Aumentan los problemas de ansiedad, depresión y soledad por la vivienda entre los jóvenes: “No solo puede ser un refugio físico, es un factor clave en la salud mental”

El Barómetro de la Vivienda en España revela que un 24% ha sentido estrés o ansiedad buscando vivienda y casi 1 de cada 5 ha experimentado episodios de depresión relacionados con su situación residencial

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Una joven dentro de su
Una joven dentro de su piso. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por encima de la sanidad, el desempleo, la situación política o la educación, la vivienda ya se posiciona como la principal preocupación de la población en España, sobre todo entre los jóvenes. No solo porque afecta al bolsillo, sino también a la salud mental. Así lo revela la segunda edición del Barómetro de la Vivienda en España, un estudio elaborado por la consultora GAD3 y el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE), que destaca que un 63% de los jóvenes perciben que las características de su hogar aumentan su sensación de soledad, debido a la ubicación, el estado de conservación del inmueble, la falta de luz natural, la privacidad y el tamaño de la vivienda.

Además, el 24% reporta haber sentido estrés o ansiedad al buscar vivienda y un 19% ha experimentado depresión relacionada con su situación habitacional. “La vivienda no puede ser solo un refugio físico. Hoy es también un factor determinante en la salud mental, especialmente de los más jóvenes. Necesitamos construir pensando en comunidad, accesibilidad y bienestar emocional”, explicó Alfredo Sanz, presidente del CGATE, durante la presentación del estudio.

Problemas para emanciparse

El informe también pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los jóvenes para emanciparse. El 30% de los menores de 35 años aún vive con sus familias, cifra que asciende al 40% en los menores de 30 años. Solo 1 de cada 3 jóvenes ha conseguido una vivienda propia, mientras que más de un tercio necesita ayuda familiar para alquilar o comprar.

El apoyo familiar continúa siendo clave: más de un tercio de los menores de 35 años que viven de alquiler han necesitado ayuda de sus padres, porcentaje que se mantiene en el 28% para quienes compraron una vivienda, y que alcanza el 38% entre los menores de 30 años. Estos datos, advierte el presidente de GAD3, Narciso Michavila, “muestran una falta de autonomía que debería encender todas las alarmas”.

“El estudio demuestra que la vivienda tiene una dimensión social profunda. Si no se garantiza el acceso digno y adecuado, lo que está en juego es mucho más que el confort: es la salud emocional de toda una generación”, detalla.

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Impulsar políticas habitacionales

El estudio, basado en más de 1.200 entrevistas a nivel nacional, será entregado a las administraciones públicas “con el objetivo de impulsar políticas habitacionales que integren una perspectiva emocional y social”, explica desde el CGATE, que insta a que tanto las administraciones públicas como los agentes del sector impulsen soluciones para solucionar el grave problema de la escasez de vivienda.

“Es urgente que nos pongamos manos a la obra y seamos capaces de construir entornos habitables que favorezcan el bienestar psicológico y el desarrollo personal de los ciudadanos y, especialmente, de los más jóvenes”, concluye Sanz.