Un informe señala que más de la mitad de los padres cree que los profesores no motivan a que los estudiantes se comprometan con sus aprendizajes

La formación de los docentes es uno de los grandes temas que atraviesa a todos los debates actuales del campo de la educación. No solo por lo vertiginoso de los cambios tecnológicos sino porque nos enfrentamos a una nueva realidad donde el aprendizaje continuo a lo largo de la vida es clave.

El Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la UADE realizó un nuevo estudio titulado “El rol de la escuela” (octubre 2024) a nivel nacional que dio a conocer en en mayo de este año y que incluyó una muestra en el territorio argentino de 586 casos, desglosados en 370 madres y padres y 216 docentes para entender cómo se percibe la actividad docente en el nivel secundario por parte de las familias.

“El estudio del CIS subraya que los desafíos actuales de la educación en el nivel secundario son multidimensionales y están influenciados por factores sociales, tecnológicos, pedagógicos y organizativos”, destaca el informe.

En lo que respecta al desempeño docente, el informe destaca que “Seis de cada 10 familias consultadas evalúan de manera positiva el rendimiento de los profesores que enseñan en las escuelas donde sus hijos asisten”. En detalle se plantea que un 38% califica como “bueno” y un 19% como “muy bueno” el rendimiento profesional de quienes están frente a las aulas.

“Esa valoración crece levemente entre los mayores de 50 años, encuestados de nivel socioeconómico bajo y entre las familias con hijos que inician el nivel medio. Asimismo, esta percepción aumenta notoriamente entre los hogares con adolescentes que estudian en instituciones de gestión privada”, destaca el CIS. Por otra parte, 3 de cada 10 hogares afirman que el nivel de los educadores es regular y un 11% de consultados lo califica como malo o muy malo”.

Además “seis de cada 10 padres afirman que los docentes de sus hijos están bastante actualizados respecto de los conocimientos en las materias que imparten” e incluso “la mitad de las familias consultadas consideran que los docentes están preparados para sortear los desafíos de la enseñanza en la actualidad”.

Sin embargo, esta mirada positiva se encuentra con una percepción en la que “el 54% de los hogares opina que los profesores de sus hijos están poco o nada capacitados para manejar el uso de la tecnología dentro del aula. Según lo manifestado por seis de cada 10 familias a los docentes argentinos les falta formación en los contenidos que enseñan”.

Y agrega: “En esta misma línea, el 46% de los padres cree que los docentes asisten con poca o nula regularidad a jornadas de capacitación profesional. A su vez, 6 de cada 10 encuestados están de acuerdo con que los profesores concurran a esos eventos, incluso si ello conlleva interrupciones o suspensiones de clases”.

La competencia por la atención es otro de los grandes temas que suele mencionarse en la educación, en un presente de excesos informativos, de datos y de experiencias posibles a partir de la combinación del mundo real, digital y virtual.

En cuanto a cómo los docentes logran transmitir conocimientos a sus estudiantes, “el 45% de los hogares opina que los profesores no logran enseñar con eficacia sus conocimientos a los adolescentes. De manera similar, el 56% de los padres percibe que los profesores logran motivar poco o nada a los jóvenes hacia el compromiso con los aprendizajes”.

“Como oportunidades de mejora, los hogares sugieren principalmente implementar procesos de evaluación y formación continua para los docentes” y cabe subrayar que “el 57% de las familias consultadas asegura que recomendarían positivamente el acceso al sistema educativo nacional a personas provenientes del extranjero” siendo los argumentos “la calidad de los contenidos y los resultados académicos logrados por los alumnos”.

Si bien sigue siendo amplia la aceptación del sistema educativo nacional, desde el CIS señalan que “Cuatro de cada 10 padres aseguran que no recomendarían el modelo de educación nacional” a partir de que consideran “necesario perfeccionar los contenidos que se enseñan y, a su vez, mejorar la calidad de los docentes”.

La encuesta de UADE preguntó a los padres “cuánto esfuerzo creen que los docentes del colegio de sus hijos le dedican a preparar las materias. El 57% de los consultados considera que los profesores invierten bastante (38%) o mucho (19%) tiempo de trabajo en el proceso de planificación de clases. Este supuesto aumenta entre los hombres y en ambos extremos de los niveles socioeconómicos (bajo y alto). En contraposición, casi 4 de cada 10 familias opinan que los educadores ponen poco (29%) o nada de empeño (9%) en la preparación de contenidos y materiales de enseñanza”.

“Las familias también sugieren que se perfeccionen los contenidos y las metodologías de enseñanza (13% de menciones). A su vez, recomiendan que se capacite a los docentes en la atención a la diversidad y en la promoción de entornos educativos inclusivos (11% de menciones)”, resaltan en este estudio realizado en el territorio argentino.

No es menor que las familias también destacan la importancia de mejorar las condiciones laborales del plantel docente para garantizar una verdadera transformación en las aulas.

Entre la lista de sugerencias desde el CIS relevaron los siguientes puntos: “Mejorar la gestión del sistema educativo y los programas de educación (7%); fomentar la innovación educativa a través del uso de tecnología (4%); aumentar la calidad educativa de los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD) y profesorados (3%); eliminar el denominado adoctrinamiento ideológico y fomentar en cambio el pensamiento crítico a partir de una pluralidad de perspectivas (3%). En los últimos lugares, con 2% de menciones cada una, aparecen las siguientes recomendaciones: realizar capacitaciones docentes fuera del horario escolar; aumentar la exigencia a los alumnos; mejorar la infraestructura y los recursos; reforzar el rol de la familia como parte de la comunidad educativa”.

“A diferencia de lo expresado por los padres con hijos en secundaria, los docentes postulan la jerarquización y mejora en las condiciones laborales en el segundo lugar de la lista, con 18% de menciones”, destacan desde la UADE y el informe agrega: “En la tercera ubicación se destaca otra iniciativa (no referenciada por las familias), que es la organización de encuentros interdisciplinarios con otros docentes y estudiantes, con el fin fomentar una educación más integral, colaborativa y enriquecida a partir de la triangulación de enfoques”.

La lista de sugerencias continúa de la siguiente manera desde la perspectiva docente: “Fortalecer los contenidos y metodologías de enseñanza (8%) aumentar la calidad educativa de los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD) y profesorados (6%); perfeccionar la capacitación para atender la diversidad y necesidades especiales (6%); mejorar infraestructura y recursos (5%)”.

Por último, desde la UADE destacan que “es necesario resaltar otra divergencia significativa que se presenta entre las opiniones de las familias y de los docentes: el factor motivacional y vocacional. Según los profesores, esto no es un problema que amerite ser atendido ya que lo ubican en el último lugar de la lista, con el 1% de menciones. En tanto que los padres con hijos en secundaria lo perciben de manera más relevante, ya que lo refieren en un 17%”.