‘Fart walk’, la caminata de los pedos: por qué se considera el secreto para un envejecimiento saludable

Esta actividad no solo favorece la digestión, sino que también ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, lo que puede ser crucial para reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer

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Un grupo de amigos caminando
Un grupo de amigos caminando por la naturaleza. (Canva)

Caminar es una de las actividades físicas más fáciles de realizar y también la más natural, pero no por ello menos eficaz para mantener el cuerpo y la mente sanos. Desde la Fundación Española del Corazón aseguran que este ejercicio es también uno de los mejores para enriquecer la salud cardiovascular, siempre que se haga de forma adecuada. Además, no hace falta realizar esta práctica de forma intensa o especializada, basta con dar paseos de forma regular para también ver otros beneficios como adelgazar.

Uno de los momentos perfectos para salir a pasear es después de una comida, una práctica que algunos podrían considerar poco convencional. Sin embargo, destaca por las flatulencias que puede provocar y se está ganando la atención como un método científicamente respaldado para un envejecimiento saludable. Conocida coloquialmente como Fart Walk o la caminata de los pedos, esta actividad no solo favorece la digestión, sino que también ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre, lo que puede ser crucial para reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

Los beneficios de este tipo de caminata

Según ha recogido el medio Men’s Health, el Dr. Tim Tiutan, reconocida figura médica del Memorial Sloan Kettering de Nueva York, ha destacado la importancia de pasear después de comer como una forma de estimular el aparato digestivo. “Las simples caminatas tras los momentos de las comidas impulsan el movimiento natural del intestino”, ha explicado Tiutan en un video que se ha vuelto viral. En este defiende la práctica como efectiva para facilitar la eliminación de gases y prevenir el estreñimiento.

Dos mujeres pasean cerca de
Dos mujeres pasean cerca de la playa. (Canva)

Su postura es apoyada por Christopher Damman, gastroenterólogo de la Universidad de Washington, quien ha explicado que “aunque el intestino se mueve por sí solo, su eficiencia se incrementa si el cuerpo también lo hace”. Además, caminar dentro de los 60 minutos posteriores a una comida puede tener un impacto significativo en los niveles de glucosa en sangre. Un breve período de cinco minutos de paseo rápido o incluso ejercicios ligeros puede mitigar los picos de esta, según ha asegurado el Dr. Tiutan. Este periodo coincide con el momento en que el estómago empieza a vaciarse en el intestino delgado, una etapa esencial para la absorción de glucosa.

Caminar para prevenir enfermedades

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado que “las personas que no hacen suficiente ejercicio presentan un riesgo de mortalidad de un 20% a un 30% superior a las que son suficientemente activas”. En este sentido, cualquier práctica diaria puede ayudar a mejora la salud de manera notable. Este tipo de no solo beneficia la función digestiva, sino que también tiene implicaciones preventivas en el ámbito oncológico y de enfermedades metabólicas.

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Para personas con riesgo de diabetes, especialmente aquellos mayores de 45 años o con antecedentes familiares, la práctica regular de pasear se presenta como una herramienta eficaz. La Dra. Alpa Patel, de la American Cancer Society, aconseja que “caminar a paso ligero durante 30 minutos al día es suficiente para reducir el riesgo de varios tipos de cáncer”, destacando que el ejercicio moderado tiene efectos protectores adicionales contra diversas patologías.