Grasa corporal y testosterona, un cóctel para entender la salud sexual de los hombres: “La obesidad empeora la función de los testículos”

A medida que aumenta la cantidad de grasa corporal, se incrementa el riesgo de sufrir disfunciones sexuales

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El doctor François Peinado, urólogo
El doctor François Peinado, urólogo experto en salud sexual masculina (Cedida)

Existe un vínculo entre la grasa corporal y la testosterona cuyo efecto en la salud sexual de los hombres es desconocido para la gran mayoría. Esta relación constituye un eje fundamental para comprender tanto la aparición de disfunciones sexuales y metabólicas como las estrategias para optimizar el bienestar físico y mental. La interacción entre estos factores no solo incide en la prevención de problemas como la disfunción eréctil y la pérdida de deseo, sino que también influye en la energía diaria o el estado de ánimo.

La grasa corporal contiene aromatasa, una enzima que convierte la testosterona en estradiol, una hormona estrógena. Aunque los hombres también tienen estrógenos (las hormonas sexuales principalmente femeninas), unos niveles elevados pueden pueden provocar desajustes en la testosterona. De esta manera, a medida que aumenta la cantidad de grasa corporal, se incrementa la actividad de la aromatasa, lo que puede repercutir en la función sexual y metabólica.

El doctor François Peinado, urólogo especialista en medicina sexual masculina y cirugía de pene, explica que, en los hombres con obesidad, es frecuente la resistencia a la insulina. Esta a su vez se asocia a una disminución de los niveles de testosterona y a una disfunción gonadal funcional. Este fenómeno se agrava por la reducción de la SHBG (globulina transportadora de hormonas sexuales), una proteína que regula el equilibrio entre la testosterona total y la fracción libre o bioactiva.

Además, “la obesidad empeora la función testicular por estrés térmico”. “Los testículos están situados en la bolsa escrotal y no dentro del abdomen por una razón fundamental: necesitan una temperatura más baja que la corporal para funcionar correctamente. La producción de espermatozoides (espermatogénesis) y la síntesis de testosterona dependen de que la temperatura testicular se mantenga aproximadamente 2 a 4 °C por debajo de la temperatura central del cuerpo", aclara el doctor Peinado para Infobae España.

Cuando los testículos se exponen de forma prolongada a estrés térmico (por ropa muy ajustada, uso continuo de ordenadores portátiles sobre el regazo, saunas, baños calientes, trabajos en ambientes de alta temperatura...), se pueden producir alteraciones importantes. Para evitarlas, el doctor Peinado recomienda “evitar exposición prolongada a fuentes de calor directo, usar ropa interior que permita ventilación adecuada, limitar el uso de saunas y baños calientes en pacientes que buscan fertilidad y tratar patologías que elevan la temperatura local, como el varicocele”.

Un hombre con obesidad (Hospital
Un hombre con obesidad (Hospital Universitario La Luz)

Así afectan los niveles de testosterona en la grasa corporal

Por otro lado, la testosterona influye de manera directa en la composición corporal. Esta hormona contribuye al mantenimiento de la masa muscular magra, lo que incrementa el metabolismo basal y facilita el control del peso y la reducción de la grasa corporal. Según el doctor, la testosterona favorece una distribución adiposa menos centrada en la grasa visceral, considerada la más perjudicial para la salud cardiovascular y metabólica.

En hombres diagnosticados con hipogonadismo (una afección en la cual el cuerpo no produce suficiente testosterona o espermatozoides), la terapia de reemplazo con testosterona (TRT) suele asociarse a una disminución de la masa grasa y un aumento de la masa magra, siempre que se administre bajo indicación y supervisión médica. La pérdida de peso mediante fármacos antiobesidad de la familia de los GLP-1, como la semaglutida o la tirzepatida, también puede contribuir a normalizar los niveles de testosterona en varones con obesidad o diabetes tipo 2. Aunque estos medicamentos no sustituyen a la TRT en quienes la requieren, resultan útiles para interrumpir el círculo vicioso entre obesidad y baja testosterona.

Episodio: ¿Es la obesidad una enfermedad?.

La comprensión de esta relación bidireccional entre grasa corporal y testosterona permite abordar de manera más eficaz tanto la prevención como el tratamiento de los trastornos asociados, a la vez que se optimiza la salud integral del hombre. “Cuidar tu composición corporal, tu sueño y tus niveles hormonales es cuidar tu salud sexual. Todavía hay mucho por mejorar, pero tenemos herramientas eficaces y seguras cuando se usan con buen juicio clínico”, declara el doctor Peinado.