
En la Granja de Investigación Viikki, ubicada en el corazón de Helsinki, un equipo de científicos liderado por Helena Kuoppala investiga cómo las vacas lecheras pueden contribuir a la producción sostenible de alimentos. Este centro, dependiente de la Universidad de Helsinki, integra ciencia, tecnología y bienestar animal para enfrentar el reto de alimentar a la población mundial sin agravar el cambio climático.
De acuerdo con Nature, los experimentos que allí se desarrollan buscan transformar la manera en que se produce leche, reduciendo el impacto ambiental y mejorando la eficiencia, sin descuidar la salud y el trato de los animales.
Innovación en la alimentación y manejo de vacas
La investigación en Viikki se centra en modificar la dieta de las vacas para optimizar tanto la producción de leche como la salud animal y la reducción de emisiones. El equipo de Kuoppala experimenta con diferentes proporciones de concentrados en la alimentación: mientras un grupo de vacas recibe una dieta con un 38% de concentrado, otro grupo alcanza el 50%.

El objetivo es determinar si el aumento de energía en la dieta se traduce en mayor producción lechera o en acumulación de grasa corporal. Para ello, se mide de forma precisa el consumo de forraje fermentado —principalmente ensilado de pasto, que facilita la digestión y se conserva durante los meses fríos— y se complementa con granos y pellets energéticos.
Las vacas de raza Ayrshire, protagonistas de estos estudios, se caracterizan por su tamaño medio y la calidad de su leche, rica en grasa y proteínas. Aunque su rendimiento no iguala al de razas más grandes como la Holstein, su adaptabilidad y temperamento afable las convierten en sujetos ideales para la investigación.
Cada animal es monitoreado de manera individual, lo que permite ajustar la dieta y el manejo según sus necesidades específicas, una práctica que, según Nature, contribuye tanto a la eficiencia productiva como al bienestar animal.

Reducción de emisiones y tecnología aplicada
Uno de los desafíos más relevantes en la producción lechera es la reducción de las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero. Para abordar este problema, el equipo de Viikki emplea tecnología avanzada como el dispositivo GreenFeed, que mide las emisiones de metano en el aliento de las vacas.
Este sistema, instalado en los comederos, succiona el aire alrededor de la boca del animal mientras se alimenta y analiza la concentración de gases mediante un espectrómetro infrarrojo. Los datos obtenidos permiten correlacionar los cambios en la dieta con la cantidad de metano emitido, facilitando el diseño de estrategias para disminuir el impacto ambiental de la ganadería.
Además, la granja utiliza comederos automáticos RIC (control de ingesta de forraje), que identifican a cada vaca mediante un número de serie en sus collares y registran su consumo de alimento. Esta información, combinada con muestras regulares de sangre, leche y estiércol, permite evaluar de manera integral la salud y el metabolismo de los animales.
La revista Nature destacó que estos métodos no solo mejoran la precisión de la investigación, sino que también ofrecen herramientas replicables para otras explotaciones lecheras interesadas en reducir su huella ecológica.

Bienestar animal y prácticas de manejo
El bienestar animal ocupa un lugar central en la filosofía de trabajo de Viikki. La alimentación individualizada y el uso de robots de ordeño, que funcionan las 24 horas, otorgan a las vacas libertad para decidir cuándo comer, dormir, salir al exterior o ser ordeñadas.
A través de este sistema, según el testimonio recogido por Nature, favorece la producción de oxitocina durante el ordeño, lo que contribuye al bienestar emocional de los animales.
En cuanto a la crianza de terneros, el equipo investiga tanto la separación temprana como la crianza conjunta (dam rearing), donde la vaca y su cría permanecen juntas. Helena Kuoppala explicó que esta última modalidad suele mejorar el crecimiento, la inmunidad y reducir el estrés de los terneros, además de ofrecer beneficios para la salud de las vacas, como menor riesgo de mastitis y la posibilidad de expresar comportamientos maternales.
Sin embargo, la separación temprana también presenta ventajas, como la reducción del estrés por destete y la prevención de daños en la ubre, por lo que la elección del método depende de las características individuales de cada animal.

La atención veterinaria personalizada, la monitorización constante del estado corporal y la adaptación de las prácticas de manejo a las necesidades de cada vaca reflejan el compromiso de la granja con el bienestar animal, un aspecto fundamental para la sostenibilidad a largo plazo.
Impacto y proyección de la investigación
Los avances logrados en la Granja de Investigación Viikki tienen el potencial de transformar la producción de alimentos más allá de Finlandia. Las tecnologías y prácticas desarrolladas allí pueden adaptarse a diferentes contextos agrícolas, contribuyendo a una ganadería más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Sumado a esto, la integración de ciencia, tecnología y bienestar animal en la producción lechera ofrece un modelo replicable para otros países que buscan equilibrar la seguridad alimentaria con la sostenibilidad ambiental.
La labor de la especialista Kuoppala y su equipo trasciende la investigación, ya que también comparten sus conocimientos con estudiantes, científicos y productores de todo el mundo interesados en la sostenibilidad en la agricultura y ganadería.
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