Qué hacer y qué no cuando se sufren dolores de artritis

Realizar un ejercicio adecuado y no abusar de los analgésicos son medidas claves para controlar la enfermedad

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Una mujer con artritis reumatoide
Una mujer con artritis reumatoide (Imagen de archivo de Infobae)

Cuando una o más articulaciones se inflaman, se diagnostica artritis. Los principales síntomas de esta enfermedad son el dolor y la rigidez de las articulaciones, algo que empeora con la edad. Dicha condición afecta a millones de personas en todo el mundo e interfiere en su calidad de vida.

Para aliviar los dolores propios de la artritis es importante conocer la naturaleza de esta afección, como identificar el tipo específico y el estado de las articulaciones afectadas. De esta manera, se puede diseñar un tratamiento acorde a la situación de cada paciente. En España, se estima que más de 300.000 personas padecen de artritis reumatoide, y cada año se diagnostican alrededor de 20.000 nuevos casos.

En cuanto a las rutinas diarias, prestar atención a cada movimiento puede marcar la diferencia, aseguran los profesionales de la salud de la Clínica Mayo. Desde cómo te sientas hasta cómo te levantas y te mueves, mantener las articulaciones flexibles con estiramientos suaves diarios y una postura adecuada puede reducir significativamente el malestar.

Además, factores como mantener un peso saludable y dejar de fumar son fundamentales. El exceso de peso agrava los síntomas, mientras que fumar daña los tejidos conectivos, empeorando la condición articular. Adoptar cambios progresivos y duraderos en el estilo de vida es la estrategia más efectiva para controlar estos factores de riesgo.

Un ejercicio adecuado

El ejercicio adecuado puede ser un gran aliado en el tratamiento del dolor artrítico. Algunas actividades, como caminar, andar en bicicleta o ejercicios acuáticos, fortalecen los músculos sin sobrecargar las articulaciones. Es crucial evitar actividades de alto impacto y movimientos repetitivos que podrían exacerbar el dolor, como correr o jugar al tenis.

Consultar con un fisioterapeuta para diseñar un programa de ejercicios personalizado es muy recomendable. Este profesional puede guiarte en estiramientos, ejercicios de amplitud de movimiento y fortalecimiento muscular progresivo, adaptando el programa a tus necesidades específicas.

Una mujer con dolor de
Una mujer con dolor de artrosis en las rodillas (FLICKR/SIMON BLACKLEY)

Foco en la salud física y emocional

La farmacoterapia desempeña un papel crucial en el manejo del dolor artrítico, aseguran los profesionales de la salud de la Clínica Mayo. Desde analgésicos de venta libre como el acetaminofén e ibuprofeno hasta tratamientos tópicos como la crema con capsaicina, hay varias opciones disponibles para aliviar el dolor agudo o crónico. Sin embargo, es importante usar estos medicamentos con precaución y bajo la supervisión de un profesional médico, para evitar dependencias innecesarias y gestionar efectos secundarios potenciales.

La artritis no solo afecta el cuerpo físico, sino también el estado emocional, pues el dolor crónico puede desencadenar sentimientos de frustración, ansiedad o depresión. Por ello, abordar estos aspectos emocionales es clave para un manejo efectivo del dolor. La Clínica Mayo explica que terapias como la terapia cognitivo-conductual, técnicas de relajación como el yoga o la meditación, y tratamientos complementarios como la acupuntura y los masajes pueden ayudar a gestionar tanto el dolor físico como el estrés emocional.

Así, evitar el tratamiento excesivo con analgésicos y mantener una mentalidad positiva son aspectos críticos. Depender demasiado de los medicamentos de venta libre puede no abordar la causa subyacente del dolor, mientras que una mentalidad negativa puede agravar tanto el dolor físico como el emocional.