Tener una hermana mejora la salud emocional, según un estudio: “Contribuyen a la cohesión y al bienestar familiar”

En las unidades familiares con varios hijos se producen dinámicas que potencian la empatía, la resolución de conflictos y la gestión de las emociones

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Dos hermanas abrazándose (Freepik)
Dos hermanas abrazándose (Freepik)

Tener un hermano supone contar con un compañero de juegos, un apoyo con el que crecer y explorar el mundo, un cómplice en muchos aspectos. Según diversos estudios, esta relación única permite aprender a convivir desde pequeños, ya que los hermanos constituyen el primer entorno de socialización real dentro del hogar: aprenden desde muy pronto a compartir espacio, atención, recursos y afecto. Esta convivencia constante les ayuda a desarrollar habilidades sociales esenciales como la empatía, la negociación y la resolución de conflictos.

También aportan un apoyo emocional duradero porque actúan como una red en momentos difíciles, ofrecen consuelo en etapas de duelo y se convierten en confidentes a lo largo de la vida. Este vínculo puede ser especialmente valioso durante la adolescencia, cuando los conflictos con los padres se intensifican y se necesita una figura cercana con la que compartir emociones.

Además, varios estudios señalan que los niños con hermanos suelen desarrollar una mayor inteligencia emocional. Las peleas, las reconciliaciones, las alianzas y los celos forman parte de un proceso de aprendizaje relacional que ayuda a gestionar mejor las emociones propias y ajenas.

Dos hermanas pequeñas por la
Dos hermanas pequeñas por la playa (Freepik)

Todo esto, cuando es una hermana, se incrementa, según un estudio de la Universidad Brigham Young, publicado en The Journal of Family Psychology. “Los adolescentes con hermanas tienen menos probabilidad de sufrir sentimientos de culpa, soledad o problemas de autoestima”, explica el conocido farmacéutico Álvaro Fernández (@farmaceuticofernandez) en un vídeo publicado recientemente en su cuenta de TikTok.

Pese a los conflictos que se generan de forma normal en todas las familias, debido a la convivencia y la cercanía, esta unidad se convierte en un apoyo clave en la vida de una persona, especialmente cuando hay problemas en los que se necesita compañía, comprensión y sentirse escuchado: “La ciencia dice que es como tener una terapeuta emocional gratis, aunque a veces te robe ropa”.

“Quien tiene una hermana tiene un tesoro”

“Normalmente tienen habilidades comunicativas, de resolución de conflictos y son empáticas. Y se ve que esto suma más que que te roben el cargador, la ropa o cualquier otra posesión”, bromea el experto, haciendo referencia a situaciones frecuentes que pueden darse entre hermanos.

Hermanos (Adobe Stock)
Hermanos (Adobe Stock)

No solamente esto, sino que tener una hermana favorece un desarrollo emocional más saludable y “contribuyen más que los hermanos a la cohesión familiar y al bienestar psicológico de la familia. Vamos, que quien tiene una hermana tiene un tesoro”.

La relación tan cercana e importante que se genera entre los hermanos lleva muchas veces a que se entiendan como un conjunto inseparable, también para las personas que no forman parte de la unidad familiar. Con humor, el farmacéutico Fernández explica que, como una de sus hermanas es mayor que él, durante su adolescencia sintió “transparencia”: “Allí donde iba era el hermano de Almendra. En fin, mi trauma infantil”.

Pese a ello, el experto destaca que se convierten en un apoyo incondicional: “Incluso cuando no están de acuerdo contigo, están contigo. Tener una hermana puede ser como tener un refuerzo emocional de por vida. Así que, si tienes una, dale las gracias (o, por lo menos, no le escondas el cargador)”.