Este es el error que se suele cometer en la ducha y que sería peligroso para la salud: “Podría provocar un desmayo”

Expertos advierten que la exposición frecuente a agua a ciertas temperaturas puede provocar una caída peligrosa de la presión arterial y aumentar la probabilidad de lesiones graves

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El Doctor Max Maddahali señala
El Doctor Max Maddahali señala que el calor extremo en la ducha puede causar desmayos y, en consecuencia, incrementar el riesgo de traumatismos, especialmente en la cabeza, debido a caídas accidentales en el baño - crédito Infobae Perú

El riesgo de sufrir un desmayo en la ducha debido a la exposición a altas temperaturas ha sido señalado por el Doctor Max Maddahali, especialista en salud vascular, quien advirtió en declaraciones recogidas por el Daily Mail que este hábito cotidiano puede tener consecuencias graves para la salud.

Según el experto, las duchas excesivamente calientes no solo afectan la piel, sino que también pueden desencadenar una peligrosa caída de la presión arterial, lo que incrementa el peligro de lesiones severas e incluso la muerte.

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El mecanismo detrás de este fenómeno radica en la reacción biológica del cuerpo ante el calor. Cuando la temperatura del agua es muy elevada, los vasos sanguíneos de la piel tienden a expandirse para facilitar la disipación del calor corporal. Este proceso, aunque natural, puede provocar en determinadas circunstancias mareos y pérdida de conocimiento.

El Doctor Max Maddahali advierte
El Doctor Max Maddahali advierte que las duchas calientes pueden provocar desmayos al causar una caída peligrosa de la presión arterial - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

El Doctor Maddahali explicó al Daily Mail que “las duchas excesivamente calientes pueden provocar una caída peligrosa de la presión arterial que podría provocar un desmayo, con riesgo de sufrir lesiones graves e incluso la muerte”. La gravedad de desmayarse en el baño se acentúa por la presencia de superficies duras, lo que aumenta la probabilidad de traumatismos en la cabeza.

Ante este escenario, los especialistas recomiendan tomar precauciones inmediatas. Entre las medidas sugeridas se encuentra la reducción de la temperatura del agua si se experimenta sensación de mareo, así como la instalación de un sistema de bloqueo de temperatura en la ducha para evitar exposiciones peligrosas.

El Doctor Maddahali también alertó, a través de un vídeo publicado en TikTok y citado por el Daily Mail, que los riesgos de las duchas calientes no se limitan a los desmayos. El agua a temperaturas elevadas puede afectar negativamente tanto a la piel como al cabello y al sistema inmunológico. Según sus palabras, “hay algunos ingredientes naturales en tu piel que la mantienen hidratada y el agua caliente puede eliminarlos por completo, por lo que puede producirse sequedad”. Esta advertencia subraya que la exposición frecuente al agua muy caliente elimina los aceites naturales que protegen la piel, favoreciendo la aparición de sequedad y debilitando la barrera cutánea.

El cabello tampoco queda exento de estos efectos. El especialista detalló que “el agua demasiado caliente puede dañar el cabello”, ya que actúa de manera similar a como lo hace con la piel: elimina los aceites esenciales que lo resguardan, haciéndolo más vulnerable a daños y deterioro.

Exponerse frecuentemente al agua muy
Exponerse frecuentemente al agua muy caliente elimina los aceites naturales que protegen la piel, favoreciendo la resequedad y debilitando la barrera cutánea - crédito foto: Cositas Femeninas

Frente a estos riesgos, la recomendación de los expertos es clara: sustituir las duchas muy calientes por otras templadas puede ser determinante para preservar la salud de la piel y el cabello. Esta modificación en la rutina diaria contribuiría a mantener la hidratación natural y la protección de ambos tejidos, minimizando la probabilidad de complicaciones asociadas al uso de agua a temperaturas extremas.

El uso frecuente de duchas calientes altera la salud de la piel

La relación entre la temperatura del agua en la ducha y la salud de la piel ha cobrado relevancia a raíz de recientes investigaciones que advierten sobre los efectos adversos de las duchas calientes. Según datos de Mindfood y estudios científicos, el uso habitual de agua a temperaturas elevadas puede alterar el equilibrio cutáneo y favorecer la aparición de problemas dermatológicos.

Un uso frecuente de altas
Un uso frecuente de altas temperaturas en la ducha puede comprometer la microbiota de la piel y aumentar el riesgo de inflamación - crédito Imagen Ilustrativa Infobae

La microbiota natural de la piel, compuesta por microorganismos beneficiosos, prospera en un entorno ácido con un pH entre 4 y 6. Sin embargo, el contacto frecuente con agua caliente modifica este ambiente, lo que facilita la proliferación de bacterias perjudiciales. Mindfood señala que el calor prolongado no solo extrae la humedad de la piel, sino que también incrementa la sudoración, intensificando la pérdida de agua y debilitando la capacidad protectora de la barrera cutánea.

Un respaldo científico a estas observaciones proviene de la American Academy of Dermatology (AAD), cuyo estudio publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology demostró que las duchas con agua a más de 40 ℃ provocan un aumento significativo en la pérdida de agua transepidérmica (TEWL) y una alteración sostenida del manto ácido de la piel. Este desequilibrio compromete la microbiota y puede desencadenar inflamación, especialmente en personas con enfermedades como la dermatitis atópica.

El incremento de la temperatura durante la ducha activa moléculas inflamatorias, como citocinas e histaminas, responsables de reacciones alérgicas. Esta activación puede generar picazón inmediata y, en algunos casos, manifestarse como urticaria inducible crónica, caracterizada por la aparición de ronchas pruriginosas que varían de color según el tono de piel.

Las personas con piel sensible o con enfermedades crónicas como dermatitis, rosácea, psoriasis, eccema o acné presentan mayor vulnerabilidad, según Mindfood y la AAD. El agua caliente puede agravar la sequedad y los brotes de estas afecciones, lo que subraya la importancia de moderar la temperatura durante la higiene diaria.

Aplicar hidratantes tras la ducha
Aplicar hidratantes tras la ducha es clave para contrarrestar el daño causado por el calor y fortalecer la función protectora cutánea - crédito Freepik

Para mitigar los efectos nocivos del calor, la hidratación posterior a la ducha resulta esencial. Mindfood recomienda aplicar cremas con la piel aún húmeda para mejorar la absorción y la eficacia, sugiriendo fórmulas hipoalergénicas como el sorbolene para evitar reacciones adversas.

La protección de la piel depende tanto de la elección de productos adecuados como de la atención a rutinas cotidianas que, aunque placenteras, pueden resultar perjudiciales a largo plazo. Moderar el calor, limitar la duración del baño y aplicar una hidratación efectiva son medidas fundamentales para preservar la función protectora de la piel y evitar molestias prevenibles.