Natasha Lyonne criticó la falta de autenticidad en Hollywood: “Perdimos un arte en el camino”

“Cuando mirás el panorama de qué es el cine hoy, parece que nos conformamos con adaptaciones de juegos de mesa y juguetes. ¿Es esto a lo que hemos llegado? Perdimos un arte en algún lugar del camino”, reflexionó Natasha Lyonne en una charla con la revista Marie Claire, marcada por la sinceridad y cuestionamiento sobre la realidad actual de Hollywood.

Desde su rol de productora ejecutiva y protagonista de la serie Poker Face, Lyonne continúa desarrollando un camino lejos de la complacencia, apegándose a su intuición en una industria cada vez más dirigida por algoritmos.

A través de la producción de Poker Face, la multifacética artista se sumergió en los proyectos que despiertan su curiosidad. Además, en el reportaje compartió sus preocupaciones sobre el futuro del cine y la expresión personal que permea su carrera actoral.

“Nuestras existencias culminan inevitablemente en la misma conclusión: la muerte”, mencionó Lyonne, fusionando filosofía y cotidianidad con su característico tono mezcla de profundidad y humor. Para ella, este entendimiento inspira un enfoque valiente en sus elecciones artísticas, priorizando proyectos que emocionan tanto a la audiencia como a ella misma.

En una industria donde predomina el conformismo, ella aseguró con firmeza que “desarrolló una piel gruesa frente a las opiniones pasajeras que no capturan la visión completa”. Este concepto disruptivo desafía las expectativas, y también las limitaciones autoimpuestas que otros podrían experimentar.

El descontento de Lyonne también se extiende a la reciclada dependencia de Hollywood en propiedades intelectuales ya establecidas. Criticó el uso excesivo de material existente y expresó un deseo ferviente de romper con esta tendencia, buscando infundir frescura y originalidad en cada emprendimiento.

“Hemos reemplazado el verdadero arte con piezas de rompecabezas que no llevan a ningún lugar”, afirmó con desdén por las estructuras predecibles. En su productora Animal Pictures, se esfuerza por desafiar este status quo, centrándose en narrativas originales que ofrezcan una perspectiva única y despierten el interés genuino del público.

Con una carrera que inició en su niñez, Lyonne transitó un camino repleto de altibajos personales y profesionales. Sobre sus primeros años de audiciones en Nueva York, declaró: “De niña, ya me veía como una profesional cansada”.

Desde interpretar a una niña en “Heartburn” hasta su inconfundible papel en Pee-wee’s Playhouse, la artista se encontró a menudo en la encrucijada de ser una joven consumada con una vida personal turbulenta.

La actriz estadounidense tuvo su regreso al reconocimiento público con su participación en Orange Is the New Black, lo que impulsó un resurgimiento en su trayectoria. “Había algo realmente en interpretar a un personaje que lidiaba con la adicción, algo con lo que yo misma había batallado”, confesó..

En este punto de su carrera, Lyonne había abrazado plenamente la lucha contra aquellos demonios que, en un momento, parecían insuperables. Sus experiencias tempranas junto a los desafíos enfrentados, alimentaron una resiliencia que hoy es notorio en cada proyecto en el que se involucra.

Irónicamente, la etapa actual se podría catalogar como una suerte de renacimiento. En un momento de su entrevista, reconoció: “No me ofrecen muchos papeles, pero sigo enviando mensajes y creando mis propios proyectos”.

Mientras continúa explorando personajes complejos, Lyonne traza paralelismos entre Poker Face y su anterior proyecto, Muñeca rusa. “Para mí, Charlie en ‘Poker Face’ es una extensión de Nadia. Ambas comparten esa capacidad única de enfrentar y desentrañar verdades, ya sean externas o personales”, expuso.

Por medio de Animal Pictures, Lyonne cimentó un modelo determinado e innovador para su rol como productora, colaborando con talentos como Rian Johnson y participando en una serie de producciones nacidas de su pasión por contar historias que trascienden lo convencional. Por ejemplo, mencionó que fue ese “amor por el arte lo que impulsa la incapacidad de hacer concesiones”.

“Al final del día, es un juego de amor por el arte, y me niego a hacer concesiones al respecto”, manifestó. En su búsqueda por producir contenido original y significativo, Lyonne abrió el camino a nuevas oportunidades y colaboraciones que reflejan su visión auténtica.

Encarando un panorama que podría parecer intimidante en Hollywood, la productora y actriz sigue consolidando una carrera singular, donde su voz y enfoque son inimitables. Es por ello que reflexionó: “Tener más oportunidades ahora que hace unos años es un privilegio, ¿acaso no es esa la meta?”.

Con una audacia inquebrantable y una trayectoria en constante evolución, Lyonne no solo reformula su propia carrera, sino que también renueva las expectativas sobre lo que significa ser mujer en el mundo del espectáculo.