Qué es el síndrome del corazón festivo, la arritmia que provoca el consumo excesivo de alcohol en una fiesta

En muchos casos, estas arritmias aparecen en personas jóvenes sin historial clínico de problemas cardíacos

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Un grupo de amigos tomando
Un grupo de amigos tomando unas copas de fiesta (AdobeStock)

Las fiestas son sinónimo de reuniones con amigos, alegría y mucho alcohol. España se sitúa entre los países con mayor consumo de alcohol en Europa. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2021, el consumo per cápita de alcohol en nuestro país fue de 11 litros por persona.

Este consumo excesivo de alcohol propio de las fiestas no está exento de riesgo, pues puede tener un efecto negativo para la salud cardiovascular. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), existe una condición conocida como síndrome del corazón festivo, un fenómeno que se presenta con más frecuencia de lo que se cree y que puede poner en riesgo incluso a personas sin antecedentes cardíacos.

El síndrome del corazón festivo, también llamado Holiday Heart Syndrome en inglés, fue descrito por primera vez en 1978 por médicos estadounidenses que observaron un aumento de casos de arritmias cardíacas tras los fines de semana y periodos festivos. Tal y como explica la FEC, este síndrome se caracteriza por la aparición repentina de arritmias —especialmente fibrilación auricular— en personas sanas, generalmente después de un consumo excesivo de alcohol, comidas copiosas y estrés emocional.

Este síndrome no es una enfermedad en sí misma, sino una manifestación puntual que puede aparecer en individuos sin antecedentes cardiovasculares. La fibrilación auricular, su forma más común, es una arritmia en la que las aurículas del corazón laten de manera rápida e irregular, lo que puede provocar síntomas como palpitaciones, mareo, falta de aire y sensación de debilidad.

Lo que llama la atención es que, en muchos casos, estas arritmias aparecen en personas jóvenes o de mediana edad, sin historial clínico de problemas cardíacos. El detonante principal es el consumo agudo de alcohol, en particular el conocido “atracón” o binge drinking, muy frecuente en celebraciones navideñas, bodas, fiestas de pueblo o salidas a discotecas.

El síndrome del corazón festivo suele manifestarse con síntomas como palpitaciones rápidas e irregulares, dolor o presión en el pecho, mareo o aturdimiento, fatiga extrema o dificultad para respirar. Estos síntomas pueden aparecer durante las horas posteriores al consumo excesivo de alcohol o tras un episodio de estrés agudo. Aunque en algunos casos la arritmia desaparece de forma espontánea, en otros puede persistir y requerir intervención médica inmediata.

La fibrilación auricular, aunque no siempre representa una emergencia vital, puede ser grave si no se controla adecuadamente. En personas con factores de riesgo no diagnosticados —como hipertensión, diabetes o enfermedades cardíacas latentes—, puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular (ictus) y otros eventos cardiovasculares mayores.

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Moderar el consumo de alcohol, la mejor prevención

Prevenir el síndrome del corazón festivo pasa por la moderación. La FEC recomienda limitar el consumo de alcohol, mantener una dieta equilibrada incluso en épocas festivas (dentro de lo posible), evitar el sedentarismo y no descuidar el descanso nocturno. También recuerda la importancia de mantener el tratamiento médico habitual durante los periodos vacacionales.

El mensaje es claro: disfrutar de las celebraciones es posible sin poner en riesgo la salud del corazón. Con pequeños gestos —como alternar el alcohol con agua, evitar comidas excesivas y dormir bien— se puede prevenir la aparición de este síndrome y celebrar de forma saludable.

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