Crisis silenciosa: cinco claves para detectar la depresión en niños y adolescentes

Si identifica señales de alerta en sus hijos o allegados, no dude en buscar el acompañamiento de un psicólogo o profesional de la salud mental

Guardar
Tener solo uno de estos
Tener solo uno de estos signos no necesariamente significa que haya depresión, pero si aparecen dos o más, aumenta la probabilidad - crédito Román G. Aguilera / EFE

La depresión es una enfermedad que ataca a niños, adolescentes y adultos. Aunque los síntomas no siempre se manifiestan con llanto o palabras explícitas, sino que pueden demostrarse a través de silencios prolongados, cambios sutiles en el comportamiento o frases que parecen inofensivas, por lo que es indispensable estar atento a sus seres queridos para evitar consecuencias fatales.

Y es que a corte de 2024, el Ministerio de Salud y Protección Social reportó que el 44% de menores en el país, es decir, cuatro de cada diez niños, presentan indicios de afectaciones en su salud mental, como la ansiedad y depresión. Este porcentaje es significativamente superior al promedio mundial, que se encuentra entre el 10% y el 15%.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Por su parte, Medicina Legal y el Instituto Nacional de Salud, informaron que hasta octubre de 2024, Colombia registró 32.464 intentos de suicidio, 12.899 de ellos corresponden a menores entre los 5 y 19 años. Además, se confirmaron 183 suicidios consumados de menores de edad entre enero y agosto de 2024, siendo el 56% hombres y el 44% mujeres; además se destaca que el 79% de las víctimas tenía entre 14 y 17 años.

Estos datos reflejan un preocupante deterioro de la salud mental infantil y adolescente, por ello los expertos y autoridades hacen un llamado urgente a fortalecer las políticas públicas y los servicios de atención psicológica en el país.

Estar presentes, escuchar sin juzgar
Estar presentes, escuchar sin juzgar y ofrecer apoyo incondicional puede ayudar a tratar la depresión - crédito Ricardo Ferro/EFE

Con el fin de identificar a tiempo la depresión en niños y adolescentes, y actuar de manera oportuna, Miguel Martínez, docente de Psicología en Areandina sede Bogotá, compartió cinco técnicas para reconocer las señales de alerta más importantes:

  1. Cambios bruscos en el comportamiento: si su hijo, sobrino o estudiante empieza a mostrarse irritable, se aísla, pierde interés en las actividades que antes disfrutaba o se vuelve más desafiante, no piense solo que se trata de “una etapa” o “cosas de la edad”, pues “No hay que subestimar estos comportamientos, especialmente si son repentinos y permanentes”, advirtió Martínez.
  2. Alteraciones en el sueño o el apetito: dormir más de lo habitual, tener dificultades para conciliar el sueño, perder el apetito o comer en exceso son síntomas que también pueden estar alertando sobre una tristeza profunda: “El cuerpo muchas veces refleja un dolor emocional que aún no encuentra palabras para expresarse. Observar estos cambios es clave para detectar que algo emocional podría estar ocurriendo”, explicó el experto.
  3. Bajón en el rendimiento académico: un descenso súbito en las notas o en el nivel de concentración dentro del aula no siempre es por falta de interés o flojera: “Muchas veces el bajo rendimiento escolar es un reflejo del mundo emocional que están viviendo los niños y jóvenes”, señaló el docente de Areandina. Por ejemplo, “si nota que un estudiante que antes era participativo ahora se muestra desconectado, es momento de acercarte con empatía y apoyo”, agregó.
  4. Frases cargadas de tristeza o desesperanza: escuchar expresiones constantes como “me siento solo”, “a nadie le importo” o “quisiera desaparecer”, incluso si se dicen en tono de broma, debe prender todas las alarmas, debido a que son expresiones que reflejan sentimientos de soledad o desesperanza: “No minimice ni ignores estos comentarios. Tómelos siempre en serio y ofrezca un espacio seguro a los niños y jóvenes para que ellos puedan hablar de lo que sienten”, indicó Martínez. 
  5. Rechazo al afecto o desconexión emocional: cuando un menor evita abrazos, rechaza muestras de cariño o se muestra emocionalmente desconectado, puede estar atravesando un dolor interno que no sabe cómo expresar. Aunque algunos adolescentes naturalmente toman distancia de sus padres o cuidadores, es importante observar si esta desconexión va acompañada de otras señales de alerta.
Nunca es demasiado temprano para
Nunca es demasiado temprano para actuar - crédito Freepik

La prevención no comienza en el consultorio, sino en el hogar y en el colegio, cuando nos tomamos el tiempo de mirar a los niños no solo con los ojos, sino con el corazón”, concluyó el experto.