Cuándo se considera que la tensión está baja

Las altas temperaturas pueden provocar bajadas en la presión arterial, una condición que se conoce como hipotensión

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Tensiómetro (Freepik)
Tensiómetro (Freepik)

Con la llegada del verano, los días se alargan, suben las temperaturas y, con ellas, muchas personas comienzan a experimentar sensaciones de mareo, debilidad o incluso desmayos. Aunque estos síntomas pueden deberse a diversos factores, uno de los más comunes (y a menudo pasados por alto) es la bajada de la tensión arterial.

En esta época del año, donde por ejemplo en España se están alcanzando o superando los 40 ºC en distintos puntos del territorio, el calor favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que puede traducirse en una disminución de la presión arterial.

¿Qué es la tensión arterial?

La tensión o presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa en dos cifras: la presión sistólica (el número más alto, correspondiente al momento en que el corazón late) y la diastólica (el número más bajo, que representa la presión entre latidos, cuando el corazón está en reposo).

En condiciones normales, una persona adulta suele tener una presión arterial en torno a los 120/80 mmHg. Esta es la cifra considerada como ideal por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque puede variar ligeramente dependiendo de la edad, el sexo, el peso y otros factores individuales.

Episodio: Presión arterial.

¿Cuándo se considera que la tensión es baja?

Hablamos de tensión baja o hipotensión cuando la presión arterial se sitúa por debajo de 90/60 mmHg, tal y como destacan los expertos de Mayo Clinic. Esto significa que tanto la presión sistólica como la diastólica están por debajo de los niveles considerados óptimos para un buen riego sanguíneo.

Sin embargo, no todas las personas con cifras por debajo de este umbral presentan síntomas o sufren complicaciones. De hecho, hay individuos que, de forma natural, tienen una presión más baja sin que ello suponga un problema de salud. El verdadero indicador de alarma es la presencia de síntomas, como mareos o sensación de inestabilidad, visión borrosa o en túnel, fatiga extrema, desmayos, náuseas y/o palidez.

¿Cuáles son los riesgos de tener la tensión baja?

Aunque la hipertensión suele recibir más atención por estar asociada con enfermedades cardiovasculares graves, la hipotensión también puede acarrear riesgos, especialmente cuando se presenta de forma repentina o con síntomas.

Una presión demasiado baja puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro y otros órganos vitales, lo que puede provocar desmayos o, en casos extremos, shock. En personas mayores, la hipotensión ortostática (una bajada de tensión al ponerse de pie) puede aumentar el riesgo de caídas, con sus consiguientes complicaciones.

Una mujer con mareos por
Una mujer con mareos por la tensión baja (AdobeStock)

Además, si la presión baja se debe a otras causas médicas subyacentes, como problemas cardíacos, deshidratación severa, infecciones o hemorragias internas, puede convertirse en una señal de alerta que requiere atención médica urgente.

Recomendaciones para prevenir o aliviar la tensión baja

Para las personas que suelen tener la tensión baja y el calor acentúa los síntomas, los expertos recomiendan algunas pautas:

  • Mantenerse bien hidratado, especialmente si se suda mucho o se hace ejercicio.
  • Evitar los cambios bruscos de posición. Es preferible levantarse despacio de la cama o del sofá para evitar mareos.
  • Consumir algo de sal (siempre con moderación). En personas con hipotensión, un ligero aumento de la sal en la dieta puede ayudar, siempre bajo control médico. Además, algunos alimentos como el café o el chocolate negro también ayudan.
  • No pasar mucho tiempo de pie sin moverse. En su lugar, es preferible activar los músculos de las piernas para favorecer el retorno venoso.
  • Evitar las comidas muy copiosas, ya que esto puede hacer que la sangre se concentre en el sistema digestivo y baje la tensión.
  • Usar ropa ligera y evitar el calor excesivo.

Tener la tensión baja no siempre es motivo de preocupación, pero si los síntomas persisten o se intensifican, es fundamental acudir al médico. Solo un profesional puede determinar si está relacionado con otra patología.