Cinco hábitos para dejar de tener pereza, según la ciencia

Estos son los hábitos que debes seguir para cumplir los objetivos que te propones

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Imagen de recurso en la que se muestra a una persona con pereza. (Mario Sar)

Cuántas veces has dicho que dejabas para mañana algo que podías haber hecho ese día. Sin duda uno de los mayores problemas a la hora de querer ser productivo es la pereza. Para evitar este obstáculo, se pueden adoptar rutinas que cambien por completo tus hábitos.

Una psicóloga ha dado cinco consejos para dejar de tener pereza en el programa Para todos la 2. Su nombre es Patricia Ramírez y estas son las cinco claves que da para erradicar este problema de tu vida.

Haz introspección para vencer la pereza

El primer paso es acudir a la autorreflexión. Tienes que identificar lo que origina esa pereza. Muchas veces se debe a que algo te desmotiva, el miedo al fracaso o el agotamiento físico o mental que conlleva esa acción.

La falta de ganas suele tener su origen en factores emocionales y en hábitos poco efectivos. En algunos casos, la ausencia de un propósito claro favorece a la aparición de la pereza. Si no tienes un motivo claro por el que actuar, te costará ponerte en marcha. Por otra parte, el temor por decepcionar a la gente de tu entorno o no estar a la altura pueden jugar un papel clave.

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Establece una rutina

Para vencer a la procrastinación es imprescindible establecer una rutina. La fuerza de voluntad es un recurso limitado y la motivación no siempre va a estar presente. Por este motivo, tienes que marcar unas pautas lo antes posible.

Gracias a ello, enfrentarte a la actividad que antes te costaban ya no va a ser un reto. De hecho, será algo que te saldrá de manera automática. Un ejemplo muy bueno para entenderlo es lavarse los dientes. Es una acción que muy rara vez te da pereza debido a que ya la tienes asociada a una rutina.

Hazlo

La pereza nace, en muchos casos, porque no actúas. En el momento que pienses en que tienes que hacer algo no te lo empieces a replantear en bucle, toma la iniciativa y anticípate a la pereza. Una vez realices algo que no te apetecía, la sensación de que has conseguido un logro será muy reconfortante.

Ayúdate a conseguir tus objetivos

Tienes que ser tu mejor aliado. Para ello, empieza a ser consciente del objetivo que quieres cumplir y empieza a ayudarte de la mejor manera posible. Por ejemplo, si tienes en mente leer más, deja un libro en la mesilla de noche para verlo todos los días. En el caso de que quieras concentrarte, intenta eliminar distracciones como el móvil o la televisión.

Tus palabras marcan el camino

Las palabras que te dices a ti mismo son más importantes de lo que crees. Si repites frases como “me da mucha pereza” o “ya lo haré mañana” estás reforzando los estímulos negativos.

La psicóloga recomienda sustituir este tipo de pensamientos por frases más sutiles que puedan motivarte. Un ejemplo de esto sería decirte ”hoy es el mejor día para empezar" o “voy a hacerlo aunque no tenga ganas”.