Un oftalmólogo responde a si es malo abrir los ojos en el agua del mar: “Te lo explico de manera muy sencilla”

La sensación de escozor, irritación y enrojecimiento puede producirse por la presencia de arena, microorganismos y otras partículas

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Una persona nadando en el
Una persona nadando en el mar (Freepik)

El sol, la arena y la sal del mar. Ir a la playa suena como el plan ideal para muchas personas, que están deseando que llegue el verano para disfrutar de unos días de descanso, con el sonido de las olas como banda sonora.

Al sumergirse en el mar y bucear durante unos segundos, algunas personas, curiosas por conocer qué es lo que hay en el fondo o descubrir si a su alrededor hay algún pez, deciden abrir los ojos, aunque sea durante escasos segundos. Esto puede ser incluso un gesto instintivo, especialmente entre los más pequeños, que disfrutan jugando entre la espuma sin gafas de buceo.

Sin embargo, tras esta acción suele aparecer una sensación de escozor, picor o enrojecimiento que siembra la duda de si resulta perjudicial abrir los ojos debajo del agua. El oftalmólogo Vicente Miralles da la resulta clave sobre esta cuestión en uno de los últimos vídeos de su cuenta de TikTok (@drvicentemiralles): "Te lo explico de manera muy sencilla”.

Causas por las que puede producirse una infección ocular

Consciente de que es algo que “todos hemos hecho alguna vez”, al igual que ocurre en las piscinas pese al cloro (que puede provocar también de forma temporal unos síntomas similares), el doctor, junto con la mayoría de personas, ha experimentado esa “sensación de escozor e irritación” o incluso que “se te ponga el ojo rojo”. Esto ocurre incluso si la acción dura solamente unos segundos.

Una persona nadando en el
Una persona nadando en el mar (Freepik)

El experto señala que esto ocurre porque “el agua del mar tiene una osmolaridad”, que es la medida de la concentración de partículas disueltas en un líquido, “muchísimo mayor a nuestras lágrimas naturales”. Además, en esta irritación contribuye el hecho de que en el agua puede haber “arena, microorganismos y otras partículas”, que pueden introducirse en nuestros ojos si los abrimos mientras buceamos, causando un escozor pasajero.

Tal y como explica Vicente Miralles, “en la mayoría de los casos es algo leve y temporal, sin consecuencias graves”. Así, con el paso de los minutos, la molestia desaparecerá, sin dejar rastro alguno de la zambullida en el mar.

Sin embargo, el oftalmólogo señala que “aunque es poco frecuente”, existe un cierto riesgo de infección. Esto puede producirse “especialmente si tienes una herida en la córnea, que es esa primera capa transparente del ojo”. También, tal y como indica, hay que prestar atención al lugar en el que decidimos nadar, puesto que bañarse en zonas contaminadas también influye en este sentido. Y, para los que utilicen lentillas, es importante quitárselas antes de entrar al mar.

La primera ola de calor del verano llena las playas (Europa Press)

Cuando el escozor o la irritación no mejoran, Vicente Miralles explica que suelen ser útiles las lágrimas artificiales, que sirven para hidratar y lubricar los ojos. Así, estas combaten la sequedad, el picor, el escozor o la sensación de presencia de un cuerpo extraño (si, por ejemplo, ha entrado arena). Además, “si el enrojecimiento, las molestias o incluso la visión borrosa no se te pasa”, lo más recomendable siempre es consultar con un especialista que valore si se ha producido alguna infección u otro problema ocular.