Pie de atleta: causas, síntomas y tratamiento

Aunque es una infección común y tratable, es importante actuar rápidamente ante los primeros signos de síntomas

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Unos atletas corriendo (AdobeStock)
Unos atletas corriendo (AdobeStock)

El pie de atleta es una infección micótica (causada por un hongo) común que afecta la piel de los pies y, en ocasiones, las uñas de los dedos. Este trastorno, conocido médicamente como tinea pedis, es causado principalmente por hongos que prosperan en ambientes cálidos y húmedos, como los zapatos cerrados y los vestuarios públicos.

El pie de atleta suele ser causado por hongos dermatofitos, que también pueden infectar la piel de otras partes del cuerpo. Estos hongos se encuentran comúnmente en lugares públicos donde las personas caminan descalzas, como las duchas públicas, las piscinas y gimnasios. La transmisión ocurre por contacto directo con superficies contaminadas o mediante el uso compartido de objetos personales como toallas y calzado.

Los factores de riesgo para contraer esta infección incluyen el uso prolongado de calzado cerrado que provoca sudoración excesiva en los pies, la falta de ventilación adecuada para los pies y la debilitación del sistema inmunológico. Además, el pie de atleta está estrechamente relacionado con otras infecciones fúngicas como la tiña y la tiña inguinal.

Los síntomas del pie de atleta pueden variar según la gravedad de la infección y la zona afectada, aseguran los profesionales de la salud de la Clínica Mayo. Generalmente, se manifiesta con picazón intensa entre los dedos de los pies, especialmente después de quitarse los zapatos y calcetines. También puede observarse enrojecimiento, descamación de la piel y formación de ampollas o fisuras. En casos más avanzados, la infección puede extenderse a las plantas de los pies y a las uñas, causando cambios como engrosamiento, decoloración y fragilidad.

Tratamiento del pie de atleta

El tratamiento del pie de atleta varía según la gravedad y la extensión de la infección. En casos leves a moderados, la Clínica Mayo recomienda el uso de antifúngicos tópicos disponibles sin receta médica, como cremas, ungüentos o aerosoles. Es fundamental seguir las instrucciones de aplicación y continuar el tratamiento incluso después de la mejoría de los síntomas para prevenir recaídas.

Para infecciones más persistentes o severas, puede ser necesario el uso de antifúngicos orales prescritos por un médico. Además del tratamiento farmacológico, se recomienda mantener los pies limpios y secos, usar calcetines limpios y de algodón, y evitar el uso compartido de artículos personales para prevenir la propagación y la reinfección.

A las bacterias problemáticas les gustan estas 3 regiones de la piel más que otras.

Cómo prevenir el pie de atleta

Para prevenir el pie de atleta, es aconsejable seguir prácticas de higiene adecuadas, como lavarse los pies con regularidad, secarlos completamente después de bañarse o nadar, y usar sandalias o zapatos transpirables en áreas públicas. También se recomienda cambiar regularmente los calcetines y el calzado, así como evitar el uso prolongado de calzado ajustado que pueda provocar sudoración excesiva.

Aunque el pie de atleta es una infección común y tratable, es importante actuar rápidamente ante los primeros signos de síntomas y seguir las recomendaciones médicas para evitar complicaciones y garantizar una recuperación efectiva de los pies. Por ello, la Clínica Mayo destaca la importancia de la educación sobre la prevención y el tratamiento adecuado de esta condición para mejorar la salud dermatológica general.