Las hospitalizaciones de adolescentes por depresión crecen un 1.200% en 20 años: “La pandemia actuó como un detonante”

Más de 100.000 adolescentes han sido ingresados por problemas de salud mental en dos décadas

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Un paciente en un hospital
Un paciente en un hospital (Adobe Stock).

Las hospitalizaciones de adolescentes por depresión en España han aumentado más de doce veces entre 2000 y 2021, según un estudio nacional publicado en el Journal of Affective Disorders. La investigación liderada por Eduardo González-Fraile y Vicente Soriano de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) alerta de “un incremento significativo de los ingresos relacionados con la depresión” entre adolescentes en las últimas dos décadas, donde se ha pasado de 173 a 1.779 hospitalizaciones.

El estudio analiza los datos del Registro Nacional de Altas Hospitalarias para pacientes de entre 11 y 18 años entre el año 2000 y el 2021. En este periodo, los centros españoles registraron 118.609 ingresos por razones de salud mental en este grupo de edad, de los que 9.881 se debieron a una depresión. La incidencia anual pasó de 16 a 212 hospitalizaciones por cada 10.000 adolescentes, lo que supone un incremento del 1.217%.

Aunque las hospitalizaciones por cualquier causa se han reducido un 22% en las últimas dos décadas (27% entre adolescentes), los internamientos por diagnósticos psiquiátricos aumentaron un 88%. De media, los pacientes ingresados por depresión tenían 16 años, con una tasa de hospitalización más alta entre los 14 y los 17 años. Ellas representaban el 74,3% de las hospitalizaciones, con una media de 7 días de estancia, dos días más que en cualquier otra patología de salud mental.

El covid, un detonante para las hospitalizaciones

Los resultados revelan un crecimiento exponencial en los ingresos por depresión en este grupo de edad, en el que el Covid-19 supuso un “detonante” para el aumento de las hospitalizaciones e incluso rebajaron ligeramente la edad media de los pacientes. “La pandemia de Covid-19 actuó como un detonante para el trastorno depresivo entre los adolescentes españoles", explican los autores, pero el incremento de hospitalizaciones se remonta a la década del 2010, aseguran.

El estudio identifica dos momentos clave en el aumento de ingresos: 2016, cuando se actualizó el sistema de codificación diagnóstica en los hospitales, y 2021, tras la pandemia de COVID-19. Sin embargo, los autores advierten que la tendencia alcista comenzó ya en 2011. “Si dividimos el periodo del estudio en dos partes, casi dos cuartos de las admisiones ocurrieron en la última década“, señalan.

Las causas pueden estar en el mayor uso de redes sociales, el aislamiento social, el estrés académico y la inestabilidad familiar, además de una mayor conciencia social sobre la salud mental y una mejor detección de los casos graves.

Depresión y riesgo de suicidio: una relación preocupante

Los autores apuntan que la depresión durante la adolescencia se relaciona con un incremento del riesgo de abuso de sustancias, que fue la comorbilidad más común entre los casos analizados: de los más de 9.800 adolescentes ingresados por depresión, 911 presentaban signos de adicción (9,2%).

Pero el trabajo destaca, sobre todo, la fuerte asociación entre depresión y conductas suicidas en adolescentes hospitalizados. El 3,5% de los ingresos por depresión presentaron comportamientos suicidas (341 pacientes), una proporción significativamente mayor que en otros trastornos mentales. Aunque la mortalidad hospitalaria fue baja (0,2%), el riesgo aumentaba a la par que la edad de los pacientes.

La salud mental es intangible que cada vez se nombra con más asiduidad entre los deportistas de élite que pagan un peaje, invisible a ojos de los aficionados, pero extremadamente duro para ellos mismos

Seis psicólogos por cada 100.000 habitantes

Los resultados del estudio “sugieren la necesidad de fomentar nuevas políticas de salud, incluyendo estrategias preventivas y tratamientos más efectivos“, reflexionan los autores, que piden priorizar los ”servicios especializados de salud mental infantil y juvenil“. Actualmente, los servicios públicos de salud mental son escasos, con una tasa de 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes.

Esto provoca retrasos importantes en la atención de salud mental a los pacientes. Según la primera oleada del Barómetro Sanitario de 2025, el 20,6% de la población española ha necesitado en el último año alguna consulta de este tipo, esperando de media más de dos meses y medio para conseguir una cita. Pero tan solo el 16,6% fue referido a un psicólogo: el 37,5% fue atendido por su médico de familia, mientras que el 38,6% terminó viendo a un psiquiatra.