
Para muchos, John le Carré fue el maestro de la duplicidad, el hombre que transformó su paso por los servicios secretos británicos en una de las obras más penetrantes sobre la traición y la ambigüedad moral del siglo XX.
Sin embargo, su hijo menor, el novelista Nick Harkaway, sostiene que su padre fue “una de las personas más abiertas” que conoció. La afirmación, expresada en una entrevista con The Times, desafía la imagen pública del escritor, complejizándola.
Harkaway afirmó que nunca se sintió engañado por su padre. “Era capaz de engaños tremendamente persuasivos y sin tapujos”, admite, pero, al mismo tiempo, “era exactamente la persona que aparentaba ser desde mi punto de vista”.
Cuando David Cornwell —el verdadero nombre de le Carré— murió, su hijo no sintió que quedaran asuntos pendientes. Ni siquiera después de que el biógrafo Adam Sisman revelara la existencia de once relaciones extramatrimoniales durante su segundo matrimonio.
Infidelidades conocidas y una relación que “funcionaba”
Uno de esos romances, con una mujer llamada Liese Deniz —quien en realidad se llamaba Norma Dennis—, tuvo lugar mientras Valerie Eustace, segunda esposa de le Carré y madre de Nick, estaba embarazada.
Lejos de sentirse escandalizado, Harkaway habla de su madre como una mujer fuerte que comprendía la complejidad del vínculo: “Nunca me fui. Sabía que si me quedaba, él volvería”, habría dicho Valerie según su hijo.
La pareja murió con apenas dos meses de diferencia: él en diciembre de 2020; ella en febrero de 2021. Su relación, calificada por Harkaway como “extraña” pero profundamente funcional, escapa a los juicios convencionales.
“Había un flujo enorme de amor”, afirmó, y señala que la gente suele imponer categorías a las relaciones ajenas, sin entender que algunas —como la de sus padres— se rigen por sus propias reglas.
El arte de la identidad: nombres verdaderos y máscaras elegidas

Como en sus novelas, en la vida de le Carré los nombres eran también un terreno inestable. David Cornwell adoptó el seudónimo “John le Carré” por necesidad: no podía publicar con su nombre real mientras trabajaba para el MI6.
Su esposa Valerie se hacía llamar Jane. Su primera esposa, Alison, prefería el segundo nombre: Ann. Incluso la amante que inspiró parte de los escándalos póstumos usaba un nombre falso.
Nick Harkaway, nacido Cornwell, optó por su alias literario para evitar que sus libros quedaran perdidos en las estanterías entre los de Bernard y Patricia Cornwell.
El nombre lo extrajo del Diccionario de frases y fábulas de Brewer: “Harkaway” era un héroe de folletines victorianos y también el nombre del caballo de Siegfried Sassoon. “Es simplemente un buen nombre”, afirma.
La escritura como herencia: géneros, estilos y legados
Lejos de limitarse a la sombra de su padre, Harkaway construyó una carrera literaria notable. Su más reciente obra, Sleeper Beach, pertenece a la serie Titanium Noir, una saga que mezcla sátira, futurismo y crítica social.
Ambientada 300 años en el futuro en una Groenlandia post-calentamiento global, la novela trata sobre una élite que consiguió alargar su vida de forma desproporcionada mediante tratamientos extremos. “No se trata de lo que la ciencia introduce en nuestras vidas. La economía lo hace. El capitalismo tardío lo hace”.
La versatilidad de su prosa es notable. Puede adoptar la voz dura y directa de Raymond Chandler, como en Sleeper Beach, o la introspección de George Smiley, el legendario personaje de su padre.
De hecho, en 2023 publicó Karla’s Choice, una novela que completa el universo Smiley y cubre el vacío narrativo entre El espía que surgió del frío y El topo. Harkaway asegura que no asumió la voz de le Carré, sino la de Smiley, lo cual revela su aguda comprensión de los matices del legado que gestiona.
Un legado bajo resguardo familiar

La gestión del patrimonio literario de le Carré está hoy en manos de sus tres hijos y de Clare Algar, esposa de Nick y exdirectora de una ONG de derechos humanos. Como directora general de John le Carré Ltd., Algar lidera una empresa que, según Harkaway, se toma muy en serio el deseo de su padre de que sus historias sigan vivas.
Una donación de documentos y manuscritos a la Universidad de Oxford provocó críticas sobre una posible motivación fiscal. Harkaway niega esa intención: asegura que fue una decisión tomada por su padre, si no formalmente, al menos expresada en una “carta de deseos”.
La voz de le Carré: construcción de una identidad literaria
Harkaway recuerda que la voz pública de su padre era, en sí misma, una invención. Criado por estafadores, bailarinas y tutores escolares, Cornwell podría haber sonado como cualquier otra figura británica del siglo XX.
Sin embargo, eligió una entonación elegante, casi aristocrática. “Cada vez que lo escuchas, hasta cierto punto es una voz seleccionada”, afirmó.
El documental The Pigeon Tunnel muestra un acento más neutro, menos pulido. Para su hijo, no es casual: “Creo que simplemente se cansó de fingir. Ya no tenía que hacerlo”.
Entre la literatura y la vida: una familia “disfuncional altamente funcional”

Simon Cornwell, uno de los hijos del primer matrimonio de le Carré, definió a su familia como “disfuncional altamente funcional”. Harkaway no lo niega. Aunque la obra de su padre se nutría del engaño, la vida familiar se vivía sin tapujos: “Rompimos todos esos tabúes contra la comunicación abierta entre padres e hijos”, sostuvo.
Casado y con dos hijos, Harkaway reconoce que la pantomima monógama de sus padres surtió efecto: se convirtió en un hombre comprometido, casi en oposición a la conducta paterna. Lejos de repetir patrones, parece haberlos descifrado y transformado.
Ficción, herencia y futuro: el hijo del espía toma la pluma
Nick Harkaway, Nick Cornwell y Aidan Truhen —otro alias con el que publicó novelas de misterio— no son tres personas distintas, pero sí tres formas de ocupar un espacio literario cambiante.
Con el respaldo de sus hermanos, su esposa y una vasta biblioteca heredada, el escritor asumió el reto de custodiar una obra monumental sin dejar de forjar la suya propia.
Hollywood ya puso los ojos en él: The Price You Pay, escrita bajo el seudónimo Truhen, fue adquirida por Prime Video y se convertirá en serie protagonizada por Catherine Zeta-Jones. El título de la adaptación será Kill Jackie, decisión que no incomoda a Harkaway.
Así, entre múltiples voces, géneros y nombres, el hijo del espía escribe. No para resolver un enigma, sino para habitarlo.
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