Estos son los cambios en el consumo de azúcar y sodio tras las regulaciones del Ministerio de Salud en 2022, según estudio

El etiquetado frontal de advertencia sobre el contenido de algunos productos y el impuesto saludable han impulsado a la industria alimentaria a modificar la composición de sus productos

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El análisis observó un cambio
El análisis observó un cambio en el comportamiento de consumo de los colombianos - crédito Freepik

Desde que se implementaron una serie de regulaciones a las industrias que producen alimentos con contenidos que, en exceso, pueden ser altamente perjudiciales para la salud, se ha visto un cambio de comportamiento en una parte de los colombianos respecto a sus hábitos alimenticios.

Una reducción en el consumo de azúcar y sodio en alimentos ultraprocesados se ha visto reflejada desde las medidas impuestas por el Ministerio de Salud en 2022, según un estudio reciente realizado por Proesa, el centro de investigación de la Fundación Valle de Lili, y la Universidad Icesi.

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Los resultados, divulgados por Blu Radio, vinculan este descenso a las regulaciones implementadas: reducir el contenido de sodio en un grupo de alimentos priorizados, el etiquetado frontal de advertencia sobre el contenido de algunos productos y el impuesto saludable, que ha impulsado a la industria alimentaria a modificar la composición de sus productos.

La investigadora destacó que, aunque
La investigadora destacó que, aunque se ve mínima la reducción, representa un impacto a nivel poblacional importante - crédito Ilustrativa Infobae

El análisis, publicado en la revista BMC Medicine, comparó el contenido nutricional de alimentos ultraprocesados entre 2015 y 2024. De acuerdo con los datos recogidos, el promedio de azúcar consumido en estos productos pasó de 10 gramos en 2015 a 8,1 gramos en 2024.

En cuanto al sodio, también se observó una disminución, aunque el informe enfatiza el impacto poblacional de la reducción de azúcar. Elisa María Cadena, investigadora asociada de Proesa y la Universidad Icesi, explicó que, aunque la diferencia pueda parecer modesta, “a nivel poblacional representa un impacto significativo”.

El estudio atribuye estos avances a tres regulaciones clave impulsadas por el Ministerio de Salud: la reducción obligatoria de sodio en alimentos priorizados, la implementación del etiquetado frontal de advertencia y la introducción de impuestos saludables.

Estas medidas, vigentes desde 2022, ha motivado a la industria alimentaria a reformular sus productos para cumplir con los nuevos estándares. Según la especialista en la entrevista, la combinación de estas políticas ha sido determinante para modificar los hábitos de consumo y mejorar la calidad nutricional de los alimentos disponibles en el mercado colombiano.

La buena alimentación favorece a
La buena alimentación favorece a la población infantil para evitar enfermedades como la obesidad - crédito Ilustrativa Infobae

De otro lado, Cadena destacó que la reformulación de productos por parte de la industria responde directamente a la presión regulatoria. La investigadora enfatizó que el impacto de estas medidas se refleja en la reducción de ingredientes críticos como el azúcar y el sodio, lo que contribuye a la prevención de enfermedades asociadas al consumo excesivo de estos componentes.

Sin embargo, el estudio también identificó irregularidades en la aplicación de las normas de etiquetado. Un 14% de los productos que debían portar sellos de advertencia por su contenido de sodio o azúcar no los incluían, mientras que algunos productos que no estaban obligados a llevarlos sí los presentaban.

Los autores del informe sugieren que estos errores podrían deberse a interpretaciones incorrectas de la normativa vigente, lo que plantea desafíos adicionales para la supervisión y el cumplimiento efectivo de las regulaciones.

Otra tendencia detectada por la investigación es el aumento en el uso de edulcorantes no calóricos, especialmente en bebidas que han sustituido el azúcar por estos aditivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación por el incremento en el consumo de estas sustancias y los posibles efectos a largo plazo sobre la salud, un aspecto que el estudio considera prioritario para futuras evaluaciones.

Algunos productos han sustiuído el
Algunos productos han sustiuído el azucar por aditivos, que también pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo - crédito Mike Blake/Reuters

“(...) entregarle la evidencia al Ministerio de Salud, a los tomadores de decisiones de qué otras acciones se pueden hacer. En el 2022, cuando estábamos en la discusión de impuestos saludables, en algún momento se llevó la propuesta de incluir edulcorantes no calóricos por ser también una de las sustancias que la OMS está considerando de cuidado. Entonces, eso podría ser una línea de política”, puntualizó la investigadora en la entrevista.

De cara al futuro, la investigación señala la importancia de analizar en profundidad los aditivos que están reemplazando al sodio y al azúcar en los alimentos ultraprocesados, así como sus posibles repercusiones sobre la microbiota intestinal y la salud de la población.