El error “super frecuente” que comenten los médicos, según uno de ellos: “El paciente cree que no es algo importante”

A través de su perfil @dr.adarraga, el médico ha compartido un video que suma 42.600 reproducciones, en el que describe con detalle situaciones comunes en las consultas y sus consecuencias sobre la salud de los pacientes

Guardar
El error “super frecuente” que
El error “super frecuente” que comenten los médicos, según uno de ellos (Pexels)

El doctor Javier Adarraga, residente especializado en cardiología deportiva, ha planteado un debate en redes sociales sobre un error “super frecuente” en la atención médica a pacientes cardíacos. A través de su perfil @dr.adarraga, el médico ha compartido un video que suma 42.600 reproducciones, en el que describe con detalle situaciones comunes en las consultas y sus consecuencias sobre la salud de los pacientes.

La reflexión del especialista parte de un caso frecuente dentro de la consulta de cardiología: “Tenemos un paciente que, por ejemplo, sufrió un infarto hace unos meses y lo estamos viendo en la consulta”, explicó. Estos perfiles suelen reunir factores de riesgo variados: “Típico paciente, hipertenso, obeso, dislipémico, prediabético”. Según relató Adarraga, la práctica médica se orienta habitualmente a revisar análisis, ajustar medicación y dar recomendaciones generales, guiados por protocolos y las guías de las sociedades científicas.

“Vemos cómo está y le decimos, tiene que hacer ejercicio, porque las guías cardiológicas nos dicen que los pacientes tienen que hacer ejercicio”, expuso el médico, quien señala que la indicación habitual en muchos profesionales se reduce a consejos vagos. “El paciente nos mira y nos dice, ¿qué tengo que hacer? Y nuestra respuesta normalmente es: Pues salga a caminar”, reconoce. En ese punto, el cardiólogo identifica el comienzo del problema.

Instrucciones “laxas”

El error “super frecuente” que
El error “super frecuente” que comenten los médicos, según uno de ellos (@dr.adarraga)

Con frecuencia, la reacción del paciente tras recibir esa consigna es pedir detalles: “El paciente, como en criterio, te dice, vale, pero ¿cuánto tiempo? ¿Cuántos días? ¿Cuánta distancia?”, expone. Así, sin una respuesta concreta, la instrucción se diluye: “Y tú, bueno, poco a poco, según vaya tolerando”. Hasta el momento, el doctor asume que la respuesta es un “error, por dos motivos”.

El primero de ellos afecta la percepción que tiene el paciente sobre la importancia de la actividad física como parte de su tratamiento. Adarraga lo expone así: “Cuando damos unas instrucciones muy laxas, el paciente se queda con la sensación que es algo secundario, que no es importante". Y es que, normalmente los pacientes suelen pensar: “Me han dicho que tengo que tomar esta medicación todos los días a la comida, pues la tomaré todos los días a la comida. Pero el ejercicio, bueno, cuando pueda y haga bueno. Nah”. Tras ello, se llega al segundo problema. Completamente vinculado con el modelo de medicina moderna, es que se tiende a equiparar la actividad física a una recomendación, no a una prescripción: “Nosotros no recomendamos ejercicio, lo prescribimos. Y al igual que damos una prescripción para una medicación, tenemos que dar una prescripción de ejercicio”.

Así, para realizar correctamente la indicación, el especialista propone utilizar el acrónimo FIT, popular en la literatura médica: “Frecuencia, intensidad, tiempo y tipo". Adarraga insiste, además, en la dimensión práctica de la prescripción: “Cuando prescribimos ejercicio, estas son las pautas a seguir. Y si no prescribimos, no lo van a hacer”. En este sentido, explica que la frecuencia se refiere a los días de la semana que se practica el entrenamiento. La intensidad a si es “baja, media o alta”: “Aquí, si tenemos una argospirometría, podemos afinar un poquito más estos parámetros”, afirma.

Mientras que el tiempo para saber “¿cuánto tiempo tengo que hacer este ejercicio? ¿Media hora? ¿Una hora? ¿Dos horas?”, así como “la progresión, cómo variar el ejercicio con el tiempo”. Finalmente enumera el tipo: “¿Qué ejercicio va a hacer? ¿Ejercicio de fuerza? ¿Correr? ¿Bicicleta? ¿Nadar? Una mezcla de todo lo anterior”, responde. De este modo, el cardiólogo cierra su consejo a la comunidad médica con un mensaje subrayado: “El mensaje es claro: si no prescribimos, no se cumple”.