El psiquiatra de Mouliaá explica ante el juez que la actriz estaba medicada la noche de la presunta agresión de Errejón: “Venía tocada de antes”

El doctor José Cabrera asegura que la mezcla de antidepresivos y alcohol pudo alterar la percepción de la actriz durante la noche de los hechos

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La actriz Elisa Mouliaá a
La actriz Elisa Mouliaá a su llegada a declarar a los juzgados de Plaza de Castilla. (Mateo Lanzuela/Europa Press)

El doctor José Cabrera, psiquiatra propuesto por la actriz Elisa Mouliaá, ha declarado este martes ante el juez que investiga al exdirigente de Más País Íñigo Errejón por un supuesto delito de agresión sexual. Según recoge Europa Press, Cabrera ha afirmado que Mouliaá estaba medicada con sertralina en el momento de los hechos, un antidepresivo cuya combinación con alcohol, según ha explicado, puede haber influido en su percepción durante aquella noche.

En su comparecencia judicial, a la que ha tenido acceso Europa Press, Cabrera ha detallado que la actriz “venía tocada de antes”, ya que atravesaba una depresión y presentaba una vulnerabilidad derivada de “traumas previos”. El psiquiatra ha subrayado que la interacción entre el medicamento que tomaba y el consumo de alcohol —presuntamente ocurrido durante la fiesta en la que se habrían producido los hechos— puede derivar en “una disminución de la cognición”.

Cabrera ha ratificado su informe pericial, donde ya había calificado lo sucedido como un “abuso (...) imprevisto e injustificado” y “un verdadero atentado contra su intimidad. Ha relatado que se reunió con Mouliaá con el objetivo de elaborar un informe conciso, y que le hizo preguntas para evaluar “la consistencia en el relato”.

El psiquiatra ha sido tajante en sus valoraciones personales, asegurando que “no es una mujer particularmente inteligente, no es muy ágil mentalmente (...) Tenía pocas luces al respecto”, señalando además que la actriz presenta síntomas como “depresión, irritabilidad, obsesión, falta de sueño y pensamientos recurrentes”.

Durante el interrogatorio del juez, Cabrera ha afirmado que Mouliaá “no es una mujer de muchas luces”, lo cual, ha dicho, “no es un arma para defenderse”. Según su análisis, no detecta en ella ningún interés espurio en su denuncia. “No tiene sentido montar esto para sacar un lucro económico o por despecho”, ha asegurado.

Por su parte, fuentes de la defensa de Errejón han manifestado a Europa Press que consideran “reseñable que la denunciante se negara a ser reconocida por ningún otro perito psiquiatra que no fueran los dos designados por su abogado, a pesar de haber sido solicitado por la defensa” del político.

Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá.
Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá. (Montaje Infobae)

Un informe “favorable a la verdad”

También ha comparecido este martes ante el juez el psicólogo José Capote, igualmente propuesto por la defensa de Mouliaá. En su declaración, ha reconocido que previamente había ofrecido sus servicios al propio Errejón.

Según informó Europa Press, la defensa del exlíder de Más País presentó el lunes un escrito al juzgado en el que indica que Capote se dirigió por correo electrónico a Errejón mostrando su convencimiento de que era “inocente del cargo que se le imputa”. Pese a ello, según la defensa, nunca respondieron a ese mensaje. El psicólogo volvió a contactar el 17 de enero, un día después de que tanto Errejón como Mouliaá prestaran declaración ante el juez.

Según los abogados del exdiputado, la abogada de Errejón devolvió la llamada tres días después, y Capote retiró su ofrecimiento “sin dar ninguna otra explicación”. Posteriormente, habrían entendido que en paralelo, Capote se había ofrecido también a los representantes de Mouliaá, quienes sí aceptaron contratarlo. “Aquellos sí le confirmaron su contratación”, aseguran.

Ante el juez, Capote ha admitido la existencia de ese correo electrónico y ha reconocido que publicó en la red social X un mensaje cuestionando la versión de la actriz, opinando que, si realmente había sentido miedo durante la fiesta, lo lógico habría sido que se quedase allí y no se marchara con Errejón. Ha explicado que entonces “prejuzgó el caso sin haberse informado” y que su criterio cambió al tener acceso a la documentación del procedimiento. En sus palabras: “Siempre favorece al que se lo merece” y afirmó haber elaborado “un informe favorable a la verdad”.

En dicho informe, del cual se ha ratificado ante el magistrado, Capote sostiene que Mouliaá no consintió en ningún momento los actos que denuncia. “Él dio por hecho que iba a tener consentimiento en todo momento”, ha señalado. Además, al igual que Cabrera, ha destacado que la combinación del antidepresivo que tomaba la actriz con alcohol “altera y potencia los efectos del fármaco”.

Los últimos testigos del caso

Estas nuevas diligencias se producen tras las declaraciones de varios testigos el pasado 20 de junio, entre ellos Soraya, una de las organizadoras de la fiesta en la que presuntamente ocurrieron los hechos. Según su testimonio ante el juez, recogido también por Europa Press, Mouliaá le habría dicho en su momento que lo ocurrido con Errejón “no era un delito”.

En estas declaraciones se le pregunta a su examiga si Elisa había denunciado por presión mediática, si realmente había sentido rechazo por Errejón cuando la besó y manoseó en la fiesta y si, al verla irse de la misma, la vio azorada.

De acuerdo con Soraya, la actriz expresó esa opinión en un audio que el juez ha solicitado. Posteriormente, Mouliaá habría explicado que decidió interponer la denuncia después de informarse sobre situaciones similares y sentir que “se veía en el deber moral” de hacerlo, motivada “por motivos altruistas” y amparada en la ley del “solo sí es sí”.

Ese mismo día también declaró Borja, otro de los organizadores de la fiesta, quien reside actualmente en Australia. Ambos, tanto Borja como Soraya, habrían roto su relación con Mouliaá tras su divorcio del marido de la actriz, con quien ambos mantenían amistad.

Borja relató que, tras conocer la denuncia, se puso en contacto por correo con Errejón porque consideraba injusta la acusación. Desde entonces, según su testimonio, han mantenido más comunicaciones. “¿Cuál es el plan con el juicio?”, asegura que le preguntó, interesado por aspectos prácticos del proceso.

Borja afirmó ante el juez que no percibió que Mouliaá estuviese visiblemente afectada aquella noche y que no presenció ningún comportamiento anómalo por parte de Errejón, como agarrarla del brazo en el pasillo. “No vi nada fuera de lo normal”, ha dicho, además de señalar que la vivienda no disponía de pestillos.

Un tercer testigo, Hugo, también presente en la fiesta, ha declarado que no notó a la actriz especialmente bebida, que no la recuerda consumiendo alcohol y que la percibió con “normalidad” al marcharse. Ha añadido que posteriormente recibió algún mensaje de Mouliaá, pero decidió no responderlo.