Claes Bang, el actor que reinventó la última versión de “Drácula” y representa el éxito tardío

El danés Claes Bang que es reconocido por su porte imponente y una versatilidad que trasciende fronteras, se consolidó como una figura destacada del cine europeo en los últimos años. Aunque su carrera comenzó en producciones locales, el actor alcanzó el reconocimiento internacional tras su participación en The Square (2017), una sátira dirigida por Ruben Östlund que ganó la Palma de Oro en Cannes. Con su papel, Bang demostró la capacidad de interpretar personajes complejos y contradictorios, lo que lo catapultó a ser considerado para importantes producciones en lengua inglesa. Ante su creciente carrera artística, el medio The Independent realizo un repaso sobre sus mejores producciones.

En su trayectoria destacan trabajos como la reinterpretación del legendario Drácula en la miniserie de la BBC (también publicada en Netflix), que le valió gran notoriedad en el Reino Unido, y su papel en The Northman, donde reafirmó su lugar en producciones de alto perfil. A sus 57 años, Claes Bang encarna un ejemplo de perseverancia y éxito tardío, logrando impactar en una industria que a menudo privilegia el descubrimiento temprano de sus estrellas.

La participación de Bang en The Square marcó un antes y un después en su carrera. En esta película, interpretó a un curador de arte cuyas contradicciones personales reflejan el vacío moral de la sociedad contemporánea. El filme se llevó la Palma de Oro en Cannes, y posicionó a Bang como un actor capaz de liderar proyectos internacionales. Según el interprete, el éxito del largometraje fue decisivo y aseguró: “Cuando una película gana en Cannes, toda la industria la ve. De repente ahí estaba yo, alguien con buen inglés y experiencia para llevar una película”.

Esta actuación le abrió las puertas a producciones como La chica en la telaraña y Malas hermanas, en las que exploró personajes antagónicos y de gran intensidad emocional. A pesar de haber alcanzado este nivel de visibilidad a los 50 años, el actor valora el camino recorrido, señalando que llegó a estas oportunidades con una sólida base de experiencia acumulada durante más de dos décadas en cine y teatro.

Claes Bang nació en la isla de Funen (Dinamarca), y creció bajo el cuidado de su padre después de la separación con su madre. Desde joven mostró interés por las artes escénicas, un camino que comenzó a vislumbrarse durante su participación en una producción escolar de Hair. Este primer contacto con el teatro encendió en él una pasión que lo llevaría a inscribirse en la Escuela Nacional Danesa de Teatro, donde comenzó a forjar las bases de su carrera como actor.

El inicio de su trayectoria estuvo marcado por su participación en producciones locales de Dinamarca y Alemania, en las que adquirió experiencia y consolidó su talento. Pero durante estos años, su reconocimiento se limitaba a audiencias regionales, un escenario que cambiaría de forma drástica tras el éxito en The Square.

Actualmente, a pesar de los viajes y compromisos internacionales que su carrera le exige, Bang mantiene una vida familiar estable en Copenhague, donde reside junto a su esposa Lis Kasper Bang y los dos hijos de ella. Este balance entre la vida profesional y personal refuerza una faceta menos conocida del actor, quien valora la conexión con su entorno cercano como un ancla en medio de la agitación que implica su éxito global.

El año 2020 marcó un hito para Bang con su interpretación de Drácula en la miniserie de la BBC, escrita por Mark Gatiss y Steven Moffat. Aunque al principio dudó en aceptar el papel debido a la abundancia de adaptaciones previas del icónico personaje, el guion logró convencerlo. Según el actor, el enfoque era completamente distinto al habitual: “Tenía una dinámica totalmente diferente a cualquier otro Drácula... y también había humor”, explicó.

La serie presentaba una reinterpretación del legendario vampiro que combinaba su naturaleza depredadora con un carisma elegante y matices de humor negro. Este giro narrativo le permitió a Bang explorar dimensiones menos convencionales del personaje, alejándolo del arquetipo tradicional. Su actuación destacó especialmente en escenas desafiantes para el actor, como una secuencia en la que debió interpretar a Drácula completamente desnudo. Aunque sean controversiales, este tipo de momentos reforzaron la imagen de un personaje cargado de intensidad y magnetismo.

Asumir este papel también le generó cierta ansiedad debido a la devoción de los fanáticos por la figura de Drácula. “Después de aceptar, me aterroricé. Pensé: ‘¿En qué me he metido? Esto sólo puede salir mal porque hay demasiados aficionados ahí afuera’”, admitió el intérprete. A pesar de estas preocupaciones, el actor quedó satisfecho con el resultado final, que le permitió solidificar su posición como un actor versátil y capaz de liderar producciones de gran impacto.