La señal de advertencia de las margaritas: tu jardín está pidiendo ayuda a gritos

Si esta planta abarca más del 40% del césped es señal de un colapso nutritivo

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Medidas para cuidar el césped.
Medidas para cuidar el césped. (Freepik)

Tener un jardín frondoso lleno de flores no siempre significa que el terreno esté cuidado. En ocasiones, la tierra muestra señales de que el cuidado de esta debe mejorar. Las margaritas se han convertido en uno de estos indicios. Estas flores, por bonitas que parezcan, muestran que el suelo está en peligro.

Las margaritas indican la salud del terreno

Estas plantas no crecen por casualidad. Ese nacimiento muestra un terreno compacto, asfixiado y demasiado ácido. La raíz de esta planta se agarra en suelos duros donde es césped apenas puede respirar. “Adoran las zonas donde al césped le cuesta crecer”, confirma un jardinero experimentado.

Cuando el césped del jardín esconde falta de calcio y un desequilibrio en el pH, la tierra se transforma en un desierto nutritivo. En cambio, esto no dificulta el crecimiento de margaritas, siendo resistentes a zonas donde otras plantas morirían por la falta de nutrientes.

Margaritas
Margaritas

¿Y si tu césped fuera un paciente en reanimación?

Un césped que se siega frecuentemente, puede acabar dañándose y se vuelve frágil. Esto lleva a que las margaritas ganen terreno debido a la situación del suelo.

Si esto ocurre, existen varias medidas que se pueden llevar a cabo:

  • Escarificar o rastrillar la tierra con el fin de oxigenarla. Esto se suele hacer en la estación primaveral.
  • Dejar que el césped crezca hasta 8 centímetros.
  • Añade compost, es decir, abono natural y fertilizante orgánico que se obtiene a través de la descomposición de residuos orgánicos como un chute de vitaminas.

Para comprobar si el jardín está en estas condiciones o ver si las medidas para mejorar el estado del suelo han funcionado, clavar un cuchillo en el suelo es una buena opción para ver si el terreno ofrece resistencia. Si esto ocurre, hay que comenzar con las medidas explicadas anteriormente.

EFE/EPA/ROBERT GHEMENT/Archivo
EFE/EPA/ROBERT GHEMENT/Archivo

Las margaritas no son perjudiciales en su justa medida

Las margaritas también alimentan a insectos como abejas y mariposas. Su presencia equilibra el ecosistema, aunque esta debe ser moderada. Si esta planta abarca más del 40% del césped, es señal de un colapso nutritivo.

Un truco para solventar el problema puede ser la siembra del trébol en las zonas dañadas. Esto consigue fijar el nitrógeno, regenerar el suelo y le hacer frente a las margaritas.

A pesar de esta pequeña lucha contra las margaritas, si se corta el césped más alto y se cubre con abono las zonas afectadas, es posible que en un mes el césped mejore sin ningún producto químico.

Señales de que el terreno se está recuperando

Existen señales que ofrece la tierra para saber si se están recomponiendo. El regreso de las lombrices es una de estas señales e indica que el suelo está recuperando los nutrientes. Una prueba infalible es que tras la lluvia, el agua ya no se estanca.

Las margaritas también muestran esta mejoría, sus raíces pierden agarre y estas retroceden. Según los expertos, la curación del césped dura de 2 a 3 ciclos lunares.