Este es el deporte que te ayuda a mantener la memoria, según Harvard

Una actividad ligera y sencilla de incorporar a la rutina puede ser la clave para preservar las capacidades cognitivas

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Una actividad ligera y sencilla
Una actividad ligera y sencilla de incorporar a la rutina puede ser la clave para preservar las capacidades cognitivas . (Freepik)

Pese a que los adeptos del running y las pesas insistan en sus múltiples beneficios, puede que la clave para la salud esté en una actividad tan sencilla como caminar. Al menos en lo que a la memoria se refiere. Un reciente estudio de la Universidad de Harvard resalta que andar puede ser la clave para preservar las capacidades cognitivas, mantener la agudeza mental y proteger el cerebro.

De acuerdo con la investigación, caminar regularmente estimula la circulación sanguínea, lo que permite un mejor flujo de oxígeno hacia el cerebro. Este proceso es esencial para optimizar las funciones cognitivas, como la concentración, y para reducir el riesgo de desarrollar trastornos relacionados con el envejecimiento.

Los efectos de la caminata en el cerebro

Según el estudio de Harvard, uno de los principales beneficios de caminar radica en su capacidad para mejorar la circulación sanguínea. Este aumento en el flujo de oxígeno hacia el cerebro no solo favorece la concentración, sino que también actúa como un mecanismo de protección contra el deterioro cognitivo. La investigación de la universidad estadounidense subraya que esta actividad física, aunque subestimada en ocasiones, tiene un impacto significativo en la salud mental y en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.

Además, caminar regularmente puede contribuir a mantener el cerebro activo y en buen estado, lo que resulta crucial para enfrentar los desafíos del envejecimiento. Según publicó Creative Commons, esta práctica sencilla puede ser una herramienta poderosa para quienes buscan preservar su memoria y mantener su mente alerta.

Aclaran, no obstante, que se desconoce cuál es el mejor ejercicio para la memoria, porque su estudio se centra exclusivamente en caminar. “Pero es probable que otras formas de ejercicio aeróbico que hacen que tu corazón se acelere puedan tener beneficios similares”, explica el doctor Scott McGinnins, profesor adjunto de Neurología en el centro.

La ventaja que ofrece frente a actividades más intensas como la natación o el pilates, caminar no requiere equipamiento especializado ni membresías en gimnasios, lo que la convierte en una opción accesible. Además, es sencilla de incorporar a la rutina diaria: basta con dedicar unos minutos al día a esta actividad para comenzar a notar sus beneficios. Elegir caminar en lugar de usar el coche para trayectos cortos, optar por las escaleras en lugar del ascensor o simplemente dar un paseo después de las comidas son formas sencillas de integrar esta práctica en el día a día.

El estudio de Harvard enfatiza que no es necesario realizar largas caminatas para obtener resultados positivos. Incluso sesiones cortas, pero regulares, pueden marcar una diferencia significativa en la salud física y mental.

Beneficios físicos adicionales

Un grupo de personas camina
Un grupo de personas camina por una senda. (Pexels)

Más allá de los efectos positivos en el cerebro, caminar también tiene un impacto notable en la salud física general. Esta actividad fortalece el sistema cardiovascular y trabaja diversos grupos musculares, incluidos los de las piernas, las caderas y el tronco. El fortalecimiento muscular no solo mejora la postura, sino que también reduce el riesgo de lesiones.

La caminata, al ser una actividad de bajo impacto, es ideal para personas de todas las edades y niveles de condición física. Su simplicidad y accesibilidad permiten que cualquiera pueda beneficiarse de sus efectos, sin necesidad de realizar grandes inversiones en equipamiento o entrenamiento especializado.