Un abogado explica qué ocurre si te despiden mientras estás de vacaciones y advierte: “No dejes pasar el tiempo”

A veces, la tranquilidad de las vacaciones puede verse interrumpida por noticias inesperadas, como recibir una carta de despido

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Un abogado explica qué ocurre
Un abogado explica qué ocurre si te despiden mientras estás de vacaciones. (Montaje Infobae España/TikTok)

Las vacaciones son, para muchos trabajadores, un momento de desconexión y descanso tras meses de esfuerzo laboral. Sin embargo, en algunos casos, la tranquilidad de las vacaciones puede verse interrumpida por noticias inesperadas, como recibir una carta de despido. Esta situación genera muchas dudas sobre los derechos de los empleados y los plazos que deben tenerse en cuenta si se decide actuar legalmente.

En España, los despidos durante las vacaciones son más frecuentes de lo que se piensa. Situaciones como las bajas de actividad de las empresas en verano, reestructuraciones organizativas o decisiones empresariales que coinciden con los meses estivales pueden conllevar la rescisión de contratos justo cuando los trabajadores están fuera de su puesto. Estas circunstancias suelen dejar a los empleados en una posición de vulnerabilidad, especialmente si desconocen los procedimientos legales que deben seguir o los plazos que existen para reclamar.

“Cuidado con los despidos en agosto y en vacaciones”

El abogado laboralista Juanma Lorente, conocido por su labor divulgativa en redes sociales (@juanmalorente_laboritsta), advierte sobre este tipo de despidos y recalca la importancia de actuar con agilidad. El letrado señala que es habitual que algunos empleados, al recibir la notificación de despido durante sus días de descanso, retrasen la toma de decisiones bajo el falso convencimiento de que los plazos legales se paralizan por estar de vacaciones.

Lorente comenta: “Cuidado con los despidos en agosto de vacaciones. No dejes pasar el tiempo porque yo he visto a gente que le ha llegado el despido de vacaciones estando en la playa en agosto, y dice ‘bueno, ya cuando llegue veré si llama a un abogado, veré si mi asesor de viajes a las vacaciones y tranquilo y ya; bueno, veo si demanda’. Esto es un error”.

El principal aspecto que recalca el especialista es la existencia de un plazo legal de 20 días hábiles para presentar una demanda por despido improcedente o nulo. Este plazo comienza a contar desde el día siguiente a la notificación del despido, sea cual sea la circunstancia personal o laboral del trabajador, incluyendo el periodo vacacional.

Muchos trabajadores, al ser despedidos, se enfrentan a diversas complicaciones. Los despidos improcedentes son una práctica frecuente y aquí te explicamos los que es.

“Si te despiden estando de vacaciones, te despiden en agosto, en junio, en mayo, estando de baja, tienes 20 días hábiles para demandar”, explica Lorente. Y añade: “Por más que tú pienses que estando en agosto no corre el plazo y tranquilamente cuando vuelvas de vacaciones en septiembre vas a poder poner una demanda. Pues esto no es así”.

“Hay gente que podría haber demandado y conseguir una gran indemnización”

Esta aclaración es clave, ya que uno de los principales errores que cometen algunos trabajadores consiste en considerar que es posible esperar hasta finalizar las vacaciones para iniciar las gestiones legales, sin consecuencias negativas. Lorente advierte sobre las repercusiones de este retraso: “Conozco casos de gente que podría haber demandado y podría haber conseguido una gran indemnización por despido por el mero hecho de haberse producido en agosto. Se ha pensado que no pasaba nada y ahora se arrepiente de no haber demandado”.

El abogado laboralista insiste en la importancia de consultar con especialistas en derecho laboral lo antes posible, incluso si la notificación de despido se produce en un momento incómodo, como durante las vacaciones. Según su experiencia, actuar de manera diligente puede marcar la diferencia entre conservar o perder la posibilidad de reclamar una indemnización o de obtener la readmisión en el puesto de trabajo. “Por lo tanto, y aunque sea una situación incómoda, si estás de vacaciones y te llega la carta de despido, asesórate porque después a lo mejor es demasiado tarde”, concluye Lorente.