El misterioso Stradivarius robado en la Segunda Guerra Mundial reapareció en Japón tras 80 años

Una investigación reciente vincula un valioso violín de Antonio Stradivari desaparecido en 1945 con el instrumento que actualmente toca el violinista japonés Eijin Nimura, desatando un intenso debate sobre su verdadera identidad y su historia oculta

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Un instrumento desaparecido entre los
Un instrumento desaparecido entre los escombros de la guerra desafía al tiempo y a expertos, reavivando interrogantes sobre la restitución de bienes culturales perdidos (Mendelssohn-Bohnke Papers)

El Stradivarius conocido como “Small Mendelssohn”, perdido en Berlín al final de la Segunda Guerra Mundial, podría haber sido localizado en Japón bajo el nombre de “Stella”. Expertos internacionales sostienen que se trata del mismo instrumento, pero Eijin Nimura rechaza cualquier relación, alimentando la polémica sobre la historia y pertenencia de uno de los violines más codiciados del mundo. Así lo reveló Smithsonian Magazine.

La investigación: hallazgos, pruebas y dudas

La conexión surgió en 2024, cuando Carla Shapreau, de la Universidad de California, Berkeley, y directora de Lost Music Project, analizó imágenes de “Stella” tomadas en Tokio en 2018.

Detectó coincidencias en la forma, el veteado de la madera y marcas distintivas que la llevaron a proponer la hipótesis: ambos violines serían el mismo. “Mi mandíbula cayó”, relató Shapreau al New York Times al advertir los detalles idénticos.

Su investigación, que durante más de quince años rastreó bienes artísticos robados por los nazis, destaca la dificultad de seguir el rastro de instrumentos musicales desaparecidos durante la guerra.

El análisis minucioso de imágenes
El análisis minucioso de imágenes y la comparación de marcas únicas avivaron la sospecha de que el valioso violín podría haber cambiado de nombre y continente sin dejar huellas consistentes (Carla Shapreau)

Un tesoro histórico y codiciado

El “Small Mendelssohn” fue fabricado en 1709 por Antonio Stradivari, el más famoso lutier italiano, considerado en su “período dorado”. De los más de 1.200 instrumentos que se le atribuyen, alrededor de 500 siguen vivos, en su mayoría violines.

Los Stradivarius combinan una calidad excepcional con una gran escasez, lo que los convierte en piezas de extremado valor en el ámbito de la música clásica. En febrero de 2025, un ejemplar de 1714 se subastó por más de USD 11 millones y, según Jason Price, fundador de Tarisio, el “Small Mendelssohn” podría alcanzar los USD 5 millones. Sin embargo, rastrear la procedencia de instrumentos robados durante la era nazi resulta extremadamente complejo.

De Berlín a Japón: una trama difusa

Originalmente, el “Small Mendelssohn” perteneció a la familia Mendelssohn-Bohnke, influyente dinastía bancaria alemana. Durante los años treinta, fue registrado y fotografiado, y Franz von Mendelssohn lo ocultó para protegerlo.

En 1938, el régimen nazi expropió los activos del banco, incluido el violín, que terminó en Deutsche Bank. El caos de la caída del Tercer Reich y la llegada del ejército soviético en 1945 propiciaron el robo y la desaparición del instrumento. A pesar de los esfuerzos de la familia, que incluyeron anuncios y denuncias ante las autoridades, nunca lograron recuperarlo.

El desmoronamiento del Tercer Reich
El desmoronamiento del Tercer Reich y el avance soviético precipitaron el saqueo y la desaparición del violín, abriendo un prolongado vacío en los registros que aún hoy dificulta rastrear su auténtico recorrido hasta Asia (Dominio público/Ministro de Defensa de Rusia)

“Stella”: origen incierto y vacío documental

El violín conocido como “Stella” está fechado oficialmente en 1707, aunque existen dudas sobre la autenticidad de esa etiqueta. Su primera aparición documentada data de 1995, cuando un violinista ruso anónimo lo vendió en París y afirmó haberlo adquirido en 1953.

La falta de registros previos y las posibles alteraciones de la etiqueta alimentan la sospecha de que “Stella” y el “Small Mendelssohn” pueden ser el mismo instrumento. Hacia 2005, “Stella” pasó a manos de Nimura, profundizando la controversia sobre su origen.

David Rosenthal, bisnieto de Franz von Mendelssohn, sostiene que ambos son idénticos: “Las mismas dimensiones, el mismo veteado de la madera, decenas de pequeños arañazos exactamente idénticos. Muestra estas fotos a cualquier lutier reputado y te dirá lo mismo”, afirmó en Le Monde y Smithsonian Magazine.

Un aviso en la prensa
Un aviso en la prensa especializada de 1958 revela el temprano interés por recuperar el Stradivarius y la falta de respuestas definitivas sobre su destino final (Tarisio)

Negación, incertidumbre y un debate global

Sin embargo, Eijin Nimura se niega a participar en la investigación. Su abogada, Yoshie Tsuruta, comunicó: “No tenemos información al respecto, ni base fáctica alguna que dé mérito a sus alegaciones”, según The New York Times.

Mientras tanto, los especialistas insisten en que una investigación visual resulta insuficiente y solo un estudio exhaustivo de la procedencia podría confirmar la identidad del instrumento.

Patrimonio musical y obstáculos para la restitución

La restauración de instrumentos musicales saqueados por los nazis implica retos singulares. Mientras numerosas familias recuperaron pinturas robadas, los instrumentos resultaron mucho más difíciles de restituir.

“Se ha avanzado mucho en la restitución de pinturas... pero mucho menos cuando se trata de música”, explicó Carla Shapreau a Le Monde. La facilidad con la que estos objetos pueden modificarse y la ausencia de registros fiables complican su recuperación.

El caso del “Small Mendelssohn” expone la complejidad única del patrimonio musical perdido durante la guerra, donde el verdadero valor trasciende lo económico y reside en su significado histórico y cultural. Mientras la duda sobre la identidad y procedencia de “Stella” persista, el debate sobre la restitución de instrumentos robados durante el nazismo continuará, subrayando los desafíos exclusivos del legado musical frente al artístico.