Miguel Uribe Turbay presentó advertencia a la UNP en 2024: sentía que corría riesgo al ser familiar de una víctima de las Farc y el M-19

El precandidato presidencial y senador del Centro Democrático Miguel Uribe Turbay sigue hospitalizado, luchando por su vida en la Clínica Santa Fe de Bogotá, mientras salen a la luz importantes detalles sobre su situación de seguridad.

De acuerdo con información de La FM, la periodista Darcy Quinn reveló que en abril de 2024, la Unidad Nacional de Protección (UNP) elaboró un estudio de riesgo sobre el senador, evaluando las amenazas que enfrentaba.

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En ese entonces, Uribe Turbay justificó la necesidad de aumentar su esquema de seguridad detallando un “riesgo histórico” debido a su linaje familiar". Miguel explicó en ese momento que el riesgo estaba enraizado en ser “hijo de una víctima de uno de los actores del narcotráfico en Colombia".

Adicionalmente, mencionó que su familia había sido blanco de las acciones de las Farc y el M-19, dos grupos armados con los que habían tenido enfrentamientos en el pasado. Este conjunto de circunstancias, según él, los situaba en un “alto grado de vulnerabilidad debido a que las mismas personas que mataron a su mamá (Diana Turbay) y atacaron a su familia, son quienes hoy gobiernan”.

La FM detalló que el estudio de seguridad agregó que Uribe había experimentado hostigamiento en redes sociales tras la publicación de informaciones falsas relacionadas con su abuelo y el narcotráfico.

Además, el senador del Centro Democrático expresó preocupaciones sobre la falta de un esquema de seguridad adecuado desde que anunció su intención de postularse a la Presidencia, un tema que consideró agravante a su ya precaria situación de seguridad, obligándolo a asumir costos personales por traslados en su papel de congresista.

“Cuando se desplaza a nivel nacional, se desplaza solo y cuenta únicamente con el acompañamiento de la Policía, pero al no contar con vehículos de protección la vulnerabilidad es absoluta, teniendo en cuenta que cuando llega a esas regiones, se desplaza en vehículos de servicio especial y taxis”, se lee en uno de los apartados del estudio de nivel de riesgo.

Esta vulnerabilidad lo llevó a solicitar acompañamiento de seguridad constante.

El informe hizo énfasis de cómo Uribe también se consideraba “víctima de hostigamiento político” por parte de los miembros del Pacto Histórico y otros asociados con el Gobierno nacional, principalmente a raíz de su crítica abierta a las políticas del presidente Gustavo Petro, y por ser una figura clave en la oposición que ha liderado manifestaciones contra el jefe de Estado.

Este historial de riesgo se incrementó al recordar también los sufrimientos pasados de su familia, como el secuestro de Jorge Eduardo Gechem Turbay por las Farc, quien fue liberado en 2008 después de permanecer seis años cautivo, compartiendo esta suerte con otros destacados políticos como Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco y Orlando Beltrán Cuéllar.

La trágica muerte de Diana Turbay es un recordatorio sombrío de cómo el narcotráfico y la violencia marcaron una época oscura en Colombia.

Era una periodista reconocida por su papel como directora del Noticiero Criptón y editora de la revista Hoy x Hoy, fue secuestrada el 30 de agosto de 1990.

El secuestro fue parte de una estrategia de terror impulsada por Los Extraditables, el temido grupo criminal dirigido por Pablo Escobar. Este acto de violencia tenía como objetivo forzar al gobierno colombiano a abandonar un tratado de extradición con Estados Unidos, colocando a figuras públicas y periodistas en la línea de fuego.

El contexto detrás de este secuestro responde a las tácticas brutales empleadas por los carteles para evitar su extradición a Estados Unidos, donde se enfrentarían a severas penas. Los Extraditables, compuesto por notorias figuras del narcotráfico, no escatimaron en emboscadas para enviar su mensaje de resistencia.

De acuerdo con informes de la época, el secuestro de Turbay fue una trampa cuidadosamente elaborada, basada en la premisa engañosa de una entrevista con un supuesto comandante del ELN, conocido como El Cura Pérez.

El tiempo que Turbay estuvo en cautiverio fue un periodo angustiante, tanto para ella como para su familia y colegas. Casi cinco meses después de su secuestro, el 25 de enero de 1991, su vida llegó a un trágico final durante un intento de rescate por parte de las fuerzas de seguridad.