Hallan la proa perdida del USS New Orleans tras 83 años en el Pacífico

Un equipo internacional de científicos localizó el extremo desaparecido del legendario crucero estadounidense, resolviendo un misterio naval y resaltando la resiliencia de su tripulación durante la Segunda Guerra Mundial

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Reconocido por su resistencia excepcional,
Reconocido por su resistencia excepcional, el USS New Orleans se ganó un lugar destacado en la historia militar al superar daños letales y mantener la operatividad, convirtiéndose en ejemplo de fortaleza y cohesión de tripulación en el teatro de operaciones del Pacífico (National Archives)

El USS New Orleans, uno de los buques más emblemáticos del conflicto, perdió su proa tras un devastador ataque japonés en 1942. Ochenta y tres años después, el pecio fue encontrado en las profundidades del Pacífico Sur, cerca de las Islas Salomón, en la zona conocida como Iron Bottom Sound, famosa por los intensos combates navales de la época.

El hallazgo, pone fin a una larga búsqueda y revive la historia de supervivencia y pericia de sus tripulantes, quienes lograron navegar más de 1.600 kilómetros hacia Australia pese a la pérdida estructural. La información fue difundida por Smithsonian Magazine.

Detalles del hallazgo: expedición, profundidad y métodos de identificación

La localización del extremo perdido fue resultado de una expedición de 21 días liderada por investigadores de NOAA Ocean Exploration, Ocean Exploration Cooperative Institute, la Universidad de New Hampshire y el Naval History and Heritage Command. El equipo localizó el pecio a 675 metros de profundidad en el lecho marino, cerca de las Islas Salomón, tras detectar una anomalía con un vehículo de superficie no tripulado.

Al descartar la presencia de un buque completo, enviaron un vehículo submarino operado a distancia, confirmando la identidad de la proa por su estructura, la pintura y las inscripciones visibles en la base del ancla, donde aún se distingue “Navy Yard”.

Según Smithsonian Magazine, las imágenes muestran que el extremo se convirtió en refugio de corales, anémonas y estrellas canasta, aunque también se observan residuos modernos, principalmente plásticos de un solo uso.

Una operación científica internacional, apoyada
Una operación científica internacional, apoyada en innovadoras tecnologías de mapeo y exploración remota, permitió localizar el fragmento sumergido a casi 700 metros bajo la superficie, logrando la identificación gracias a marcas originales presentes en su armazón (Ocean Exploration Trust)

El ataque de 1942 y la reacción de la tripulación

El 30 de noviembre de 1942, durante la Batalla de Tassafaronga, el USS New Orleans fue alcanzado por un torpedo japonés en la proa de babor. La explosión causó la detonación de parte de la munición y arrancó casi un tercio de la eslora del crucero, de 179 metros de largo. Más de 180 tripulantes perdieron la vida en uno de los episodios más trágicos para la Marina de Estados Unidos en la región.

La tripulación sobreviviente actuó con rapidez: selló los compartimentos estancos y consiguió remolcar el barco, gravemente dañado, a un puerto próximo. El escenario, conocido como Iron Bottom Sound, vio el hundimiento de 111 buques y 1.450 aeronaves entre agosto y diciembre de 1942, con más de 20.000 muertes en el área.

Proeza técnica: reparación improvisada y travesía insólita

Ya en tierra, los marineros emprendieron una tarea inusual: talaron troncos de cocotero para improvisar una proa rudimentaria en apenas once días, según el National WWII Museum de Luisiana. Gracias a esta medida, pudo navegar —aunque solo de forma limitada— hasta Sídney, Australia, avanzando más de 1.600 kilómetros en sentido inverso, con la popa hacia adelante.

El capitán retirado Carl Schuster declaró a CNN que “difícil no describe adecuadamente el desafío”. Por su parte, la Naval Historical Society of Australia calificó la maniobra de navegación como “una hazaña notable a larga distancia”. Tras llegar a Australia, el USS New Orleans fue reparado provisionalmente y luego restaurado en Estados Unidos, regresando al servicio hasta su desmantelamiento en 1947, según el U.S. Naval Institute.

En una muestra de resolución
En una muestra de resolución sin precedentes, los tripulantes lograron transformar recursos locales en componentes vitales para la supervivencia del buque, ideando soluciones estructurales nunca vistas que permitieron retomar la navegación en circunstancias límite (National Archives)

Importancia histórica del USS New Orleans y repercusión del hallazgo

El USS New Orleans fue uno de los buques más condecorados del teatro del Pacífico, con 17 estrellas de combate (“battle stars”) por su papel en la Segunda Guerra Mundial. Su supervivencia y la destreza de su tripulación lo elevaron a símbolo de resistencia y excelencia naval.

La localización de la proa perdida, después de más de ocho décadas, representa la resolución de una incógnita histórica y una oportunidad para honrar la memoria de quienes sirvieron a bordo. Smithsonian Magazine destacó que la falta de información sobre el paradero de ese fragmento alimentó el interés de especialistas y aficionados durante más de 80 años.

Reacciones de expertos y autoridades

El descubrimiento generó comentarios entre especialistas y autoridades navales. Samuel J. Cox, almirante retirado y director del Naval History and Heritage Command, afirmó: “Por todos los derechos, este barco debió haberse hundido, pero gracias a los heroicos esfuerzos de control de daños de su tripulación, el USS New Orleans se convirtió en uno de los cruceros estadounidenses más gravemente dañados en la Segunda Guerra Mundial que realmente sobrevivió”.

Cox añadió que el hallazgo “es una oportunidad para recordar el sacrificio de esta valiente tripulación, incluso en una de las peores noches en la historia de la Marina de Estados Unidos”. Las palabras del almirante, recogidas por Smithsonian Magazine, reflejan el valor simbólico del hallazgo.

El escenario del hallazgo, bautizado
El escenario del hallazgo, bautizado Iron Bottom Sound, permanece como uno de los cementerios submarinos más sobrecogedores del mundo, con el lecho marino repleto de vestigios de barcos y aviones caídos en uno de los frentes más sangrientos del conflicto (Dominio público/Official U.S. Navy)

Protección del sitio y exhibición en museo

La ubicación exacta del hallazgo permanece reservada para evitar saqueos o daños a los restos del USS New Orleans. Smithsonian Magazine informó que esta política impide la realización de visitas públicas al sitio.

A partir del año próximo, el National WWII Museum en Luisiana dedicará una exposición al USS New Orleans. Entre los objetos que se mostrarán figuran monedas quemadas recuperadas de la cubierta y un fragmento de madera de coco utilizado en la reparación improvisada, según el Times-Picayune/New Orleans Advocate.

El sitio hoy: ecosistema y contaminación

Las imágenes obtenidas evidencian que el resto del crucero se integró al ecosistema marino, albergando diversas especies y organismos. Sin embargo, la presencia de plásticos de un solo uso y residuos modernos en el área pone en evidencia la necesidad de proteger tanto el patrimonio subacuático como el entorno natural.

Smithsonian Magazine subraya que este contraste entre legado histórico y contaminación contemporánea obliga a reflexionar sobre la memoria colectiva y el cuidado de los océanos.

Samuel J. Cox insistió en que este descubrimiento representa “una oportunidad para recordar el sacrificio de esta valiente tripulación, incluso en una de las peores noches en la historia de la Marina de Estados Unidos”.