Alerta por altas concentraciones de “contaminantes eternos” en decenas de vinos europeos, entre ellos españoles

Un estudio realizado en más de 10 países ha revelado altos niveles de PFAS, utilizado en pesticidas de la agricultura intensiva

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“Ya no encontraremos ningún vino
“Ya no encontraremos ningún vino en ningún sitio que no esté contaminado”, advierte un autor del estudio

Un reciente estudio realizado por la Red Europea de Acción contra los Pesticidas (PAN Europe) ha sacado a la luz un crecimiento alarmante en los niveles de sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) en vinos producidos en Europa.

La investigación analizó 49 vinos de diez países, entre ellos España, donde se descubrió que estas sustancias químicas, conocidas como “contaminantes eternos” por su resistencia a la degradación, están considerablemente más presentes que en otros productos, lo que podría perjudicar a la salud y el medio ambiente.

El análisis presentaba vinos antiguos como recientes de Austria, Bélgica, Croacia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Luxemburgo y España.

Los resultados revelaron que los vinos recientes contienen una concentración media de 110 microgramos por litro de TFA (ácido trifluoroacético), un compuesto derivado de los PFAS. Estas cifras son aproximadamente 100 veces superiores a los niveles promedio detectados en aguas superficiales y potables, según detallaron los autores del estudio.

Un problema vigente desde 2010

El informe señala que los vinos antiguos, cosechados antes de 1988, no presentaban rastros de TFA, mientras que los años siguientes el nivel de este pesticida mostraba un aumento significativo a partir de 2010.

Ya no encontraremos ningún vino en ningún sitio que no esté contaminado”, ha dicho Michael Müller, profesor de Química y Farmacéutica Médica en la Universidad de Friburgo.

El único estudio oficial previo sobre PFAS en alimentos, realizado en 2017 por el Laboratorio de Referencia de la UE CVUA Stuttgart a petición de la Comisión Europea, había detectado una concentración media de 50 microgramos por litro en 27 vinos europeos, con un máximo de 120.

Los nuevos datos no solo confirman un aumento en los niveles de contaminación, sino que también destacan la persistencia de estas sustancias en el medio ambiente y su acumulación en productos agrícolas, añade los investigadores.

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Riesgos para la salud y el medio ambiente

El TFA, aunque considerado durante mucho tiempo como inofensivo, ha comenzado a generar preocupación debido a unos indicios de que podría afectar a la salud reproductiva. Según el estudio, otras sustancias con PFAS ya han demostrado efectos perjudiciales, lo que llevó a la Comisión Europea a prohibir su uso en ciertos productos, como envases alimentarios, en 2022.

Uno de los investigadores, el químico Helmut Burtscher-Schaden, ha calificado estos hallazgos como “alarmantes”, no solo por las altas concentraciones, sino por el incremento constante de la contaminación en los últimos años. “Probablemente, estamos ingiriendo mucho más TFA a través de nuestra dieta de lo que se suponía anteriormente”, ha advertido el investigador.

Además, el informe destaca que el agua de lluvia, que contiene entre 400 y 500 nanogramos de PFAS por litro, presenta unos niveles de contaminación inferiores a los vinos analizados.

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El caso en los vinos ecológicos

Es más, incluso los denominados vinos ecológicos, producidos a partir de uvas cultivadas en terrenos libres de pesticidas, no están exentos de esta contaminación. En este sentido, solo uno de cada cinco vinos estaba libre de pesticidas, pero todos contenían TFA, según el estudio.

No obstante, esto podría deberse a factores externos, como el uso de sustancias químicas en áreas cercanas o el agua utilizada para diversos cultivos.

Por otro lado, la responsable de políticas de PAN Europe, Salomé Roynel, ha señalado la fuerte relación entre la agricultura intensiva y las altas concentraciones de PFAS en el agua y los productos: “Las sustancias que liberan TFA en el medio ambiente deben retirarse del mercado sin demora”, ha subrayado.

Así, los investigadores han instado a la Comisión Europea a actualizar su lista de sustancias prohibidas para incluir los pesticidas que contienen PFAS.