Qué pasa si comes sandía todos los días: estos son cinco de sus efectos secundarios

Esta fruta tiene numerosos efectos positivos, pero los expertos alertan de los peligros asociados a un consumo excesivo

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Imagen de recurso de una
Imagen de recurso de una sandía. (Adobe Stock)

La sandía es una de las frutas más refrescantes que existen. Está compuesto por un 92% de agua y, sin duda, es una de las opciones más apetecibles en verano. Su consumo en esta época del año se incrementa notablemente, formando parte de la dieta diaria de muchas personas.

Aunque la fruta sea, en líneas generales, un alimento saludable, hay que consumirla de manera moderada. Lo recomendable es que se ingieran tres raciones diarias, pero debes incluir bastante variedad para que tu dieta sea la más equilibrada.

Si eres de esas personas que come sandía todos los días, tienes que tener cuidado. Pese a que tenga numerosas propiedades positivas, algunos expertos apuntan que su consumo excesivo de manera diaria puede derivar en reacciones que afecten de manera negativa a la salud.

Problemas derivados de un consumo excesivo

Uno de los efectos que señalan los expertos son los problemas digestivos en los que puede derivar. Esto se debe a la alta cantidad de fructosa que contiene, que puede resultar especialmente perjudicial para las personas que padecen el síndrome del intestino irritable.

En los casos más extremos podría desencadenar síntomas gastrointestinales como hinchazón, diarrea o dolor abdominal. La intolerancia severa podría derivar en daño renal o hepático, aunque es muy poco probable.

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El potasio es otra de las razones por las que puede representar un problema para las personas con enfermedades renales, cardíacas o que toman medicamentos que afectan el metabolismo de este mineral. Un exceso de este puede derivar en una hiperpotasemia, una condición que altera el ritmo cardíaco y puede requerir atención médica urgente. Además, quienes padecen diabetes tipo 1, insuficiencia cardíaca o deficiencia de hormonas suprarrenales presentan una mayor vulnerabilidad ante los efectos de niveles elevados de potasio.

El alto contenido glucémico también representa otro problema. Su índice oscila entre 74 y 80 en una escala de 100, por lo que eleva muy rápido el nivel de azúcar en sangre. Pese a que esto no suponga un problema a niveles generales, se debe tener en cuenta a la hora de su ingesta excesiva.

En el ámbito de las reacciones alérgicas, la sandía puede provocar respuestas graves, aunque poco frecuentes, especialmente en individuos con alergia a las gramíneas o a la ambrosía. Se han documentado casos de anafilaxia tras la ingesta de sandía, aunque cabe destacar que es muy poco habitual.

Cantidad recomendada y beneficios

Si has leído el artículo no debes alarmarte. La sandía es un gran aliado para tu dieta si se consume de manera adecuada. Lo recomendable es comer entre 150 y 200 gramos al día, cantidad que dependerá se diferentes parámetros como tu sexo o tu peso. Sin embargo, no debes consumirla todos los días, lo ideal es consumirlo cuatro días a la semana.

La sandía es muy beneficiosa debido a su alto contenido en agua y su bajo nivel calórico. También contiene propiedades esenciales como la vitamina A, C y antioxidantes. Por otra parte, también tiene un alto contenido en fibra, por lo que, si se consume de manera adecuada, es ideal.