El hombre lobo que provocó el pánico en Francia y confesó haber devorado a varios niños: “Son una delicia suprema”

La historia de Jean Grenier es uno de los casos más terroríficos e inquietantes de la Edad Media en Europa

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El hombre lobo que provocó
El hombre lobo que provocó el pánico en Francia y dijo haber devorado a varios niños. (Imagen: Página Web)

A principios del siglo XVII, en la región de Saintonge, en el suroeste de Francia, un adolescente llamado Jean Grenier se convirtió en el protagonista de uno de los juicios más inquietantes y paradigmáticos de la historia en Europa.

Con apenas 13 años, este joven, de aspecto enfermizo y comportamiento errático, fue arrestado tras una serie de ataques a niños que sembraron el terror en la zona. La confesión de Grenier, llena de horror y superstición, terminó por desencadenar un proceso judicial que no solo sorprendió por sus detalles escalofriantes, sino por la sentencia innovadora del momento.

La bestia

En el tránsito del siglo XVI al XVII, Europa vivía sumida en un clima de terror alimentado por relatos de brujería, licantropía y otras manifestaciones sobrenaturales. Los tribunales respondían con dureza: la hoguera era el destino habitual.

En este contexto, Saintonge fue escenario de varios ataques que desataron rumores de una criatura salvaje que acechaba las aldeas. El pánico se apoderó de la región, y aunque las autoridades no lograron dar con la bestia, una niña de 13 años, Marguerite Poirier, logró escapar de un ataque y describió al agresor como un joven con rasgos de animal.

Esta declaración fue decisiva para que las autoridades detuvieran a Jean Grenier, quien admitió haber cometido los crímenes. Según su testimonio, un hombre llamado Pierre Labouré le había entregado una piel de lobo encantada y un ungüento mágico que le permitía transformase en lobo.

Me encontré con un hombre en el bosque. Me marcó con su uña y me dio un ungüento y una piel de lobo. Con eso podía transformarme y recorrer el país”, declaró Jean Grenier ante el tribunal, según recoge el magistrado Pierre de Lancre en su obra Tableau de l’inconstance des mauvais anges et démons (Cuadro de la inconstancia de los malos ángeles y demonios).

La transformación en hombre lobo.
La transformación en hombre lobo. (Imagen: Facebook)

La carne de las niñas es una delicia suprema”, insistió el joven ante los jueces. Según su relato, su intención era matar y devorar a sus víctimas. Aunque sus confesiones coincidían con los ataques que habían aterrorizado a la aldea, nunca se encontraron pruebas concluyentes.

“Un joven, Jean Grenier, confiesa: mató y se comió perros y niños, e incluso a un bebé en la cuna”, Según el guía turístico de Burdeos, Hubert Saint Béat.

Un juicio sin precedentes

El caso fue desconcertante para el Parlamento de Burdeos. La tradición dictaba la pena de muerte para los acusados de licantropía, pero el tribunal pronto comprendió que la figura de Jean Grenier no encajaba con los marcos tradicionales de la superstición.

A pesar de las confesiones del chico y el testimonio de varios testigos, el tribunal decidió realizar un examen médico. Dos médicos fueron los encargados, pero también discreparon, uno decía que fue todo una invención, mientras que el toro sostuvo que Grenier actuó bajo la convicción de haber hecho un pacto con el diablo.

Finalmente, el 6 de septiembre de 1609, los jueces dictaminaron que, en lugar de ser ejecutado, Jean Grenier pasaría el resto de sus días en un monasterio franciscano, donde recibiría cuidados espirituales, pero sin castigos físicos. El joven murió un año después, en 1610.

Cuando un antiguo juego de cartas irrumpe en el mundo real, una familia viaja en el tiempo a una aldea medieval, donde deben desenmascarar hombres lobo para volver a casa. (Crédito: Netflix)

La vida en el monasterio

La vida del muchacho en el recinto resultó tan inquietante como el juicio. Los monjes que convivieron con él lo describieron como un “animal” de largas uñas negras, dientes prominentes y mirada inquietante.

Se negaba a comer alimentos cocidos y prefería la carne cruda. Además, su comportamiento se hizo más extraño con el paso del tiempo. Grenier comenzó a moverse a cuatro patas y a imitar el comportamiento de los lobos.

Grenier se movía a cuatro patas e imitaba el comportamiento de los lobos, negándose a comer con normalidad. Prefería devorar inmundicias y parecía completamente desconectado de la realidad humana”, escribió Pierre de Lancre en 1612.