Tras una simple operación de amígdalas, esta francesa se despertó con acento inglés: “Es un misterio para la ciencia”

El síndrome del acento extranjero es un fenómeno médico raro que ha ocurrido en otras ocasiones, pero que sigue sin explicación

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(Getty Images)
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En 1941, Astrid, una mujer noruega, fue alcanzada en la cabeza por un fragmento de metal durante un bombardeo. Después de ser operada, se despertó hablando con acento alemán, que conservó el resto de su vida. En 2008, Cindy Lou Romberg, de Estados Unidos, fue a una sesión quiropráctica poco después de sufrir un derrame cerebral y salió de la consulta con acento ruso. Y en 2011 otra mujer estadounidense se quedó con un acento de Europa del Este tras una operación. Estos son algunos de los (pocos) casos documentados del llamado síndrome del acento extranjero, un fenómeno médico raro que sigue sin explicación y del que se han reportado cerca de 60 casos en el último siglo.

Uno de los más recientes es el de esta mujer francesa. En junio de 2014, en Sarthe, en el noroeste del país, Laëtitia se sometió a una sencilla operación de amígdalas en el Hospital de Le Mans. Cuando se despertó, hablaba con un marcado acento inglés.

“Mis tres hijos se habían operado antes que yo y con el mismo cirujano. Al despertar, ellos hablaban de manera nasal. Pensé que yo también hablaría así. Cuando desperté, tenía este acento. Vi al cirujano tras la operación. Él no mencionó ningún problema específico, así que no me preocupé. Más tarde, fui a la cita postoperatoria, tres semanas después. Me dijo: ‘Todo está bien, todo está OK’. Le pregunté cuándo recuperaría mi voz. Me respondió: ‘Hay que tener paciencia’”, ha contado en entrevista con el medio francés Le Petit Courrier. Pero la paciencia no fue la solución. “Esperé. Regresé tres meses después. Le dije: ‘Creo que he sido bastante paciente, aún no recupero mi voz’. Hubo un silencio, él no entendía y me preguntó: ‘¿Qué le pasa a tu voz?’ Insistí en que quería recuperar mi voz de antes de la operación. Me preguntó: ‘¿No eres anglosajona?’ Respondí: ‘No, en absoluto’”.

Desde el momento en que Laëtitia comenzó a notar que su acento extranjero persistía, inició un recorrido de consultas médicas en busca de respuestas. El cirujano encargado de la operación, visiblemente desconcertado, le dijo: “Al auscultar, todo está normal. No sé qué decirte, eres un misterio para la ciencia”.

“Me dijo que estaba loca”

El síndrome del acento extranjero se asocia con daños cerebrales derivados de traumas o accidentes cerebrovasculares, y se trata de un fenómeno rarísimo pero no imposible: los afectados se quedan con el acento de un idioma distinto al suyo natal, pero que ya hablaban previamente. En el caso de Laëtitia, la explicación más cercana que los médicos pudieron ofrecer fue la alteración en la irrigación cerebral durante la anestesia, aunque continúa siendo insatisfactoria desde el punto de vista científico. Saber esto no le sirvió de mucho. “Consulté a un especialista en otorrinolaringología en el hospital. Me exploró y también dijo que todo estaba normal. Le insistí que no era anglosajona. No me creyó, me dijo que estaba loca, y salí del hospital llorando”, destaca en Le Petit Courrier.

Laëtitia, que trabaja en una tienda, se convirtió en una pequeña celebridad local, y tiene miles de anécdotas derivadas de su condición. “Recientemente, una clienta inglesa al escucharme en la caja empezó a hablarme en inglés. Uno de mis colegas le dijo: ‘No insista, ella no es inglesa’. La clienta no lo creyó y pensaba que me estaba burlando de ella. Eso es lo que me asusta, sentirme extranjera en mi propio país. Creo que no me escucho igual que me escuchan los demás. En mi cabeza, sigo teniendo mi voz de antes”.