Francia alerta de que no se consuman unas fresas españolas: superan el límite de pesticidas

Los pesticidas son compuestos químicos utilizados en la agricultura para proteger a los cultivos de plagas y enfermedades, pero su uso está regulado por estrictos límites para garantizar la seguridad alimentaria. En la Unión Europea y varios países, las normativas establecen límites máximos de residuos de pesticidas, asegurándose de que los niveles presentes en alimentos no representen una amenaza para la salud humana.

Bajo este paraguas, Francia ha alertado a su población de que no consuman unas fresas originarias de Huelva debido a la alta presencia de una sustancia pesticida. Esta fruta, característica de la zona andaluza y reconocidas tanto a nivel nacional como internacional por su calidad superior y su sabor distintivo, ahora están siendo retiradas del mercado francés.

La calidad de estas fresas ha sido respaldada por certificaciones y reconocimiento en la industria, causando grandes volúmenes de exportaciones al extranjero. Sin embargo, la adherencia a las regulaciones de plaguicidas es crucial. Según Rappel Conso (llamada al consumidor), el sitio de alertas para productos peligrosos, estas fresas, distribuidas por Lacour Exotic International bajo la marca FRES ARTE, presentaron niveles de etoxazole superiores a los permitidos. Este pesticida, utilizado comúnmente para controlar ácaros en cultivos y regular el crecimiento, está sujeto a límites estrictos debido a su potencial impacto en la salud humana.

Las fresas afectadas se vendieron en cestas de un kilo entre el 26 y el 30 de abril de 2025. Los análisis realizados detectaron un exceso de la sustancia química, lo que llevó a las autoridades a recomendar a los consumidores que eviten su consumo. Además, se sugiere a los clientes que adquirieron esta fruta que acudan a los puntos de venta para informarse sobre las modalidades de compensación disponibles.

Esta situación no es la primera vez que ocurre en el mercado. El pasado mes de abril, Francia también pidió la retirada de latas de judías verdes cocidas, de la marca Notre Jardin, por el mismo motivo. La situación genera preocupaciones sobre el monitoreo y control de calidad de los productos importados y la responsabilidad compartida entre agricultores y distribuidores para garantizar el cumplimiento normativo.

Sin embargo, el país galo está pendiente de la aprobación del proyecto de ley Duplomb que busca eliminar trabas a los trabajadores del campo, entre ellas, legalizar el uso de algunos pesticidas hasta ahora prohibidos, según France 24. Esta normativa, pendiente del visto bueno de la Asamblea, ha sido reclamada desde los agricultores para mejorar la competitividad frente a otros mercados, como el español.

La Unión Europea establece un marco regulador estricto para el uso de pesticidas, con el objetivo de proteger la salud humana y el medio ambiente. Este marco se aplica de manera uniforme en todos los Estados miembros, aunque cada país puede implementar medidas adicionales según sus necesidades específicas.

Tanto España como Francia aplican la normativa de la UE sobre estos productos fitosanitarios, pero el país galo ha implementado restricciones más estrictas en los últimos años, como la prohibición de uso en espacios públicos y la limitación de exportaciones de productos ilegales. España, por su parte, se centra en la gestión integrada de plagas y la promoción de prácticas sostenibles a través de su Plan de Acción Nacional.