El truco para que los arándanos se mantengan frescos y no se estropeen: sólo necesitas este producto

Un método infalible para poder disfrutar de su sabor durante más de un día

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Arándanos (Shutterstock)
Arándanos (Shutterstock)

Los arándanos además de tener un sabor único y exquisito, son una de las frutas más completas y con más propiedades que podemos encontrar. Gracias a su alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes nos aportan notables beneficios para la salud. Uno de los principales, tal y como menciona la revista Healthline, es que reducen los daños en el ADN, lo que puede ayudar a proteger contra el envejecimiento y el cáncer, gracias a su alto contenido en antioxidantes.

A pesar de que se pudiera redactar una lista amplia con los beneficios de estas bayas azules, también resulta preciso mencionar los puntos no tan favorables que le caracterizan, entre ellos, su acortada vida. Cuando compramos los arándanos y los metemos en la nevera, somos conscientes de que solo disponemos de un par de días antes de que se pongan malos y los tengamos que tirar. Por ello, buscamos todo tipo de combinaciones para comerlos, ya sea con yogur o en ensalada. Sin embargo, hay un método infalible para alargar su vida útil.

Cómo guardar los arándanos para que se mantenga frescos

Que los arándanos se mantenga frescos puede ser todo un reto. No obstante, es más sencillo de lo que pensamos, tan sólo debemos prestar atención a la forma en la que los almacenamos. Según detallan los expertos de Southern Living, y recoge el diario británico Daily Express, lo primero que debemos hacer al llegar a casa es prelavar la fruta, secarla bien y guardarla en un recipiente hermético con papel de cocina en el fondo para que absorba el exceso de humedad de los arándanos.

Tal y como destacan los profesionales, si sabemos que no los vamos a comer en unos días, debemos saltarnos el paso del prelavado, ya que esto ayudará a retrasar el deterioro “al no añadir humedad adicional”. “Si se guardan los arándanos sin lavar, lo mejor es dejarlos en su envase original o en un recipiente hermético forrado con papel para mantenerlos frescos”, explica.

Esta es la fruta más nutritiva del mundo: ayuda al sistema nervioso y tiene propiedades anticancerígenas.

Cómo preparar y lavar los arándanos

Aunque parezca que están limpias y relucientes, lo cierto es que estas bayas pueden albergar suciedad, insectos y bacterias. Sin embargo, es importante tener claro que el agua no elimina a todos estos invitados no deseados. La mejor técnica de lavado, según mencionan desde Southern Living, es verter los arándanos en un plato o bandeja y retirar con cuidado aquellos que estén “arrugados, mohosos o blandos”. Habrá que hacer lo mismo con “los tallos y las hojas”. “Una vez hecha la selección, puedes enjuagarlos”, apuntan.

Como indican, para higienizarlos, hay que colocarlos en un colador grande que permita que el agua escurra. Luego, hay que enjugarlos con agua fría durante 15 o 30 segundos, revolviéndolos suavemente. Si se quiere hacer un lavado más completo, basta con hacer una solución de vinagre o bicarbonato de sodio. Para ello, hay que mezclar una parte de vinagre destilados con tres partes de agua fría en un recipiente grande. Después, se introduce la fruta y se deja en remojo durante un minuto. Luego, se escurre y se enjuaga con abundante agua.

Si se opta por utilizar el bicarbonato de sodio, la preparación es la siguiente: mezclar media cucharadita del producto con una taza de agua fría. Luego introducir las bayas y también dejarlas en remojo durante un minuto. Por último, habrá que enjuagarlas con agua fría.

Según recalcan los profesionales, para evitar el moho, es fundamental verter los arándanos en papel absorbente o en un paño limpio y secarlos con palmaditas. Hay que asegurarse de que están completamente secos antes de guardarlos.