Nacieron en el siglo XIX, pero no en Estados Unidos: este es el verdadero origen de las hamburguesas, un icono de la gastronomía mundial

En contra de lo que muchos creen, este alimento tan popular no surgió en América y, según señalan algunos estudios, no fue hasta la década de los 80 cuando empezó a meterse la carne entre dos panes

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Una de las mejores hamburguesas
Una de las mejores hamburguesas del mundo. (@hundredburgers_)

La comida, como todo, también tiene un origen. Y este, en ocasiones, resulta de lo más curioso. Ese es el caso, por ejemplo, de un alimento tan común y típico como las hamburguesas. Es probable que, al pensar en ellas como se conocen en la actualidad, es decir, entre dos rebanadas de pan y acompañadas de todo tipo de ingredientes, la mente se dirija de forma automática hasta Estados Unidos. Pero su nacimiento se sitúa a miles de kilómetros de distancia, en concreto, en Europa.

Aunque se asocia a la cultura contemporánea, las primeras referencias a un alimento similar a la hamburguesa se remontan a la Roma imperial. Bajo el mandato del emperador Tiberio, se documenta un plato llamado isicia omentata, elaborado con carne picada mezclada con piñones, pimienta, vino y garum, una salsa a base de vísceras de pescado fermentadas. Era un alimento práctico para las legiones por su facilidad de transporte.

Pero sea cual sea su origen, es un hecho que, desde hace años, las hamburguesas siguen siendo una tendencia gastronómica en auge, tanto en España como a nivel internacional. Su popularidad se ha consolidado en los últimos años con el crecimiento de propuestas gourmet, la proliferación de hamburgueserías artesanales y la diversificación de opciones —incluyendo alternativas veganas, vegetarianas o elaboradas con ingredientes locales y de temporada—.

No tenían nada que ver con las actuales: empezaron siendo tiras de carne aderezadas

La hamburguesa de Dedos X-Sur,
La hamburguesa de Dedos X-Sur, la mejor de Canarias, según Best Burger Spain

En sus inicios, la forma de la hamburguesa distaba mucho de cómo se la conoce hoy. En la Edad Media, los guerreros mongoles transportaban tiras de carne aderezada bajo las monturas para ablandarla con el calor del caballo, una práctica que se vincula con el origen del steak tartar. Con el tiempo, esta carne triturada derivó también en preparaciones como el carpaccio, las albóndigas o el pastel de carne.

A través de las rutas comerciales, estas “prehamburguesas” llegaron a Hamburgo (Alemania), uno de los principales puertos de Europa. Allí se perfeccionó la receta con ingredientes como el huevo. Desde esta ciudad, numerosos barcos llevaron el plato hasta Estados Unidos, donde empezó a servirse como “filete al estilo de Hamburgo” en locales del puerto de Nueva York y entre inmigrantes del Valle del Ohio.

A finales del siglo XIX y comienzos del XX, en el contexto de la industrialización, la hamburguesa se popularizó como alimento rápido. Una carta del restaurante Delmonico’s de 1834 contiene una de las primeras menciones documentadas. Aunque en sus inicios era un producto caro, su consumo se extendió rápidamente y el precio se ajustó al bolsillo del ciudadano medio. Con el paso del tiempo, el nombre evolucionó de hamburger steak a simplemente burger.

Quién inventó la idea de meter la carne entre dos panes

Entrevista a Ezequiel Maldjian, cofundador de Hundred Burgers, la tercera mejor hamburguesería del mundo según el ranking de The World's Best Burgers por su hamburguesa 'Singular'

El origen de la hamburguesa tal como se conoce hoy —con la carne colocada entre dos rebanadas de pan— sigue siendo motivo de disputa en Estados Unidos. Diversas ciudades reclaman su invención, entre ellas Hamburg, en el estado de Nueva York. Según el escritor David Michaels, en The World is Your Burger (Phaidon), fueron los hermanos Menches quienes, en 1885, sirvieron por primera vez carne dentro de un pan en una feria del estado de Nueva York. Otra versión se lo atribuye a Charlie Nagreen, en Wisconsin, ese mismo año: ofrecía el sándwich para facilitar su consumo mientras los clientes caminaban.

Desde entonces, la hamburguesa comenzó a ganar popularidad y se consolidó como emblema del modelo de comida rápida. El primer restaurante especializado en vender exclusivamente este producto abrió sus puertas en 1921 en Wichita (Kansas) bajo el nombre de White Castle. La fórmula se completó con guarniciones como patatas fritas, refrescos, kétchup, mostaza, cebolla y pepinillos.

En las últimas décadas, la tendencia ha dado paso a un nuevo formato: las hamburguesas gourmet. Elaboradas con carnes seleccionadas como wagyu o buey de kobe, este modelo apuesta por ingredientes de mayor calidad y una preparación más cuidada, alejándose del concepto tradicional de fast food.