Nueva solución a los infartos e ictus: el papel del sistema inmunitario en la aterosclerosis

Esta afección afecta a millones de personas y se caracteriza por una acumulación progresiva de colesterol en las arterias, lo que desencadena la formación de placas difíciles de tratar

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Una persona sufre un infarto
Una persona sufre un infarto a causa de aterosclerosis. (Canva)

Un revelador estudio, encabezado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), ha impulsado significativos progresos en la comprensión y tratamiento de la aterosclerosis, una enfermedad responsable de numerosos infartos e ictus a nivel mundial. Con la colaboración de distintos centros tanto nacionales como internacionales, los científicos han identificado componentes clave del sistema inmunitario que influyen en el avance de esta condición.

Los resultados fueron publicados en la prestigiosa revista Circulation Research y los hallazgos evidencian cómo la respuesta inmunitaria desempeña un papel crucial en la progresión de la aterosclerosis, marcando un camino novedoso hacia el tratamiento de esta enfermedad crónica. Esta afección afecta a millones de personas y se caracteriza por una acumulación progresiva de colesterol en las arterias, lo que desencadena la formación de placas difíciles de tratar. Constituye la primera causa de muerte en el mundo y está asociada a un estilo de vida poco saludable.

Descubrimientos inmunitarios e inflamatorios

Tradicionalmente, se asociaba principalmente a un problema vascular, pero recientes investigaciones han abierto nuevos horizontes al vincularla también con procesos inflamatorios e inmunitarios. Es en este contexto que el CNIC aporta nueva luz sobre un enfoque inmune para la enfermedad. El trabajo, desarrollado por el grupo de Inmunobiología del CNIC, bajo la dirección de David Sancho, ha revelado el papel crucial que desempeñan las células dendríticas convencionales tipo 1 (cDC1) en la inflamación relacionada con la aterosclerosis.

Una persona sufre un infarto
Una persona sufre un infarto al corazón. (Canva)

Para identificar su función, los investigadores se basaron en modelos experimentales utilizando ratones manipulados genéticamente y sometidos a dietas altas en colesterol. Estos modelos emulan adecuadamente las condiciones que favorecen el desarrollo de la aterosclerosis. Miguel Galán, autor principal del estudio, ha destacado que el incremento artificial de cDC1 resultó en un agravamiento de las lesiones arteriales.

De manera interesante, al eliminar estas células, observaron una significativa reducción de placas a pesar de dietas desfavorables. El análisis reveló además que la ausencia de cDC1 reducía la cantidad de linfocitos T, concretamente CD4+ Th1 y CD8+, que contribuyen al daño vascular mediante procesos inflamatorios.

Terapia experimental con nanopartículas

Entre los aspectos más innovadores de esta investigación se encuentra una terapia basada en nanopartículas que incorporan la dexametasona, medicamento inmunosupresor recubierto por anticuerpos. Desarrolladas en colaboración con Jesús Ruiz y Susana Carregal del centro CIC biomaGUNE de San Sebastián, estas partículas están diseñadas para atacar específicamente a las cDC1. La innovación es el resultado del trabajo conjunto en la tesis doctoral de Laura Fernández Méndez, quien lideró el diseño de una estrategia capaz de dirigir tratamientos directamente a las células implicadas en el proceso inflamatorio.

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La aplicación de esta terapia en modelos animales logró reducir significativamente tanto el tamaño de las lesiones arteriales como la respuesta inflamatoria causada por la enfermedad. Lo más destacado del descubrimiento es que se consiguió controlar la inflamación arterial sin comprometer las defensas del cuerpo frente a infecciones virales.

El impacto potencial de estos resultados es notable. Al centrar el tratamiento en las células inmunitarias causantes de la enfermedad, se podría ofrecer una alternativa más segura y efectiva en comparación con los tratamientos actuales, minimizando efectos colaterales adversos. El trabajo conjunto de biología molecular e ingeniería de materiales establece un sólido precedente para desarrollar terapias inmunológicas personalizadas, relevando las cDC1 como un objetivo crucial en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares.

*Noticias elaborada con información de Europa Press