Diego Luna habló sobre “Andor”, la serie que transformó su carrera: “No creo que me vuelva a pasar en la vida”

“En Andor no se trata solo de salvar galaxias, se trata de luchar por aquello en lo que creemos”, afirmó el actor y director mexicano Diego Luna en una entrevista para la portada de Vulture, al profundizar sobre su papel en una de las series más ambiciosas del universo de Star Wars.

Durante la charla, compartió sus experiencias en el conocido cine Vidiots de Los Ángeles, un lugar lleno de recuerdos de su juventud. “Pasé mucho tiempo aquí cuando tenía 20 años”, comentó, recordando películas que moldearon su pasión por el cine. Para él, Vidiots es más que un icono cultural; es un puente hacia sus años formativos.

Tras el exitoso cierre de Andor, serie producida en el legendario Pinewood Studios y concebida inicialmente para cinco temporadas, Luna rememoró un incidente en el aeropuerto de Heathrow que casi se convierte en un drama policial. Sobre esto, confesó: “Apenas podía hablar inglés. Mis ojos estaban rojos, y llevaba un bláster (arma de Star Wars) que parecía real”.

La autenticidad del arma en un momento del set, provocó alarma en seguridad. Sin embargo, su reconocible rostro, asociado tanto a la serie Narcos: México como a Rogue One: una historia de Star Wars, alivió la tensión, convirtiendo la confusión en un encuentro anecdótico.

Aquel evento no solo reveló el reconocimiento internacional del intérprete, sino también su habilidad para mantener la calma en circunstancias imprevistas.

El proyecto de Andor experimentó una evolución notable, en gran parte gracias a la decisión de Diego Luna de reducir la producción a dos temporadas. Para él, adaptarse al vasto universo de Star Wars significó no solo estar frente a la cámara simplemente, sino también asumir un papel integral tras bastidores.

“Me acostumbré al tamaño de este show como si fuera algo normal”, admitió. En su rol de productor ejecutivo, fue más que un actor; fue un motor que impulsaba la visión del espectáculo, aconsejando en temas de casting, diseño de producción y asegurando que cada escena mantuviera la esencia esperada por su creador, Tony Gilroy.

En sus palabras, la serie ganó profundidad al enfocarse en la realidad cruda del conflicto y la opresión, brindando un estilo narrativo urgente y contemporáneo.

Luna brindó una interpretación especial de un héroe de Star Wars, cuyo viaje de ladrón a líder rebelde está empapado de confianza y una dedicación feroz a la causa. “Vender la historia de un personaje con un destino ya conocido va más allá de la simple actuación”, comentó con sinceridad.

Su integridad como Cassian Andor es palpable, diferenciándose de los tradicionales héroes del universo galáctico al no depender del fulgor mítico de los Jedi ni de las complejas genealogías de los Skywalker. Para el artista latinoamericano, el desafío y la recompensa residieron en capturar el impulso humano de resistir ante la tiranía, una narrativa que resuena poderosamente con audiencias globales.

Más allá de la pantalla, su influencia se extiende a través de su consistente involucramiento en luchas sociales. Con proyectos que abordan desde la desigualdad hasta la brutalidad del narcotráfico, su trayectoria está impregnada de una firme postura política.

En el reportaje para la revista Vulture reflexionó sobre su conexión con los movimientos de derechos indígenas liderados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994, que moldearon su perspectiva artística y social. “Como artistas y ciudadanos, tenemos una agenda”, reconoció sobre que el impacto sociopolítico de la industria.

Con vistas hacia el porvenir, el actor expresó un profundo deseo de regresar a sus raíces teatrales en México, “donde pertenezco”, agregó con entusiasmo. Entre sus próximos proyectos destaca Ceniza en la Boca, una adaptación de la novela de Brenda Navarro, y una participación en la próxima producción de Kiss of the Spider Woman.

A los 45 años, sueña con un ritmo más pausado, “detrás de la cámara más que frente a ella”, agregó, planeando también seguir desarrollando el sentido crítico de la sociedad a través de producciones como Pan y Circo, una serie que profundiza en la discusión de temas socio-políticos actuales.

La conexión visceral de Diego Luna con las historias de inmigración y resistencia revela no solo una carrera apasionada, sino una vida dedicada a reflejar y catalizar un cambio significativo, manteniéndose fiel a su audaz creencia en el poder transformador de las narrativas.