Un trabajador de Starbucks con 30 años de antigüedad en el aeropuerto de Marsella es despedido por dar comida no vendida a personas sin hogar

Otros tres empleados de la cadena y de Prêt-à-Manger, también despedidos, aseguran que contaban con autorización para repartir comida que iba para tirar

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Un establecimiento de Starbucks en
Un establecimiento de Starbucks en Madrid. (Eduardo Parra/Europa Press)

Un empleado que trabajó durante 30 años en el aeropuerto de Marsella-Provenza ha sido despedido por el grupo que gestiona las franquicias de Starbucks y Prêt-à-Manger, SSP, después de que este hombre distribuyera sándwiches y otros alimentos no vendidos entre personas sin hogar y al personal del aeropuerto. Así lo recoge el diario francés La Provence, que añade que además de este, otros tres compañeros del grupo también fueron despedidos por la misma causa.

Durante años, este trabajador cumplió con su trabajo en la Terminal 1 de dicho aeropuerto, y que, según La Provence, trabajaba en la popularmente conocida franquicia Starbucks. Después de su turno, sobre las ocho de la tarde, solía recoger alimentos tanto de la cadena de cafeterías como de Prêt-à-Manger, cadena especializada en comida orgánica y en sándwiches preparados, que iban a ser desechados debido a su cercanía a la fecha de caducidad. En lugar de tirar estos productos, decidió repartirlos entre las personas sin techo que frecuentan el aeropuerto y que él conocía. “Empecé con las personas sin hogar; todos los conocemos. Algunas llevan aquí más de 20 años”, recuerda para el medio el trabajador ya despedido.

El Supremo pone límite a los despidos disciplinarios: no pueden realizarse sin que el trabajador tenga la posibilidad de defenderse.

Según su testimonio, en el aeropuerto de Marsella-Provenza hay unas 80 personas sin hogar, aunque no solo repartía alimentos a estos, sino que también lo hacía a los limpiadores y guardias de seguridad que trabajaban allí. “Conozco a una mujer encantadora, con una gran dignidad, que nunca pide nada, ni siquiera un vaso de agua. Otra lava su ropa aquí y luego la tiende”, añade.

Supuestamente, tenía la aprobación de sus jefes

Sin embargo, como recoge el medio local France3, sus superiores, tanto de la dirección del aeropuerto como de las franquicias, los sabían. “Mi superior me dijo que estaba bien, que siguiera así. De lo contrario, tendría que tirar los alimentos en contenedores especiales, lo cual tenía un precio”, cuenta el extrabajador. Según él, todo lo que hacía estaba bajo la supervisión de las cámaras de seguridad del aeropuerto y se realizaba con la aprobación tácita de su jefe. Sin embargo, esta versión no coincide con la de la dirección de SSP. “Ningún empleado tiene derecho a marcharse con mercancía destinada a ser desechada. Dicha mercancía deberá depositarse en los contenedores de basura designados, salvo que se acuerde lo contrario en los contratos de franquicia”, recoge France 3.

Además, según la carta de despido, lo sobrante debía ser registradas en el sistema de inventario el mismo día en que ocurren. “Todas las pérdidas deben registrarse en la caja del software de inventario el mismo día en que se producen”, se lee en el documento, según el medio. “Antes de la distribución, toda la mercancía era registrada por mi superior. No habría corrido ningún riesgo con mi carrera ni con mi empresa”, asegura, añadiendo que era conocido y apreciado por sus compañeros y supervisores. El grupo SSP ha defendido su decisión de despedir tanto a este trabajador como a tres compañeros más. “Ya no puedo dormir, ya no puedo entrar al aeropuerto. Estamos tan afectados que hemos decidido acudir al tribunal laboral”, afirma.