Cómo se asigna el número de registros de alquiler de corta duración

El crecimiento del alquiler de alojamientos de corta duración, y la proliferación de viviendas que ofrecen servicios turísticos o alquiler temporal a través de plataformas digitales en España, ha obligado a las instituciones a tomar medidas. Por eso, el Gobierno ha implementado un nuevo sistema para regular y controlar esta actividad, con el objetivo de contribuir a un entorno más transparente, alineado con las exigencias normativas que ya se están implementando en otros países europeos.

Este control se realiza a través de la Ventanilla Única Digital, una plataforma que centraliza los trámites relacionados con la oferta de viviendas para alquiler de corta duración. Según la información del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, esta herramienta busca ordenar tanto los pisos destinados a uso turístico como aquellos orientados al alquiler temporal. Además, fomenta la colaboración entre la Administración General del Estado, las comunidades autónomas, las entidades locales, las plataformas comercializadoras y el Colegio de Registradores.

Uno de los ejes principales de esta nueva regulación es el registro único para arrendadores. A través de este procedimiento, los propietarios pueden obtener un número de registro, el Número de Registro de Alquiler. Se trata de un identificador único asignado a cada inmueble o unidad parcial (como una habitación específica), que facilita la gestión y seguimiento de las propiedades que se publicitan en plataformas como Airbnb, Booking o Rentalia.

El proceso para obtener este número resulta sencillo, aunque requiere cierta preparación y seguir pasos definidos. El primer requisito consiste en recopilar toda la información relevante de la vivienda: características generales, ubicación exacta, tipo de uso (alquiler completo o por habitaciones) y si se trata de un alquiler turístico o de temporada. Es fundamental definir bien bajo qué modalidad se ofrecerá el inmueble, dado que dependerá de ello el tipo de autorización necesario.

En el caso de viviendas de uso turístico, los propietarios deberán cumplir las normativas que establecen las comunidades autónomas o, cuando corresponda, las entidades locales. Estas normativas abarcan desde requisitos de habitabilidad hasta licencias y permisos específicos exigidos por las autoridades autonómicas o municipales. Cada región puede tener particularidades propias sobre los criterios que deben cumplir estos alojamientos, por lo que es imprescindible consultar la regulación aplicada al territorio donde se encuentra la vivienda.

Por el contrario, si el objetivo es alquilar el inmueble por periodos temporales no turísticos, los arrendadores deben asegurarse de que la vivienda cumple con las condiciones exigidas para esta modalidad. Habitualmente, se solicita documentación que acredite el cumplimiento de los estándares mínimos de calidad, salubridad y uso previstos en la normativa sobre alquileres temporales.

Una vez recabados todos los documentos, el siguiente paso es dirigirse al Colegio de Registradores. Allí, a través de la Ventanilla Única Digital, el propietario puede completar el formulario de registro y adjuntar la documentación solicitada. Tras la revisión y validación de los datos, se asigna un número de registro único para ese inmueble.

Este identificador se convierte en la clave para que los propietarios puedan anunciar sus viviendas en plataformas digitales, ya que ahora todas requieren incluir este número en la descripción de la propiedad publicada. Además, se recomienda que el número de registro figure también en material promocional o anuncios físicos, puesto que esto incrementa la confianza de los potenciales arrendatarios y da pistas claras sobre la legalidad del alojamiento. Una vez cumplidos estos trámites y obtenido el número de registro, el propietario puede operar en línea con su propiedad.