Por qué la narrativa de Asesino bajo Disfraz sobre John Wayne Gacy desafía los códigos del true crime y apuesta por la reparación simbólica

El impacto emocional en el equipo y la búsqueda de una mirada más humana generan preguntas sobre los límites éticos en la representación audiovisual de casos reales, según publicó Vanity Fair

Guardar
La serie de Peacock sobre John Wayne Gacy prioriza la memoria y dignidad de las víctimas, alejándose del enfoque tradicional en el criminal (YouTube: Peacock)

En una entrevista con Vanity Fair, el equipo detrás de Asesino bajo Disfraz: John Wayne Gacy, estrenada en Peacock, destacó que la serie buscaba romper con la narrativa habitual en las producciones sobre asesinos seriales. Protagonizada por Michael Chernus, la ficción evita centrar la atención en el criminal y traslada el foco a las víctimas y sus entornos.

El objetivo, explicaron los creadores al medio, es replantear la forma en que se representan los crímenes reales en la pantalla, con énfasis en la dignidad y memoria de quienes fueron afectados por los actos de John Wayne Gacy, uno de los homicidas más notorios en la historia de Estados Unidos.

Una nueva mirada sobre los crímenes de Gacy

El 16 de octubre, Peacock lanzó los ocho episodios de Asesino bajo Disfraz: John Wayne Gacy, ambientada en Des Plaines, Illinois, en 1978. La trama inicia con la desaparición de Robert Piest, un adolescente de 15 años, que desencadena la investigación sobre los crímenes de Gacy. Responsable de al menos 33 asesinatos de jóvenes y niños, muchos de ellos también víctimas de abuso sexual, Gacy fue condenado a muerte en 1980 y ejecutado en 1994.

Asesino bajo Disfraz: John Wayne
Asesino bajo Disfraz: John Wayne Gacy propone una reflexión ética sobre la representación mediática de crímenes reales (Wikipedia)

La serie explora las secuelas desde múltiples perspectivas: los detectives a cargo del caso, interpretados por Gabriel Luna y James Badge Dale; Elizabeth Piest, madre de la última víctima registrada, encarnada por Marin Ireland; y el abogado defensor, interpretado por Michael Angarano. Cada episodio recurre a secuencias retrospectivas para reconstruir momentos significativos en la vida de una víctima, evitando escenas de violencia explícita.

Decisiones creativas y éticas del elenco

Michael Chernus, conocido por sus roles en Orange Is the New Black y Separación, asumió su primer papel protagónico con reservas. “No quería participar en algo que glorificara a Gacy”, declaró. El actor destacó que la narrativa no gira en torno al asesino, sino en las vidas truncadas. Tras reunirse con Patrick Macmanus, creador de la serie, aceptó el proyecto al confirmar que el enfoque sería más humano que sensacionalista.

Macmanus, con experiencia en series como Dr. Muerte, explicó que tampoco buscaba replicar modelos previos criticados por familiares de víctimas, como Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer. La propuesta narrativa se centró en mostrar quiénes eran las víctimas, sin vincularlas directamente con Gacy, y subrayó que la serie no pertenece al género “true crime”, sino al drama inspirado en hechos reales.

Estructura y perspectiva narrativa

La producción evita escenas de
La producción evita escenas de violencia explícita y reconstruye la vida de las víctimas a través de flashbacks y testimonios familiares (Foto: Marty Zielinski/Peacock)

La producción se aleja del formato tradicional del crimen real. Cada episodio profundiza en la identidad de una víctima mediante flashbacks que retratan historias personales, muchas de ellas vinculadas a la identidad queer. Este enfoque busca que el público vea a las víctimas como individuos con vidas plenas, y como cifras asociadas a un crimen.

Chernus subrayó que la serie aborda las condiciones estructurales que facilitaron la impunidad de Gacy, en especial la homofobia sistémica de la época, que dificultó tanto la investigación como la visibilidad de los casos.

Investigación y contacto con las familias

El equipo creativo realizó una documentación exhaustiva, accediendo a material inédito de NBC News y contactando a las familias de las víctimas. “Nos comunicamos con tantas familias como pudimos”, relató Macmanus. Aunque no todas respondieron, algunas dieron su visto bueno al enfoque. El objetivo no era obtener aprobación, sino comprender las inquietudes para reflejarlas con respeto.

Impacto emocional y reflexiones del equipo

El actor Michael Chernus subraya
El actor Michael Chernus subraya el enfoque humano y responsable de la narrativa (REUTERS/Liesa Johannssen)

Chernus evitó técnicas inmersivas de actuación para preservar el bienestar emocional del equipo. “Elegí la salud mental del grupo sobre mi experiencia individual”, afirmó. Tras el rodaje, reconoció que su perspectiva sobre el género cambió profundamente. “Después de esto, no creo que vuelva a consumir mucho true crime”, confesó.

Macmanus también expresó su deseo de que el público conecte con las historias personales, alejándose del morbo. “Queremos avanzar hacia representaciones más responsables, donde las víctimas no sean solo parte del trasfondo”, indicó.

El legado de Gacy y el mensaje de la serie

Asesino bajo Disfraz: John Wayne
Asesino bajo Disfraz: John Wayne Gacy busca cambiar la forma en que se representan los crímenes reales en la televisión (Foto: Peacock TV)

John Wayne Gacy, apodado por la prensa como el “Payaso Asesino”, usó su imagen pública para ocultar su conducta criminal. Su caso fue objeto de múltiples adaptaciones mediáticas, pero Asesino bajo Disfraz: John Wayne Gacy propone una narrativa distinta.

Se trata de un experimento ético que busca cambiar la forma en que se representan los crímenes reales, reconociendo la humanidad de las víctimas y no el impacto del victimario.