Qué es la artritris reumatoide, la enfermedad que padece Lydia Lozano desde hace cinco años

La periodista ha explicado que se le cae todo de las manos y que no puede hacer “vida normal”

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Lydia Lozano en 'Mañaneros' (RTVE).
Lydia Lozano en 'Mañaneros' (RTVE).

“Se me cae todo de las manos”, ha repetido en varias ocasiones Lydia Lozano en La familia de tele, con la voz entrecortada. La colaboradora ha hablado hoy por primera vez de la enfermedad que condiciona su vida desde hace cinco años, la artritis reumatoide. “No puedo hacer una vida normal”, ha confesado emocionada la periodista de 64 años. Según ha detallado, esta patología le está deformando las manos poco a poco, impidiéndole llevar a cabo tareas tan simples como vestirse, sujetar un vaso o conducir.

La madrileña ha contado que lleva más de cinco años padeciendo los síntomas de esta enfermedad, aunque al principio no sabía qué era lo que tenía, ya que los médicos no daban con el diagnóstico, le llegaron a decir que tenía una lesión en el túnel carpiano. “Me pinchaban corticoides en el hueso porque se me dormían las manos”, ha contado, entre lágrimas.

Qué es la artritis reumatoide

La artritis reumatoide es una patología que causa inflamación en las articulaciones, lo que provoca dolor, deformaciones y dificultad para moverlas, según explican desde el portal web de Clínica Universidad de Navarra. Además, puede afectar otras partes del cuerpo. Esta patología es crónica y cuenta con “una baja frecuencia de curación espontánea”. No obstante, si se da con el tratamiento adecuado, se consigue “un buen control de la enfermedad en la mayoría de los casos”.

Es más común en mujeres, aunque también puede afectar a los hombres. Suele aparecer entre los 45 y 55 años, pero hay una forma parecida que puede afectar a los niños. La diferencia con la artrosis es que en esta última el desgaste del cartílago (el tejido que cubre los huesos y ayuda a que se muevan sin dolor) ocurre de manera lenta. En cambio, en la artritis reumatoide, la inflamación de la membrana que cubre la articulación (llamada membrana sinovial) es constante, lo que causa dolor y dificultad para mover la articulación. Esta inflamación puede dañar rápido el cartílago, los huesos, los ligamentos y los tendones.

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Síntomas de la artritis reumatoide

La artritis reumatoide, según apuntan desde Mayo Clinic, suele afectar, en la mayoría de los casos, a las mismas articulaciones de ambos lados del cuerpo. Las zonas más comunes son los dedos de las manos, las muñecas, las rodillas, los pies, los codos, los tobillos, las caderas y los hombros. Por lo general, la parte baja de la columna vertebral no se ve afectada por esta enfermedad.

La enfermedad suele comenzar de forma gradual, con síntomas iniciales como:

  • Dolor leve en las articulaciones.
  • Rigidez.
  • Cansancio o fatiga.

Entre los signos más característicos de la AR se encuentran:

  • Rigidez en las articulaciones al despertar que dura más de una hora.
  • Sensación de calor, sensibilidad y rigidez en las articulaciones después de haberlas mantenido quietas durante un tiempo.
  • Dolor simétrico, es decir, en la misma articulación de ambos lados del cuerpo.
  • Inflamación visible en las articulaciones.

Con el paso del tiempo, las articulaciones pueden perder movilidad y sufrir deformaciones. Otros síntomas que pueden aparecer incluyen:

  • Dolor en el pecho al respirar, causado por inflamación de la pleura (pleuresía).
  • Sequedad en los ojos y la boca, conocida como síndrome de Sjögren.
  • Irritación ocular, con sensación de ardor, picazón o secreción.
  • Aparición de nódulos bajo la piel, que suelen indicar una forma más grave de la enfermedad.
  • Entumecimiento, hormigueo o ardor en manos y pies
  • Dificultades para dormir.

El diagnóstico de la artritis reumatoide se establece cuando:

  • Hay dolor e inflamación en una o más articulaciones.
  • Estos síntomas se mantienen por más de seis semanas.
  • Se detecta un resultado positivo en pruebas de factor reumatoideo o anticuerpos antipéptido citrulinado cíclico (anti-CCP).
  • Los niveles de velocidad de sedimentación globular (VES) o proteína C reactiva (PCR), marcadores de inflamación, están elevados.
  • Se descartan otras formas de artritis.

Causas de la artritis reumatoide

Una persona con artritis reumatoide.
Una persona con artritis reumatoide. (Adobe Stock)

Aunque no se conoce con certeza la causa exacta de la artritis reumatoide, se considera que está ligada a una combinación de factores genéticos, ambientales y del sistema inmunológico:

  • Factores genéticos: la presencia de ciertos genes puede aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
  • Factores ambientales: la exposición a algunos virus o bacterias puede activar la artritis reumatoide en personas que ya tienen una predisposición genética.
  • Respuesta del sistema inmunológico: el cuerpo reacciona atacando por error las membranas que recubren las articulaciones (membranas sinoviales), lo que provoca inflamación y daño en ellas.

Factores de riesgo de la artritis reumatoide

Existen varios factores que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar artritis reumatoide:

  • Género: la enfermedad es más común en mujeres que en hombres.
  • Edad: aunque puede aparecer a cualquier edad, suele presentarse con mayor frecuencia en la edad adulta media.
  • Antecedentes familiares: tener familiares con artritis reumatoide incrementa el riesgo de padecerla.
  • Tabaquismo: fumar eleva las probabilidades de desarrollar la enfermedad, especialmente en personas con predisposición genética. Además, el tabaco puede agravar su gravedad.
  • Sobrepeso: las personas con exceso de peso tienen un mayor riesgo de sufrir artritis reumatoide.

Cómo se diagnostica la artritis reumatoide

El diagnóstico de la artritis reumatoide se realiza a partir de una combinación de evaluación clínica, pruebas de laboratorio y estudios de imagen. Estos son los principales pasos:

  • Historial y examen físico: el médico revisa los síntomas que presenta el paciente y examina las articulaciones afectadas para detectar signos de inflamación y daño.
  • Análisis de sangre: se realizan pruebas para identificar marcadores específicos de la enfermedad, como el factor reumatoide y los anticuerpos anti-péptidos cíclicos citrulinados (anti-CCP).
  • Pruebas de imagen: radiografías, ecografías y resonancias magnéticas ayudan a valorar el nivel de inflamación y el daño en las articulaciones.