El asiento que eliges para sentarte en una reunión importante revela quién eres como profesional, según un profesor de comunicación verbal y no verbal

La distribución revela relaciones de poder, tensiones y afinidades, por lo que este conocimiento puede emplearse para influir en la percepción que el resto tiene de uno mismo

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El asiento que se elige
El asiento que se elige en una reunión de trabajo determina las relaciones de poder y el tipo de profesional que se es (Freepik)

En una reunión importante de trabajo, existen factores invisibles que influyen en el desarrollo de la conversación y en la percepción que los demás tienen de quienes participan. Aunque el foco en estos encuentros se encuentra en el orden del día, los informes que se van a presentar o la estrategia que debe definirse, tener también en cuenta esto es fundamental en cuestiones de liderazgo, confianza y relaciones empresariales.

Esto no solo se refleja en la postura, sino que, pese a que pueda parecer algo menor, el lugar que se escoge para sentarse también tiene un papel importante en este sentido: la distribución alrededor de una mesa refleja relaciones de poder, afinidades, tensiones y aspiraciones dentro de un grupo.

Así lo explica Dustin York, doctor en Educación y profesor en programas de comunicación de la Universidad de Maryville (Missouri, Estados Unidos). Su larga experiencia en relaciones públicas con agencias, empresas y dentro de la política le ha convertido en un experto orador y, de hecho, su investigación se ha centrado en la comunicación verbal y no verbal, con especial hincapié en el recuerdo de la información oral por parte del público según la manera en la que se comunique.

En un artículo publicado en el medio Quartz, especializado en historias empresariales, York destaca que “dónde y cómo te sientas durante una reunión de negocios tiene un efecto en cómo te perciben”. Así, “cada asiento en una mesa de conferencias cumple una función específica” y conocerla no solo revela “quién eres como profesional”, sino que también permite aprovechar este conocimiento para influir en la opinión que el resto de los asistentes tiene de uno mismo.

De los extremos de la mesa a los asientos entremedias

Como en la mayoría de eventos y encuentros, existe un lugar privilegiado para el organizador o líder. El investigador destaca que este es el asiento del poder, “el más visible de la sala, la cabecera”. La persona que ocupa este espacio, situado al final de la mesa y con contacto visual hacia la puerta, recibe “la mayor influencia”: "Esta posición clave te coloca en el centro de la conversación, donde puedes usar tu perspectiva privilegiada para controlarla. Así que, si buscas captar la atención y dirigir el rumbo de una reunión, asegúrate de conseguir este asiento". Cuando la mesa está dispuesta en forma de U o esta es redonda, este asiento principal será el ubicado en el centro, hacia la puerta.

Una reunión de trabajo (Freepik)
Una reunión de trabajo (Freepik)

Los asientos inmediatamente siguientes a la silla del poder “representan a quienes están a continuación en la jerarquía política de la oficina o a quienes aspiran a serlo”. Así, York recomienda que “si buscas ascensos, dirígete directamente a cualquiera de estos codiciados asientos”. Sin embargo, estos dos también tienen diferencias: “Una investigación realizada por la Universidad de Oregón ha indicado que sentarse a la izquierda de una persona en el asiento de poder genera mucha más preferencia, mientras que el asiento a su derecha suele considerarse más poderoso. Depende de ti congraciarte con la persona al mando o reclamar tu propia autoridad”.

Justo enfrente del asiento de poder, en el otro extremo de la mesa, pero de espaldas a la puerta, se encuentra el punto focal, el lugar hacia donde mira la persona privilegiada: “Es probable que la persona sentada aquí tenga una fuerte opinión sobre un tema y quiera liderar la discusión e influir en las opiniones”, explica el profesor. “No hay mejor asiento que este para destacar y tomar el control”. No obstante, York recuerda que debe tenerse en cuenta que elegir este asiento es una demostración de que se es “una fuerte competencia”.

En cuanto al resto de los asientos, situados entremedias de ambos extremos, el investigador de Maryville destaca que “sentarse frente a alguien puede fomentar un ambiente competitivo y defensivo, lo que aumenta las posibilidades de debate e incluso hostilidad”. Es por este motivo por el que las personas afines o con ideas parecidas eligen espacios contiguos. Teniendo en cuenta esto, York destaca que esta posición puede utilizarse estratégicamente: “Si quieres mitigar la tensión entre tú y un compañero de trabajo con el que has estado enfrentándote en un proyecto, siéntate a su lado”.

La postura al sentarse también es clave

Se elija uno u otro asiento, el experto en lenguaje no verbal explica que también es importante la posición a la hora de colocarse en la silla: “El lenguaje corporal de una persona dice mucho y queremos que el nuestro transmita apertura, entusiasmo y lealtad”.

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Para ello, utiliza la metáfora del “juego de la lava”: “Imagina que la mitad trasera de tu silla es lava caliente. Esto te obligará a sentarte hacia adelante, dándote dos opciones, sentarte derecho con una buena postura o inclinarte ligeramente hacia adelante”. Esto se traducirá en sensación de compromiso, confiabilidad y mayor simpatía.

“Por el contrario, sentarse hacia atrás o inclinarse hacia un lado es lo mismo que alejarse psicológicamente, colocando una barrera invisible de la misma manera que ocurre al cruzar los brazos. Esto puede ser interpretado como falta de interés, algo que siempre se desea evitar en una reunión importante.