El lado más inesperado y cotidiano de Teresa Palmer sale a la luz lejos de los focos y las alfombras rojas

Teresa Palmer, actriz australiana reconocida por su trayectoria internacional en cine y televisión, reveló detalles insólitos de su vida cotidiana y profesional durante una entrevista con The Guardian. La conversación presentó a una Palmer alejada de los reflectores, marcada por anécdotas familiares, sustos en los rodajes y una pasión singular por el true crime.

Uno de los relatos más curiosos de la entrevista fue el enigma del “fantasma del baño” en su hogar. Con cuatro hijos y un hijastro, la actriz enfrentó una situación repetida: alguien utilizaba el baño y olvidaba tirar de la cadena, lo que provocaba una serie de acusaciones cruzadas en la familia.

Otra anécdota doméstica surgió al revisar la heladera, donde encontró un recipiente con una sustancia oscura y grumosa que confundió con compota. Tras analizarlo, Palmer descubrió que era slime, el juguete viscoso de su hijo. “Pensé que era algún tipo de compota, pero es slime. Hay slime en mi nevera”, relató entre risas, dando cuenta de la cotidianeidad caótica que vive en familia.

En el ámbito profesional, Palmer mencionó los desafíos que enfrentó para su papel en la serie A Discovery of Witches. Aprendió a remar y a volcar una embarcación para emerger del agua, pese a su temor a quedar sumergida. “Me volví muy eficiente y logré superar mi miedo”, explicó la actriz.

En el rodaje de Punto de quiebre, en Tahití, fue atada al fondo del océano con sacos de arena y debió actuar bajo el agua, sin oxígeno, dependiendo únicamente de que un miembro del equipo le devolviera el regulador. “Solo puedes confiar en que alguien nadará hacia ti para devolverte el regulador”, relató.

Palmer también recordó su adolescencia en Adelaida, donde trabajó en un local de Hungry Jack’s en Rundle Mall. Según declaró a The Guardian, ese trabajo resultó más aterrador que cualquier escena de sus películas, debido al tipo de personas que frecuentaban la zona. A pesar de ello, disfrutaba visitar lugares icónicos como Dazzleland junto a sus amigos los fines de semana.

Entre sus intereses personales, Palmer confesó su afición por el true crime. Se describió como una “enciclopedia” capaz de recordar detalles de numerosos casos y recomendar podcasts, documentales y series sobre el tema. “Puedo mantener una conversación profunda sobre varios casos y teorías con cualquiera. Solo tienes que decir el nombre de alguien y sabré de quién hablas”, afirmó en la entrevista.

La actriz también compartió que la película Labyrinth tiene un lugar especial en su vida. De niña, su padre le regaló tres cintas VHS para las visitas de los domingos: Grease, Labyrinth y La princesita. Ahora, disfruta viendo Labyrinth con sus hijos, quienes, a pesar de estar acostumbrados a la animación moderna, todavía logran apreciar la magia del filme.

Un episodio embarazoso en su carrera ocurrió durante un taller de actuación en Byron Bay. Palmer pensó que un hombre que ingresó con su perro era un músico local, sin sospechar que se trataba del reconocido cantante Pete Murray. Al darse cuenta, tras el aviso de un asistente, no dudó en expresar su admiración y ambos compartieron una carcajada. Murray reaccionó amistosamente y la invitó a su próximo espectáculo.

En el entorno laboral, Palmer aprendió a priorizar su bienestar y alimentación. Como vegana, suele pedir pan de ajo vegano y té de burbujas en los rodajes, costumbre que contagió a sus compañeros. Como gesto final en un proyecto reciente, encargó doscientos panes de ajo para todo el equipo. “Soy la imagen del bienestar: pan de ajo y té de burbujas”, aseguró la actriz.

Al revisar su agenda de contactos, Palmer mencionó que tiene los números de personalidades como Paris Hilton, Russell Crowe, Emma Stone, Eva Mendes y Sia, dejando a criterio del entrevistador decidir quién es el más famoso.

La entrevista con The Guardian finalizó con Palmer resaltando la importancia de la música de Labyrinth en la vida familiar, ya que es la banda sonora de muchos viajes en coche y sigue siendo su película favorita para compartir con sus hijos.