceptar el veredicto, el empleador persistió en no pagar las indemnizaciones, lo que llevó a la afectada a acudir a la máxima instancia judicial. El 4 de junio de 2025, la Corte de Casación zanjó el asunto con una sentencia. En su resolución, los jueces subrayaron que cualquier trabajador “tiene derecho, incluso en el tiempo y el lugar de trabajo, al respeto de la intimidad de su vida privada” y que fundamentar un despido en un hecho estrictamente personal supone una vulneración de una libertad fundamental. Con ello, la empresa fue condenada a abonar 20.000 euros en concepto de daños e intereses.

Un problema recurrente en la empresa

El escándalo reveló un patrón que no era nuevo dentro de la compañía. Según Le Parisien, la anterior directora de recursos humanos también había sido despedida después de mantener una relación con el presidente. A su vez, la sucesora de la demandante optó por dimitir al considerar que el directivo mostraba un comportamiento demasiado cercano hacia ella. Estos episodios reflejan un historial de conflictos recurrentes en la gestión de personal y ponen de manifiesto la falta de límites entre la esfera privada del presidente y la estructura organizativa de la empresa.